¿Tierras para los ricos o tierras para el pueblo? Los Cona y la recuperación de Colitoro
El 31 de enero y el 1 y 2 de febrero, en Río Negro, tuvo lugar la Segunda Cabalgata por la Recuperación del Territorio Mapuche desde el Paraje Colitoro, territorio Mapuche, hacia Huahel Niyeu (Ingeniero Jacobacci). Bajo la consigna «En la diversidad está la fuerza – Hagámoslo realidad para resistir las políticas del saqueo», 90 personas compartieron la experiencia de dos días de camino, rogativas y discusión colectiva sobre los desafíos que enfrenta la comunidad en la región. La Cabalgata fue también una acción política para reafirmar la lucha del pueblo mapuche.
Por Luis Manuel Claps. Especial para ANRed.
Huahuel Niyeo (Ingeniero Jacobacci), Río Negro, 3 de febrero de 2006
Por Luis Manuel Claps
El primero de febrero se cumplieron dos años de la recuperación del campo de los Cona en Paraje Colitoro, distante a unos 85 KM de Huahuel Niyeo (Ingeniero Jacobacci), en la provincia de Río Negro. Para conmemorar y reafirmar la recuperación, la familia Cona y el Consejo Asesor Indígena de la Zona Atlántica (CAI Atlántico) organizaron por segundo año consecutivo una cabalgata desde Colitoro a Huahuel Niyeo, bajo la consigna «En la diversidad está la fuerza – Hagámoslo realidad para resistir las políticas del saqueo».
Durante dos días de camino, rogativas y discusión colectiva sobre los desafíos que enfrenta la comunidad mapuche en la región, unas 90 personas compartimos la experiencia, que fue también una acción política. «Hoy entramos llorando en esta plaza, pero con lágrimas de alegría y orgullo», dijo la abuela María Torres de Cona en el acto público realizado tras la llegada de los jinetes a la ciudad. En los últimos años varias familias mapuches recuperaron territorio que había sido usurpado en otras zonas de Río Negro como Quetrequile, Río Chico, Anecón Grande y Bahía Creek.
ANTES DEL AMANECER
el sonido del ñorquín nos despierta y convoca para iniciar la jornada con una rogativa. La abuela María es el alma de la ceremonia, que aprendió de sus mayores. En su lengua originaria agradece a Dios y pide nuevas Fuerzas. Se ofrece yerba. Para cuando la ceremonia terminó, el sol ya ha salido y comienza a calentar. Los jinetes se disponen a comenzar la marcha, con cuidados preparativos. En el campo, andar a caballo es cosa de todos los días. Pero esta cabalgata es diferente: representa la reafirmación de los derechos del pueblo mapuche sobre el territorio y constituye un acto político de trascendencia difícil de medir. Todos están con sus mejores pilchas, es tiempo de fiesta. Hay algunos caballos briosos, pero de a poco se los pone en su lugar y parten.
LOS QUE ACOMPAÑAMOS
la cabalgata nos movemos en camión. Este grupo se adelanta hasta el primer descanso, Puesto Burgos, a unos 40 KM de Colitoro. El calor aprieta, se pone bravo. Los jinetes llegan por fin y los recibimos con aplausos y asado. Luego continúan hasta un refugio emplazado a orillas de la laguna Carrilaufquen (Verde), donde hacemos noche y preparamos para otra rogativa. Antes de la cena, Hugo Aranea (vocero del CAI Atlántico) y la abuela María hablaron para todos.
EL CAMPO
que tradicionalmente ocuparon los Cona, en el Paraje Colitoro, fue usurpado por una familia poderosa de Ingeniero Jacobacci, los Abi Saad, en injustas circunstancias, hace más de veinte años. Tiempo de dolor y sufrimiento, como recuerda siempre la abuela María. El despojo se concretó con el traslado de los Cona a una casa precaria en el pueblo, y el alambrado del campo que habitaron por generaciones. Pero hace dos años, el primero de febrero de 2004, los Cona volvieron a ocupar la tierra y edificar su casa, que había sido quemada. No había nada cuando llegaron, hoy el lugar está lleno de vida. La cabalgata festeja y reafirma esa recuperación, que es el momento culminante de un largo andar. Además, manifiesta públicamante que hay un colectivo atento y solidario dispuesto a sostener a los Cona ante los intereses que pudieran afectarlos.
