Uruguay: la Corte Suprema transfiere a Jueza que investiga casos de la última dictadura cívico-militar
La Suprema Corte de Justicia (SCJ) del país oriental trasladó de forma arbitraria de la órbita penal a la civil a la Jueza Mariana Mota, referente de la búsqueda por verdad y justicia desde la esfera judicial. Cerca de 1500 personas se movilizaron el viernes 15 de febrero en la SCJ para solidarizarse con la Jueza. La actividad se desarrolló entre tensión y represión policial. Por RebelArte – Uruguay
La Jueza Mariana Mota tiene una larga trayectoria en casos vinculados a los DD.HH. en la lucha por verdad y justicia. Ha desarrollado decenas de causas contra responsables del terrorismo de estado durante la dictadura cívico-militar, entre ellas: el procesamiento de Juan María Bordaberry y Juan Carlos Blanco, el caso de Rodolfo Perrini contra el Gral. Pedro Barneix, el asesinato a Ubagésner Chávez Sosa, las declaraciones de José «Nino» Gavazzo y Jorge «Pajarito» Silveira, entre otros. Además recientemente se enfrentó con el Ministro de Defensa Eleuterio Fernández Huidobro, cuando éste le impidiera a la Jueza realizar registro gráfico del Batallón N° 13 -en una clara actitud colaboracionista del ex-miembro del MLN y hoy adalid de la impunidad, Huidobro, para con los militares-.
La Suprema Corte de Justicia resolvió de forma más que arbitraria retirar a Mariana Mota de la órbita penal y pasarla a la civil. Esto se dio sin que la Jueza Mota pidiera traslado o hubiera cometido algún tipo de falta. Muchos organismos sociales y de Derechos Humanos de Uruguay entienden esto como una clara persecución política de los magistrados y una defensa de lo impunidad.
Mariana Mota tenía en proceso más de 50 causas de unos 600 folios vinculados al esclarecimiento de crímenes de terrorismo de estado. Este caso se suma al que sucediera algunos años atrás cuando Jorge Díaz retirara por motivaciones similares al Juez Ricardo Perciballe, al igual que con Gustavo Mirabal. El hecho no es aislado, y se enmarca en los que muchos considerar una campaña sistemática de la SCJ de cercenamiento del avance de la verdad y la justicia en colaboración con otros tantos miembros de gobierno.
El viernes 15 de febrero Mariana Mota debía prestar juramento -junto a otros jueces- en la SCJ. Diversas organizaciones sociales y vinculadas a la lucha por los DD.HH. convocaron a hacerse presentes para solidarizarse y apoyar a Mariana Mota. Más de 1500 personas concurrieron desde las 10 de la mañana (hora de la convocatoria). Gran parte de la manifestación se trasladó al interior del edificio de la SCJ. Ante el irresponsable pedido de los Ministros de la Corte, la policía comenzó a preparar la represión. Primero lo intentaron con cinco policías con protecciones de todo tipo, escudo y rostros cubiertos por pasamontañas; la gente que allí estaba movilizándose pacíficamente resistió el avance de los policías, quienes se tuvieron que retirar. Minutos después, volvieron a reprimir pero esta vez salieron cerca de 15 policías que se encargaron de atropellar personas de todas las edades, provocar a los manifestantes y agredir a quien estuviera cerca.
Cerca de las 14:30, la jueza Mota prestó juramento junto al resto de jueces. Mariana Mota se mantuvo con la mirada baja y la mano apenas estirada durante el paso de «saludo» de los miembros de la SCJ.
Durante toda la jornada Mariana Mota estuvo acompañada por familiares de desaparecidos, militantes de DD.HH., trabajadores y estudiantes. Su cara dejaba traslucir la emoción de la solidaridad y la bronca de lo que estaba por suceder.
Fuente: RebelArte