12/02/2006

Con las pulgas en la oreja

Desoyendo una vez más las resoluciones judiciales, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires clausuró en la madrugada del sábado 11 de febrero el Mercado de Pulgas. Los puesteros organizados resistieron el desalojo quedando virtualmente sitiados. Colaboración de Daniel Giovannini.


El sábado 11 de febrero a las 2:30, en plena madrugada, alrededor de quinientos funcionarios entre policías y empleados del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo del Arquitecto Federico Peña, Subsecretario de control comunal, efectivizaron la clausura del Mercado de Pulgas. En menos de media hora, tapiaron dieciséis de las diecisiete entradas del predio de Dorrego al 1600, con fajas que en la mayoría de los casos no tienen firmas responsables y cuando las tienen son ilegibles y sin sellos.

Quienes allí trabajan, alertados por una aceitada cadena telefónica, comenzaron a llegar casi inmediatamente dispuestos a resistir el desalojo. Algunos debieron entrar saltando muros para ocupar su lugar en los puestos.

Durante el día, en las afueras del viejo mercado de frutos, la policía montó un sitio que no permitió el ingreso de periodistas al predio. El operativo incluyó el corte de agua y energía eléctrica.

Pudimos ingresar y recoger opiniones de algunos de los protagonistas dentro del Mercado de Pulgas:

Según nos dijo Albornoz, un restaurador que trabaja en el mercado, el Juez suspende el desalojo y resuelve medidas cautelares: «Le ordenó al gobierno que viniese acá, al mercado y lo restaurara. Que arreglara la parte de la luz, la parte de salidas de incendio, de agua para bomberos… y bueno, el gobierno no lo hizo».

Al pedirle su explicación sobre lo que estaba sucediendo agregó: «la causa está por entrar en la Cámara el lunes o martes. Entonces lo que quieren ellos es meter el pie adentro para lograr el dominio del predio».

El problema comenzó hace más o menos un año cuando quisieron trasladar a los feriantes a un galpón lindante, recientemente construido y llamado M2. En su momento los trabajadores tuvieron sospechas sobre la forma de traslado entendiendo que era poco clara. Recurrieron entonces a la fundación Poder Ciudadano quien colaboró en el proceso que terminó en una presentación judicial.

Al parecer también para el Juez Zuleta, a cargo de la causa, la forma de traslado era incierta por lo que le pidió al Ejecutivo precisiones tales como que presentara planos, finalización de obra y nombre y apellido de los trasladados, a que lugar irían y en que fecha serían devueltos al mercado. Hasta este momento no existen constancias de que se hubieran satisfecho la requisitoria del juez.

En relación a la causa, Diego, un puestero del lugar, señaló: «El juez claramente les ordena que si tienen que llevar adelante una reformulación del predio deben hacerlo solamente después de una audiencia pública. No como en este caso que es un proyecto del Ejecutivo que no pasó siquiera por el Legislativo. Es un proyecto que a nosotros se nos ocultó, nos enteramos de sopetón, digamos. No tuvimos, a pesar de haber estado dieciocho años aquí, participación en el proyecto».

Para Diego, el Mercado de Pulgas ha sido un proyecto autogestionado como se pudo y no por elección, sino porque el Estado lo abandonó. Él entiende que siempre estuvieron a disposición de las autoridades para ver el curso que se le quería dar al emprendimiento. Se armaron comisiones, se dialogó y nunca se llevó adelante nada.

Por último, agregó: «En este momento es increíble pensar que vinieron con trescientos policías a clausurar un lugar, sin aviso, a las dos y media de la mañana donde hay gente que te abre las diecisiete puertas que tiene el lugar todos los días del año…es difícil de explicar. Por eso muchos dicen que hay algo detrás de este proyecto».

Daniel Giovannini



0 comentarios

1000/1000
Los comentarios publicados y las posibles consecuencias derivadas son de exclusiva responsabilidad de sus autores. Está prohibido la publicación de comentarios discriminatorios, difamatorios, calumniosos, injuriosos o amenazantes. Está prohibida la publicación de datos personales o de contacto propios o de terceros, con o sin autorización. Está prohibida la utilización de los comentarios con fines de promoción comercial o la realización de cualquier acto lucrativo a través de los mismos. Sin perjuicio de lo indicado ANRed se reserva el derecho a publicar o remover los comentarios más allá de lo establecido por estas condiciones sin que se pueda considerar un aval de lo publicado o un acto de censura. Enviar un comentario implica la aceptación de estas condiciones.
Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Ir arriba