VARIAS AMENAZAS
a la integridad de su territorio debe enfrentar el pueblo mapuche en la provincia de Río Negro. La primera de ellas es el propio estado rionegrino y su política de tierras. «Los sucesivos gobiernos siempre se han aliado con intereses privados muy poderosos, que presionan para controlar el territorio mapuche», comenta Hugo Aranea.
Otra amenaza son las compañías mineras transnacionales que operan, de unos años a esta parte, en la región, cuyos mega proyectos extractivos demandan enormes cantidades de agua, energía y uso intensivo de tierras tradicionalmente ocupadas por mapuches. Aquiline Resources, IMA Exploration, Patagonia Gold, Meridian Gold, Golden Peaks, por nombrar algunas de las empresas con intereses en la zona. Si bien sus proyectos se han visto frenados por la presión popular y una Ley provincial que prohíbe el uso de cianuro en la actividad minera, las empresas siguen avanzando y comprando voluntades. Algunas comunidades y organizaciones del pueblo mapuche están aportando su experiencia y capital político al arco diverso de oposición a la minería constituido en la provincia desde hace unos dos años, bajo la forma de una asamblea provincial que luego derivó en la actual Asamblea Coordinadora Patagónica. El aporte mapuche a esa movida es invalorable: nadie mejor que ellos para comprender lo que significa defender la integridad del territorio.
De los proyectos mineros propuestos para la región, el más avanzado es Calcatreu, propiedad de la canadiense Aquiline Resources. Ubicado a unos 70 KM de Ingeniero Jacobacci, el proyecto ocupa unas 73 mil hectáreas y, según la propia empresa interesada, demandaría 1.100 metros cúbicos de agua por día durante siete años para su explotación. En una zona árida y frágil como la meseta central de Río Negro, es fácil suponer lo que ocurriría con las vertientes naturales de agua, con la actividad ganadera en pequeña escala, con el modo de vida paisano. Y de yapa, quedarían unas 20 millones de toneladas de residuos contaminantes al terminar la explotación.
LLEGAMOS A JACOBACCI
al mediodía. Cuando el grupo de jinetes pasó por la casa de los Abi Saad, entre aplausos y ñorquines, alguien los mandó a «la puta que los parió». «Deberán arreglar sus cuentitas con Dios», dijo más tarde la abuela María, que encabezó la entrada a Ingeniero Jacobacci de todo el grupo. Fue un momento inigualable: ñorquines, bocinazos, ¡Marici Wew!, aplausos, y la solidaridad de los jacobacinos. ¿Cómo no conmoverse ante tan contundente manifestación de justicia? En la plaza de los Ex Trabajadores Ferroviarios, habló la abuela María en mapuche y en «castilla» para todos nosotros y el público que se acercó. Y las banderas, los jinetes, el móvil de la radio local, el cultrún, los ñorquines, y el cansancio que, por ahí, a esa altura, ya empezamos a sentir, quizá aumentado por el calor, colmaron el acto. «Aquí estamos, estamos vivos, estamos unidos, muchas gracias a todos. Soy una mujer con la pollera bien puesta, y voy a estar siempre con mi marido y mis hijos para defender lo nuestro», concluyó la abuela.
Y POR LA NOCHE
nos reunimos en el Club Ferro de Ingeniero Jacobacci para compartir un festival folclórico y baile. Empanadas, vino y la música del campo fueron el cierre que las jornadas vividas se merecían.
La Agencia de Noticias RedAcción (ANRed) agradece a Luis Manuel Claps este artículo y las fotos que acompañan el mismo, siendo ambas colaboraciones de su autoría.
