21/02/2006

«Pusimos el dedo en la llaga»

lasheras.jpg En la entrevista que mantuvo con ANRed durante su visita a Buenos Aires, el vocero de los petroleros, Mario Navarro, explicó cómo la muerte del oficial Sayago se está utilizando para acallar los reclamos en Las Heras y otras localidades, y por qué la reducción del impuesto a las Ganancias, el 82% móvil y el encuadramiento son reivindicaciones que alcanzan a trabajadores de todo el país. Además analizó el rol de la Iglesia, la burocracia y el poder político en las negociaciones. También Navarro habló de su militancia y la lucha social en la Argentina.


Mario Navarro no se reconoce como «dirigente» político. Según él, su rol de vocero de los petroleros de la zona norte de Santa Cruz llegó tras largos años de experiencia en el sector y por ser un hombre que «solo interpreta lo que sienten los trabajadores».

Pero él se convirtió en vocero luego de que la conducción del Sindicato del Petróleo y Gas Privado les negara a los trabajadores el apoyo en sus reclamos: aumento del mínimo no imponible de ganancias, el encuadramiento en el convenio petrolero, la jubilación anticipada con 25 años de servicio sin límite de edad y el 82 por ciento móvil.

Tras ser detenido, el pasado lunes 6 de febrero, el pueblo de Las Heras se lanzó a las calles y se apostó en la comisaría para defender su libertad. Luego que la policía reprimiera con gases y balas de goma, Navarro y los trabajadores en lucha fueron acusados por la conducción del sindicato, los medios masivos y el gobierno Nacional de ser ellos los autores de la muerte de un policía, el oficial Jorge Sayago. Al día siguiente, también los acusaban de haber matado a otro trabajador, Alejandro Paisman Vera.

Debió pasar más de una semana para que las acusaciones dejaran de caer sobre los trabajadores combativos y las organizaciones políticas. Hasta el Partido Obrero fue acusado de formar parte de los hechos que condujeron a los asesinatos.

Según informaron los delegados en la reunión que mantuvieron en Buenos Aires con las organizaciones sociales, los abogados de los petroleros le iniciaron una querella a Eduardo Van der Kooy, editorialista de Clarín, por las difamaciones realizadas en el diario. Entre otras declaraciones abusivas, el periodista expresó en una nota de opinión que: «El Gobierno ha vuelto a conceder protagonismo al líder camionero para neutralizar la demostración de poder brutal, con el asesinato de un policía, que hicieron los sindicalistas de izquierda» («Moyano gana protagonismo tras los episodios trágicos de Santa Cruz», Clarín, 15-02-06)

Aún hoy la ciudad de Las Heras continúa militarizada. El Cuerpo de Delegados de los petroleros declaró en un comunicado que «es falso lo que han declarado las autoridades nacionales sobre que la Gendarmería no participa de los operativos de requisas en el camino de los yacimientos». Y denuncian que les fue impedida la realización de una asamblea de trabajadores en la empresa Argentina 2000 suspendiendo de esta manera la vigencia del convenio colectivo de trabajo Nº 396/04, que permite 15 minutos diarios para asambleas. (Ver el comunicado de los petroleros).

Según expresó Navarro a ANRed, el conflicto toma repercusiones a nivel nacional. A pesar de ser más de 600 mil los trabajadores que tributan este impuesto en el país, la discusión sobre Ganancias recién salió a la luz con el conflicto en Las Heras, con el saldo de la represión, un muerto, la criminalización de la protesta y una ciudad sitiada.

A continuación, Navarro relata y analiza los hechos desarrollados en esta ciudad tan particular, ubicada en una provincia que fue gobernada por el actual presidente Néstor Kirchner y que hoy es conducida por el ex Jefe de la SIDE, Sergio Acevedo.

Cuando el sindicato desconoce las asambleas

Mario Navarro: – Las Heras es diferente a lo que es el resto del país. Primero es una comunidad muy chica en la que todos tenemos contacto permanente por más que trabajemos en distintas empresas. Segundo, la idiosincrasia de los petroleros hace que cualquier conflicto sea colectivo. Generalmente los conflictos que se dan en Las Heras son conflictos colectivos, no son aislados.

Se llegó a la determinación de que las comisiones internas se hagan cargo del conflicto porque el gremio, después de haber participado en la asamblea, le dio la espalda a los trabajadores por los negocios preexistentes que tenía con el poder político y las operadoras, digamos las generadoras de empleo. Esto es lo grave. Primero ellos participan en la asamblea, órgano máximo del sindicato, y el sindicato desconoce la decisión de la asamblea de que se vote un paro por el impuesto a las ganancias, por encuadramiento de los trabajadores petroleros y por la necesidad de poner en discusión a través de nuestros legisladores, el tema de la jubilación anticipada con 25 años de servicio sin límite de edad y un 82 por ciento móvil, que de hecho es reivindicable porque está manifestado en la Constitución Nacional. La Constitución dice que un jubilado debe ganar un 82 por ciento móvil.

