A Tribunales, por la absolución de los delegados del Garrahan
Hoy lunes, a las 10 de la mañana, se realizará una concentración en Paraguay 1536, en reclamo de la absolución de los cuatro integrantes de la comisión interna del hospital procesados por una presunta intimidación a dos inspectores del Ministerio de Trabajo, en 2005. «Se trata de una clara persecución del Gobierno, para frenar la puja salarial de los trabajadores”, afirmó el delegado general de ATE Garrahan, Gustavo Lerer. Por ANRed
Hoy, lunes 8 de abril, se iniciará, en el Tribunal Oral en lo Criminal N° 29, el juicio a los cuatro delegados que integraban la comisión interna del hospital Garrahan en 2005, cuando los trabajadores de la institución consiguieron, después de ocho meses de conflicto, un incremento salarial de más del 50%.
Diferentes espacios gremiales y sociales realizarán, desde las 10 de la mañana, una concentración frente al edificio de Paraguay 1536, para reclamar por la absolución de los procesados.
Se trata de la enfermera del área de Oncología Adriana Agüero, el técnico de laboratorio Marcelo Mansilla, el enfermero de Resonancia Magnética Nuclear Eduardo García y el bioquímico Gustavo Lerer, a quienes se acusa de intimidar a dos inspectores del Ministerio de Trabajo, en el marco del paro realizado en el hospital el 27 de julio de 2005.
El conflicto, iniciado en marzo de ese año, se prolongó hasta octubre. Después de una primera oferta del 12%, los trabajadores consiguieron un incremento salarial de más del 50%, el primero que obtenían desde 1991.
También, recuerda en un comunicado la comisión interna del Garrahan, lograron «que se tomaran más enfermeros y que se instalara un resonador nuclear magnético (tirado en un depósito desde hacía años), que aún hoy es el único bajo control estatal en toda la salud pública argentina”.
Falta de méritos, sobreseimiento y»¦
«Se trata de una clara persecución del Gobierno, para frenar la puja salarial de los trabajadores”, afirma, en diálogo con ANRed, el hoy delegado general de ATE Garrahan y uno de los procesados, Gustavo Lerer.
«La causa «“relata»“ es por un hecho del 27 de julio de 2005. Ya hacía unos días que venían inspectores del Ministerio, les tomaban los nombres a quienes estaban en el hospital y, en base a esa información, la patronal hacía los descuentos salariales”.
«El 27, unos compañeros nos dicen que hay una inspectora apretando a los trabajadores. Hacemos una asamblea y va una delegación. Le piden que se identifique y le dicen que está haciendo una tarea ilegal. Que por qué no se dedica a controlar el fraude laboral; había compañeros que trabajaban hacía 15 años y figuraban con uno o dos de antigüedad”.
«La inspectora se hace la ofendida. Dice «˜no me empujen»™ (no se la había empujado) y se va a la oficina del Director. Nosotros vamos y nos ponemos a cantar. Hacen una escena, van a la comisaría y hacen la denuncia”.
Por este mismo hecho, afirma Lerer, ya se había declarado la falta de mérito y, después, el sobreseimiento. Pero, debido a las apelaciones del fiscal y pese a la falta de pruebas, la Cámara del Crimen desestimó esas medidas y la causa tendrá otro capítulo esta semana.
Persecución judicial y presión mediática
No es esta la primera causa que se intenta armar en contra de los trabajadores del Garrahan. Gustavo Lerer, incluso, recibió una denuncia por «robo calificado en perjuicio de la administración pública”. Quienes dirigían el hospital argumentaban que la comisión interna había confiscado papel que era de la institución, para imprimir unos afiches. La causa, de todas maneras, no fue abierta.
En medio del conflicto, también, el fiscal César Troncoso solicitó que se les tomara declaración indagatoria a 13 enfermeros, por un supuesto incumplimiento en los cuidados de quienes estaban internados en el hospital. El magistrado Eduardo Niklison, sin embargo, desestimó el planteo, después de comprobar que los cuidados se cumplían. Y afirmó, además, que los trabajadores tenían derecho a realizar paros.
La persecución de los fiscales se complementaba con la presión de los medios y los funcionarios.
Conocida la decisión de Niklison, Joaquín Morales Solá le preguntaba, en un artículo de La Nación: «¿Los diarios mienten, entonces, cuando hablan de («¦) operaciones quirúrgicas postergadas por el conflicto?” El texto, publicado el domingo 21 de agosto de 2005, se titulaba «Un país rehén de piqueteros y crispaciones”.
Unos días antes, la diputada del PJ Hilda «Chiche” Duhalde había pedido que se despidiera a los delegados del Garrahan. Mientras el entonces ministro de Salud del gobierno de Néstor Kirchner, Ginés González García, calificaba de «terroristas sanitarios” a los trabajadores que sostenían los paros.