09/12/2003

Los trabajadores becarios de hospitales públicos luchan contra la precariedad laboral

La situación de los psicólogos becarios y concurrentes de hospitales públicos es cada vez más precaria: además de no cobrar, tienen que atender a cada vez más pacientes a causa del aumento de la crisis social. En el gobierno les pide que acepten ese abuso: «encima que les damos trabajo», argumentan.


Existen 33 hospitales mono y polivalentes de mediana y alta complejidad, de los cuales 13 son hospitales generales de agudos, y 14 son hospitales especializados en psiquiatría, enfermedades infecciosas, gastroenterología, patologías respiratorias, etc.

Según la Dirección de Capacitación las Residencias y Concurrencias aportan al Sistema de Salud Público el 34% de los Profesionales, en el caso de los psicólogos del hospital el número crece hasta el 60%. La diferencia entre ambas es que la primera es una capacitación en servicios remunerada, mientras que la segunda es en forma honoraria.

Hay 460 vacantes para las concurrencias frente a 26 residencias, significa que sólo el dos % que ingresa va a poder gozar de «un sistema remunerado de capacitación». Más de 1300 psicólogos Concurrentes no va cobrar por su trabajo. A ese número se suman los becarios, que tampoco serán retribuidos por la tarea, no hay datos precisos de ellos, o por lo menos no hay registros oficiales.

La demanda en pacientes aumenta con la desocupación y la pobreza sobre todo en la ciudad de Buenos Aires. El presupuesto del 2004 promete 1.056 millones de pesos (25,35% del total) esto es 79 millones más que el presupuesto aprobado para este año.

Una ley de Salud porteña archivada y olvidada garantiza «La concepción integral de la salud, vinculada con la satisfacción de necesidades de alimentación, vivienda, trabajo, educación, vestido, cultura y ambiente. El desarrollo de una cultura de la salud así como el aprendizaje social necesario para mejorar la calidad de vida de la comunidad. La cobertura universal de la población; El gasto público en salud como una inversión social prioritaria» entre otras cuestiones.

El campo de los problemas psicológicos abarca casos leves como stress, algunas depresiones, síntomas como ataques de ansiedad y puede llegar a brotes psicóticos, paranoias, anorexia, bulimia e internaciones en centros psiquiátricos con otras patologías que comprometen la vida de los pacientes.

Un sector de estos psicologos formó un movimiento destinado a cambiar las condiciones de su trabajo en julio de este año. Mariela es una integrante de la agrupación y contestó esta entrevista después de la asamblea donde se reúne el Movimiento Ínter hospitalario de Concurrentes y Becarios Auto convocados en Lucha. Ella es becaria del Hospital Ameghino, con cinco por ciento de su planta de concurrentes.

 ¿En qué situación se encuentran los becarios y concurrentes de los hospitales públicos?

 Nos encontramos en condiciones pésimas. Para empezar que hacemos nuestra tarea ad-honorem, estamos sin cobrar sueldo, y además con mucho trabajo porque la demanda en los hospitales aumentó bastante y en algunas partes es como que se hacen precarias también las condiciones de atención porque hay que atender muchos pacientes, muy rápidos. Sumado a la situación que vivimos, el contexto social, la situación es precaria porque hay compañeros que no tienen plata para viajar.

 ¿La situación es parecida en todos los hospitales?

 En relación a los concurrentes creo que si. Lo que es distinto es la gente que se va a atender a los hospitales. Por ejemplo el Ameghino es un hospital que queda en Barrio Norte, queda en Córdoba y Agüero con lo cual la gente que viene al hospital es clase media empobrecida, clase que en algún momento se podría pagar un tratamiento privado y ahora está yendo al hospital porque no se lo puede pagar. Pero es clase media, viene a veces gente de otros lados pero en general no. Hay otros hospitales que aparte de los problemas psicológicos tienen muchas carencias.

 ¿Cuál es la diferencia entre becarios y concurrentes?

 La diferencia es que el becario es un ad-honorem con antigüedad (risas). O sea un becario es efectivamente alguien que terminó la concurrencia, es decir, entró a la concurrencia con el examen, hizo sus cinco años de concurrencia y quiere permanecer en el hospital. Entonces sigue permaneciendo trabajando ad-honorem. Creo que la modificación que hay es que trabajan dos veces por semana.

 ¿Cuáles son los puntos más urgentes que tienen que resolver?

 La plata. Si, porque tenemos gente que está dejando las concurrencias porque no tiene laburo y no tiene plata para ir hasta los hospitales y hay gente que… es terrible, hay gente que está optando por otro laburo que no tiene nada que ver con su profesión y para lo que estudió, para lo que se formó y bueno, necesita vivir y tal vez si laburás ocho horas no te da el tiempo para hacer una concurrencia. Para mí, por lo menos, eso es lo más urgente.

 ¿Por qué creen que la práctica que realizan debe ser remunerada?

 Para mi cualquier trabajo tiene que ser remunerado. No es que tiene que tener alguna condición en especial. Para mi cualquier persona que está realizando una tarea, que está transformando una mesa o la realidad o la subjetividad de la gente tiene que tener un salario.

 ¿Son solamente psicólogos o hay médicos, alguna otra profesión?

 En realidad concurrentes hay de todas las especialidades. Lo que pasa es que a los psicólogos nos toca más de cerca por el porcentaje que hay: por ejemplo nos presentamos mil, a dar el examen, hasta 28 entran como residentes. Es decir, les pagan, el resto entramos todos sin cobrar. En el resto de las profesiones esta proporción… son más los que entran pagos que los quedan sin cobrar. Psicología es al revés. Entran 28 pagos y entramos 300 que no cobramos. Hay concurrentes de todas las profesiones pero los psicólogos somos mayoría.