También hay otro aspecto en donde el poder político y económico representado por las grandes operadoras apuestan a que los trabajadores cesen en el reclamo. A esto se suma el cansancio, la disgregación y también el trabajo de la burocracia sindical que está continuamente diciéndoles que les van a descontar los días de paro, que ellos no se hacen responsables y demás. Esto no logra quebrantar el espíritu de los trabajadores; por el contrario, los unifica. Y entonces viene la contraofensiva, digamos, la provocación sistemática del poder judicial y del poder político.

«El poder político utiliza la muerte de Sayago para militarizar el conflicto, y enturbiar el justo reclamo de los trabajadores.»

ANRed: -¿En ese marco qué lectura hace de su detención?

M.N.: -Justamente, mi detención es una clara provocación al movimiento obrero para que reaccionara, y reacciona en forma violenta con el intento de mi liberación y con la muerte lamentable de Sayago. Más allá de que nosotros repudiamos la violencia, repudiamos la muerte por una cuestión lógica, nosotros somos trabajadores y apostamos a la vida. Pero el poder político utiliza la muerte de Sayago para militarizar el conflicto, judicializar la protesta y enturbiar el justo reclamo de los trabajadores. Primero, porque pusimos el dedo en la llaga, porque no solamente éramos nosotros los que sufríamos el impuesto a la ganancia sino un sector importante de trabajadores. De continuar sin modificarse los mínimos no imponibles, todos los compañeros que discutan paritarias y obtengan un aumento se iban a ver licuados en el impuesto a la ganancia. Esta es la realidad. Cuando empezamos a tributar el impuesto en el país no eran más de 20 mil trabajadores, hoy están arriba de 600 mil, es decir, que el impuesto ha avanzado muy rápidamente sobre el trabajador porque se ha congelado con relación al poder adquisitivo. Además de haber una disminución del poder adquisitivo tenemos el impuesto a la ganancia.

A: -¿Cuánto es el porcentaje de deducción que tiene el impuesto a la ganancia para los petroleros?

M.N.: -Nosotros estamos aportando un nueve por ciento. Es un sueldo anual. Y de seguir en esta línea pasaríamos a la segunda categoría que sería de un 20 por ciento, sino se modifican estos montos. (Ver más información al final de la nota)

A: -¿Ustedes presentaron algún tipo de proyecto con relación al mínimo no imponible?

M.N:– Se ha hecho una presentación, un proyecto en el cual se detalla una tablilla para la zona patagónica con el tema de sacar los adicionales por zona, las horas de viaje o las horas extras. Ha habido muchos proyectos, pero, como ha ocurrido siempre en el movimiento obrero, si las protestas no están manchadas con sangre no se llega a nada. Y esto es lo lamentable, después de la muerte de este oficial, recién se está hablando del mínimo no imponible.

A: -Por parte de los petroleros ¿qué pasa si la modificación no cumple las expectativas?

M.N.: -Por lo que me he enterado extraoficialmente, esto no es oficial, pero se estaría pensado en un 30 por ciento de elevación del mínimo no imponible y para las provincias patagónicas sacar el adicional por zona. Ahí ningún trabajador patagónico estaría comprendido en lo que es este mínimo no imponible.

A: -¿Cuál es la garantía que tienen para que se cumpla el compromiso de modificar el impuesto?

M.N.: -Acá hay una institución que es muy vieja como es la iglesia que es garante de estos acuerdos. Yo creo -y esto es para tranquilidad de quienes vayan a leer estas columnas- que el sistema necesita a la iglesia. El estado, los patrones, necesitan a la iglesia; por lo tanto no la van a desprestigiar por estos acuerdos. Es una cuestión de garantía de que la iglesia haya sido mediadora en este conflicto.

A: -¿En caso de que no se concrete pensaron medidas para seguir?

M.N.: -No, por todos los argumentos que te expuse no creo que esto suceda. Nosotros tomamos todas las negociaciones que va llevando adelante la iglesia. Generalmente se cumple lo que se pactó. Y la iglesia en este caso, si bien actuó el cura (Juan Carlos) Molina, lo hizo en representación de la Iglesia Católica en su conjunto. Creo que es suficiente garantía para que eso se cumpla. También porque esto se dio en un momento de ebullición y hay partes firmadas por Tomada y además que tiene un peso político que lo hemos dado a conocer a todos los medios nacionales, como garantía para que esto se cumpla.

A: -¿Cuál es la diferencia entre el encuadramiento del gremio petrolero y el de la construcción?

