La comida está servida…
Durante 90 minutos, tres integrantes de ANRed pusimos a prueba nuestro estómago y nos indigestamos con «Dumplings», la película del hongkones Fruit Chan, que cuenta la historia de una mujer que al buscar la eterna juventud se topa con una sugestiva cocinera, una tal tía Mei, quien parece tener la fórmula para lograr ese tan anhelado deseo: exquisita pasta al dente rellena de fetos humanos. Morbo, escenas que repugnan y sobre todo mucho ruido a la hora de masticar, acompañan este cóctel plagado de excesos que, sin embargo, está lejos de ser un film de terror. Lo que aterroriza es su propuesta y el envase que la recubre.
Aclaración: el comentario fue escrito por una sola de las personas que vio el film, las dos restantes decidieron quedarse en la cocina de tía Mei. Nadie pudo sacarlas de ese lugar…
Una joven y atractiva mujer que devora un feto de 6 meses. Primer plano de esa imagen y corte. Buen provecho. Eterna juventud es el resultado de tal ingesta. Por eso, poco importa el precio que se tenga que pagar, dado que, cuando las cremas, cirugías o cualquier otro método de conservación comienzan a fallar y el tan ansiado estado de momificación no aparece, la solución radica en tragarse ese particular y nutritivo alimento. Escalofriante, ¿no? Bastante, más si tenemos en cuenta que la masticación de tal ingesta es mostrada de sobre manera y de varios ángulos posibles: no vaya a ser cosa que queden dudas de semejante comilona. ¡Ah y con posterior limpieza dental!
Regla básica: el cine oriental no anda con vueltas. Mientras los yanquis juegan a crear tramas macabras, donde todo es exceso, desde las actuaciones chillonas y brillosas (sí, ¡¡brillosas!!), pasando por los llamativos y costosos efectos especiales, ellos, en cambio, hacen las cosas en serio, o sea, buscan que lo que sucede en la pantalla resulte lo más verosímil posible.
Y Dumplings no tiene porque ser la excepción. El hongkones Fruti Chan, mediante un planteo más que simple, arma una atmósfera perturbadora y tenebrosa, que si bien no llega a convertirse en una obra mayor (jamás dijimos eso) resulta una más que sugestiva propuesta. En tiempos en donde la vejez se ha convertido para algunos en una aterradora amenaza que debe evitarse a cualquier precio, Chan ofrece la solución: la conservación de la carne por medio de la carne.
Pero a no confundirse que esto es sólo ficción, ¿o no?… Quién sabe. Por las dudas, el film se encarga de mostrar que no todo es color de rosa ante semejante ingesta. «Â¡Alguien huele mal por ahí!», se escucha decir en un determinado momento. Y sí, la carne por más fresca que sea en algún momento se tiene que descomponer.
Egoísmo, vacío existencial y pocos escrúpulos son los rasgos predominantes que caracterizan a los personajes (en su mayoría femeninos) que deambulan por esta historia. Personajes que a decir verdad no son retratados con demasiada hondura psicológica. Apenas un barniz alcanza para exponerlos en sus actos más inmediatos; mujeres dispuestas a cualquier cosa con tal de detener el paso del tiempo y, a su vez, mujeres que ni por asomo piensan en engendrar vida, sino que eligen devorársela antes de que vea la luz.
Particular y feroz visión la de este director oriental sobre el universo femenino o, al menos, de una parte de él, porque la trama está dominada por ellas, quienes son exhibidas con toda crudeza. Señoras solas y desesperadas que actúan libremente sin que nadie las repruebe o castigue.
Sólo la mirada del espectador. Cómplice silencioso, que atento calla y observa y de vez en cuando se horroriza ante lo que ve. Pero igual asiste al espectáculo carnívoro. Vaya a saber por qué extraña y sombría motivación. Puro morbo latente que nunca nos abandona.
Lo concreto es que durante 90 minutos nos internamos en esa particular cocina y con su no menos particular cocinera llamada tía Mei, en donde desde el inicio vemos como se va gestando ese truculento plato principal, pero, a diferencia de sus comensales habituales, nosotros decidimos proclamarnos vegetarianos. Con sólo decir eso, nos alcanzó para huir despavoridos.
Mariano Minasso
FICHA TÉCNICA
DUMPLINGS
Origen: Hong Kong
Género: drama
Director: Fruit Chan
Protagonista: Bai Ling
Duración: 91 minutos
Calificación: sólo apta para mayores de 18 años