 ¿Y en las asambleas del movimiento?

 En las asambleas por ahora somos psicólogos. Hemos hecho contactos, invitamos a gente de otras profesiones, otra gente que trabaja en hospitales generales y tiene a los concurrentes ahí cerca, charlan pero no han venido. Parece que no es un problema grave para ellos. Es como que vuelven a dar el examen al otro año y tal vez entren. Lo nuestro es grave.

 ¿Cuáles son los progresos y dificultades que están viendo?

 Mirá, hay de las dos cosas. Hay un retroceso grande que es la cantidad de gente. En realidad la primera convocatoria la hicimos a la casa de una compañera, de manera muy informal y aparecieron como 20. En una casa, tomando mate, no lo podíamos creer porque fue recontra informal. Después de ahí convocamos a una asamblea a la que fueron 120 personas. Y ahí decidimos una medida que era ir a la Expo-Salud y habrán ido unos 80. De ahí en más empezó a mermar el número. Es lo que descendió. Fue disminuyendo el nivel de participación.
Y como avance, bueno, hay que verlo en el sentido que hemos hecho varias cosas. Hicimos en principio, en la Expo-Salud, una asamblea pública donde había comisionales, había una exposición de los distintos hospitales. Los hospitales iba y contaban todo lo que estaban haciendo y de repente aparecimos nosotros diciendo «Miren, eh, nosotros también estamos en los hospitales». Después hicimos una marcha a la Legislatura, hicimos un acto en la Facultad de Psicología (de la UBA) con muchas adhesiones, mucha gente importante dentro de la psicología que adhirió.
Las compañeras de la comisión de legales también han tenido avances. Están discutiendo con distintos legisladores y han presentado proyectos y van teniendo un adelanto en ese aspecto.

 ¿Dónde hay más obstáculos, resistencia? ¿El problema es dentro del hospital, el problema es del Gobierno de la Ciudad, del Área de Salud, de dónde vendría? ¿Quiénes son los responsables?

 En principio por supuesto el gobierno pone resistencia. De hecho nosotros tuvimos una entrevista con Stern que es el Secretario de Salud, sería como el Poder Ejecutivo de la parte de la Legislatura y el tipo la verdad, terriblemente duro. Dijo que no nos pensaba pagar, el gobierno tiene una postura de «encima que les hacemos el favor». Encima que les hacemos el favor de ponerlos en los hospitales a trabajar, nos vienen a pedir sueldo ¿no? Bueno le dijimos «pero entonces que va a hacer usted con la demanda porque mire si nosotros nos vamos ¿Qué va a hacer con los pacientes?» y el tipo llegó a decir bueno, rechazaremos la demanda. Esa es la postura. Igual esa no es la única resistencia.

 ¿Dónde más?

 También hay resistencia entre nuestros propios compañeros ¿no? Porque esto de que no vengan (a las asambleas del movimiento)… o sea, es como que nadie te dice «estoy en desacuerdo» pero hay gente que se lo toma como «y bueno, que se yo, me estoy formando…» no es demasiado problemático. Y hay gente que lo ve bien pero no se por qué no participa. En algunas gremiales de los hospitales también presentan algunas resistencias. Como que ven en nuestro movimiento algo que les va a generar algo contrario a ellos… no se. Pero las gremiales tienen algo de resistencia.

 ¿Cuáles pensás que son los hospitales más afectados?+

 Los que tienen más cantidad de concurrentes. O sea los monovalentes, son sólo de salud mental. Polivalentes es que tienen todas las especialidades médicas. Los que más hay son en el Borda, el Ameghino, el Álvarez. Bueno este último no es sólo de salud mental pero hay muchos concurrentes.

 ¿Tuvieron apoyo de otras organizaciones?

 Sí. Organizaciones de la Facultad, de la gremial de la facultad, todas las asociaciones de psicólogos, centro de estudiantes de la facultad. Hay gente del centro de estudiantes que participó de las asambleas, gente de la Legislatura del Partido Obrero vino de la Asociación Gremial Docente vinieron también.

 ¿Cómo crees que los ven el resto que no están afectados directamente?

 El tema es que no lo ven todavía. Justamente la idea es que queremos que nos vean. Como que se quedan bastante helados cuando les decís. Incluso los pacientes no saben y a veces con toda esta movida se enteraron… como que no entienden mucho que trabajes gratis en los hospitales. Los familiares, los vecinos, cuando se los decís «¿Cómo que trabajás gratis?». Pero todavía no tomó estado público.

 ¿Se reúnen con gente que sea de otras profesiones, fuera del área de salud?

 Sí, yo te decía que hay concurrentes de distintas especialidades, pero por lo menos que yo sepa no se están reuniendo ni querían revertir la situación ni nada de eso. En algún momento pensamos en gente fuera del hospital, periodistas meritorios. El tema es este: somos muy pocos como para hacer las actividades. Pero en algún momento dijimos de hacer alguna mesa, juntarnos justamente con meritorios, con los que trabajan en la justicia que también entran ad-honorem. Con los que tenemos muchas ganas de articular la cuestión es con los docentes ad-honorem, en la mayoría de las universidades se sostienen con ayudantes de cátedra y los co-ayudantes de cátedra con trabajadores ad-honorem.

 ¿Cuáles fueron los últimos pasos?

 Mirá, tuvimos una marcha el 14 de noviembre a la Jefatura de Gobierno para que nos incluyan en el presupuesto del año que viene. Después participamos en el Congreso de Madres de Plaza de Mayo, en dos mesas distintas, planteando nuestro problema. Y a fines de noviembre se presentó en la Legislatura un proyecto de ley de Capacitación para Concurrentes y Becarios.
El proyecto regula las condiciones optimas para que este trabajo deje de ser ad-honorem para pasar a recibir honorarios.



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