M.N.:Los compañeros de la construcción no tienen estabilidad laboral porque ellos tienen un fondo de desempleo. O sea, si sos trabajador de la construcción, el patrón te puede despedir cuando él quiere, y sin ningún tipo de reclamo porque vos tenés un 12 por ciento de tus haberes depositado en una cuenta de ahorro en un banco para cuando vos te vayas o te despidan. Es exactamente lo mismo a que vos renuncies o te despidan. Por otro lado los sueldos son infinitamente menores. Por ejemplo, un trabajador con 12 horas escasamente llega a los 1400 pesos; en cambio, un trabajador petrolero alcanza los 2900 pesos. Hay una diferencia notable pero por sobre todas las cosas hay una cuestión de estabilidad.

A: -¿En el marco de militarización de Las Heras, cuál es la situación actual en la provincia y la suya en particular?

M.N.: -Bueno, mi situación es muy comprometida, muy jodida. Todo el mundo sabe que judicialmente no tuve nada que ver con la muerte de Sayago y con todo lo que sucedió después.

Lo más peligroso es la burocracia sindical. La burocracia sindical perdió terreno a través de todas las acusaciones que me hizo. Se me indicaba como autor material de la muerte de Alejandro Paisman Vera, el cuñado del secretario general del sindicato, (Héctor Segovia). Con el correr del tiempo, el hermano de Alejandro, Víctor, que estaba con nosotros en los piquetes, sale a desmentir totalmente esta versión, que la muerte del hermano había sido natural. Es más, lo certificaba la autopsia y que el que había encontrado el cadáver era él y pidió que no se utilizara la muerte de su hermano para fines tan bajos como fue el excusarse por no estar al frente de los trabajadores que era su obligación. Eso me dejó mucho más tranquilo. No lo dije en conferencia de prensa para respetar su dolor y él lo hizo público cuando lo consideró necesario.

A: -¿Tomaron alguna medida de seguridad luego de lo sucedido?

M.N.: -Sobre todo conmigo, estamos previendo cómo va a continuar mi vida después de esto. Es una situación que nadie lo buscó, se dio así. Pero tampoco uno puede llorar sobre la leche derramada. Cuando uno asume compromisos, también asume los riesgos. Y los riesgos de estos es buscar una solución en la seguridad para que esto no pase a mayores y que por ahí otra muerte inútil caiga sobre la conciencia de los trabajadores.

A: -¿Hubo aprietes luego de concretarse el acuerdo?

M.N.: -Sí, hubo aprietes y una denuncia por medio de la abogada de APEL (Asociación de Profesionales en Lucha), en el cual denunció los apremios ilegales, como también denunció cómo la Gendarmería estaba actuando en los yacimientos. Espero que se solucione, que se retire la Gendarmería y que la nacionalización del conflicto (ver nota aparte) ayude para ir frenando e ir poniendo orden para poder discutir en un plano de igualdad con la clase política para que realmente se viva en paz en Las Heras.

Mario Navarro, su militancia, sus esperanzas.

A: -Cuando planificaron el plan de lucha ¿Hubo algún tipo de articulación con Chubut, Neuquén y otras localidades petroleras?

M.N.: -No, porque esto fue producto de la bronca por haber quedado licuado nuestro aguinaldo en la alícuota de la ganancia. Eso fue el detonante. Por eso es necesario que los trabajadores empecemos a formar cuadros de conducción, que no tenemos. La carencia de cuadros no es solo en Santa Cruz, es a lo largo de todo el país. El país necesita rápidamente fortalecer cuadros de conducción gremial, cuadros de conducción estudiantil porque, lamentablemente y es una realidad objetiva, no tenemos cuadros de conducción. Y eso se refleja, imaginate sino no me hubiera sindicado a mí como un dirigente, yo no soy dirigente ni nada que se le parezca. Yo soy alguien que tiene muchos años en el petroleo y solo interpreta lo que sienten los trabajadores. Nada más.

A: -Más allá de que haya un espíritu colectivo de reivindicación de lucha, ¿existe un grado de concientización fuerte en la comunidad?

M.N.: -Santa Cruz ha tenido un espíritu de lucha muy fuerte. Nuestra historia es muy rica. Las protestas sociales en Santa Cruz siempre han sido violentas. Hace poco menos de un año, hubo una pueblada en Pico Truncado donde corrieron a toda la Gendarmería y la policía que no era del pueblo y, si bien no hubo muertes, hubo toda una pueblada en contra de lo que ha sido la represión. Santa Cruz tiene una historia distinta a las demás. Quizás no se conoce en el resto del país, porque las noticias al resto del país viajan muy lento, pero Santa Cruz tiene historia de lucha, historia sindical. Yo creo que los trabajadores tienen desarrollado un sentido de solidaridad más grande del que se da en las grandes ciudades.

