El verdadero día del maestro

En un marco de luchas sindicales de los docentes a lo largo y a lo ancho del país, diversas organizaciones sociales, políticas, sindicales y estudiantiles se congregaron en una marcha del Obelisco a la Casa de la provincia de Neuquén con el fin de conmemorar el sexto aniversario del asesinato de Carlos Fuentealba. Por ANRed

Carlos Fuentealba era un docente y militante sindical combativo cuando fue asesinado el 4 de Abril. Siete años después, varias agrupaciones de lucha se reunieron en una marcha no solamente para recordarlo, sino también para continuar su legado, en un contexto de batallas sindicales amplio en el escenario docente.

Carlos Oroz, Secretario general de Ademys, reivindicó la figura de Fuentealba de la siguiente manera: «Estamos reclamando justicia completa por Carlos Fuentealba, esto es, castigo, juicio, cárcel efectiva para los responsables materiales y políticos, pero también siguiendo adelante con la lucha por la cual él murió. A él lo mataron por ser docente, luchador docente, por tener un compromiso político bien concreto, por luchar por otra educación pero también por otra sociedad.” A su vez, destacó que la movilización también tiene como objetivo «el éxito de las luchas docentes”, pero no se guardó críticas para la forma en que la Central lleva adelante las luchas, al afirmar que la batalla sindical docente tendría más posibilidades de triunfar «si aquellos que tienen la responsabilidad mayor de lograr una articulación a nivel nacional, llámese la dirección de la CTERA, convocaran a medidas de lucha nacionales solidarias con las provincias en lucha, para reabrir la paritaria nacional cerrada por decreto”. Por último, pidió que todos los responsables políticos y materiales estén tras las rejas, más aún en el caso de José Darío Poblete, quien fuera condenado a reclusión perpetua pero que fue visto deambulando por las calles de Neuquén.

Por su parte, Daniel Sierra, Congresal de Suteba, integrante de Tribuna Docente (lista Rosa), hizo un balance de la situación de las causas por el asesinato del militante docente neuquino: «La situación de la causa Fuentealba, tanto ´la 1´ como ´la 2´, la que tiene que ver con los autores materiales primero y con los responsables políticos después, ha quedado paralizada: hay un solo responsable tras las rejas, que es el policía que disparó sobre nuestro compañero y que incluso todo el mundo vio que ha podido estar dando vueltas libremente por las calles de Neuquén ”. Remarcó, además, la necesidad de «poner en pie una gran movilización popular para colocar tras las rejas a todos los responsables, materiales y políticos del asesinato de Carlos Fuentealba”. A su vez, trazó un paralelo entre aquel gobierno provincial de Sobisch y el ejecutivo nacional actual: «Es una política de conjunto, tanto del kirchnerismo como del MPN (Movimiento Popular Neuquino, partido que comandaba el ejecutivo de Neuquén de la mano de Jorge Sobisch en el año 2007, cuando fue asesinado Fuentealba). El MPN es un régimen ´semi-fascistoide´ que, igual que el kirchnerismo, utilizó tanto la represión por parte de las fuerzas del estado como la tercerización de la represión. No nos olvidemos que las patotas de la UOCRA han golpeado mas de una vez a los docentes en su proceso de huelga y de lucha”. Comparó esta última situación con el asesinato del militante Mariano Ferreyra, a manos de una burocracia sindical con varios dirigentes afines a sectores del kirchnerismo. Por último habló de «escenario de ajuste” y «régimen agotado”, para lo cual resaltó «la necesidad de una salida popular, una salida por izquierda”.

En tercer lugar, dos integrantes de Bachilleratos populares de la Brecha (Lago del Bosque de Merlo, El Galpón Cultural de Claypole, El Llamador de Tolosa y de la Hermanas Mirabal de Villa Hidalgo) remarcaron primero que muchos de sus compañeros no habían podido asistir por tener los problemas de las inundaciones en los hogares o lugares de militancia. A su vez, definieron la concepción del Bachillerato popular como «espacio donde tratamos de prefigurar otro tipo de relaciones, tanto entre los estudiantes como los docentes” y afirmaron que su lucha principal hoy como bachillerato es «por la oficialización de los espacios, por los títulos, becas para los estudiantes y para los docentes”. Pero esto, no está dado «en el vacío” sino un en contexto de lucha concreto. «Estamos-afirman- en un momento histórico donde hay un cuestionamiento a varias estructuras del Estado, y dentro de esas, nosotros tenemos un fuerte cuestionamiento, desde la propuesta de la educación popular, a la educación formal. (Ante esto) es obvio que también hay una lucha sindical, política y sobretodo una lucha económica”. A su vez, reivindicaron la figura del docente recordado en la jornada: «La figura de Fuentealba representa una lucha que se da a nivel nacional. Él fue una figura muy particular que dio una lucha muy fuerte dentro del espacio público, en la calle y dentro de las aulas, es un poco el tipo de docente que nosotros estamos reivindicando, el que tiene otro tipo de relación con los estudiantes”. Sin embargo, también marcaron que «hoy estamos por Fuentealba pero también estamos por Julio López, por Darío, por Maxi, por los del gatillo fácil, por todos los laburantes que se inundaron esta semana y todos los que vienen sufriendo un montón de atropellos del Estado”. También resaltó que muchos crímenes quedan «impunes” y puso el caso de Mariano Ferreyra, pero que son «los movimientos sociales los que los toman como bandera y hacen que esos compañeros no queden en el olvido”. Mencionaron la precarización laboral de los docentes y también cuestionaron la existencia de «gremios burocratizados y desmovilizados”, para lo que destacaron la necesidad de «una construcción de una nueva identidad política sobre todo en los gremios docentes”.

Por último, Juan de Contragolpe, presidencia del centro de estudiantes de profesores Normal Uno, elogió a Fuentealba: «Es un ejemplo como docente, como luchador, como un compañero que entregó la vida, dando una pelea, en este caso, por salarios pero también en defensa de la escuela pública”. Afirmó que el tema se trata con mucha «impunidad”, y también designó las responsabilidades que los gobiernos, tanto el de Neuquén como el nacional tienen en el asesinato: «La Gendarmería fue mandada por el gobierno nacional. Fue una represión conjunta tanto del gobierno provincia pero con responsabilidad política y plena del gobierno nacional”. A su vez, resaltó el notable ascenso de las luchas docentes en un contexto de escaso presupuesto, y el acompañamiento que éstas tuvieron por parte del movimiento estudiantil, a quien también le atribuyó la unión con el movimiento obrero: «La unidad obrero estudiantil la ponemos como una consigna a flor de piel”.

La jornada culminó en la esquina de la casa de Neuquén, lugar en el cual militantes de diversas organizaciones hablaron. La movilización no solamente tuvo como objetivo que no sea solamente el 11 de septiembre recordado como el día del maestro, sino también reivindicar las luchas sindicales docentes en particular, pero también las obreras en general.