A: -¿Cuál es el tipo de militancia que realizó a lo largo de su vida para que en asamblea todas las comisiones internas de las distintas empresas involucradas lo eligieran vocero del conflicto petrolero?

M.N.: -Eso se votó en asamblea. Los motivos no te los podría explicar yo. Lo único es que fui elegido para llevar las noticias, el sentimiento y sentar una posición frente a la prensa. Después el gobierno y la burocracia trataron de buscar un culpable y me señalaron a mí.

Independiente de eso, yo me crié en todo lo que fueron las luchas sociales. Me crié entre grandes compañeros, Gabriel Gati, un dirigente vecinalista. La década nuestra, del ’70, que después los militares la apabullaron, la tiraron abajo, donde las discusiones eran distintas a las de ahora. Nosotros ahora estamos recién recuperando ese nivel de discusión. Yo por ahí me desesperaba de cómo nuestros pibes se ponían hablar de una piba como si fuera una cosa central. Nosotros también hablábamos de eso porque es natural, pero sobre todo hablábamos de la política social, del compromiso y hoy por hoy estamos viendo cómo recuperamos eso. Y eso es lo lindo, ver como los chicos empiezan a caminar por un camino distinto. Y en eso nosotros debemos al menos transmitirles nuestra experiencia, no desde un costado pedante sino como un aporte más al proceso de lucha.

Y ustedes tienen la inmensa responsabilidad de poner en funcionamiento toda esa juventud, todas esas ganas y nosotros humildemente aportar. Eso es lo que se está construyendo, esa integración entre los jóvenes y los viejos que nunca tuvo que haber dejado de existir. Lo que pasa es que nosotros, los viejos, éramos muy paternalistas. No escuchábamos a los jóvenes, queríamos decirles lo bueno que éramos y sin criticar nuestros errores. Yo creo que ahora estamos mirando más de frente y estamos propiciando ese intercambio para que sigamos construyendo.

A: -¿Cree que hay posibilidad de cambio?

M.N.: -Sí existe la posibilidad, fijate en el pueblo boliviano. A un compañero aborigen le decían «¿no te cansaste de esperar?» Y él respondió: «Esperamos 500 años». Fijate un razonamiento tan simple, esperamos 500 años y podemos seguir esperándolo. El cambio se logra haciendo cosas concretas.

Fuimos a una obra que estaban haciendo los trabajadores en relación con la autogestión y yo le decía a un compañero, «esto es lo que nos estaba haciendo falta.» Hoy los compañeros de Zanon, los compañeros del BAUEN, los compañeros de las minas de Jujuy nos están mostrando un camino, pero no basándose en discursos sino a partir de los hechos. Y eso es lo que construye.

Encontrar el reconocimiento entre compañeros, como acá en Buenos Aires, eso te fortalece. Te fortalece la dedicación que le prestan ustedes al trabajo que realizan. Eso uno lo lleva, te va llevando a que cada vez te comprometas más. Eso es importante, mientras exista esa llama entre los jóvenes no va a decaer la lucha y creo que al menos»¦ Quizás yo no vea una sociedad más justa pero espero poder llegar a viejo pensando que, al menos, contribuimos para que eso suceda. Al menos poder pensar ‘luché para que los pibes tengan una sociedad más justa.’

Por Carolina Ricaldoni


Para contactarse con los trabajadores petroleros escribir a:

lasheraslucha@yahoo.com.ar


Cada vez más trabajadores pagan el Impuesto a las Ganancias:

 Según datos del Ministerio de Economía, el sueldo promedio en blanco de los petroleros y químicos es de 2.553 pesos.

 Se estima que actualmente 600.000 trabajadores en relación de dependencia pagan Ganancias. Hasta 1999 eran unos 100.000. Así, en los últimos años más trabajadores pasaron a pagar ese impuesto aunque la inmensa mayoría tenga hoy un poder adquisitivo más bajo que 7 años atrás. O sea, aunque gane menos en términos reales, más gente pasó a pagar el impuesto.

 Actualmente comienzan a pagar Ganancias los solteros sin hijos que ganan más de 1.694 pesos por mes de sueldo neto (después de los descuentos de jubilación y salud) y más de 2.063 en el caso de los casados con dos hijos. Casi los mismos valores de Ganancias se aplican a unos 35.000 jubilados. En el caso de los autónomos, el mínimo no imponible es más bajo: pagan Ganancias si ganan más de 835 pesos por mes. En cambio, los monotributistas pagan una suma fija que incluye Ganancias y Seguridad Social.

 Las alícuotas del impuesto, para la escala más baja va del 6 al 9%, la siguiente del 10 al 14% y así sucesivamente.

Fuente: Ismael Bermúdez, Clarín.



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