Convertir el dolor en lucha. Testimonio de Mónica, mamá de Luciano Arruga
«Mi hijo me enseñó con su desaparición a no ser egoísta, a mirar alrededor, al costado, a no encerrarme”, dijo Mónica. Compartimos a continuación pasajes de su intervención durante la Jornada Cultural en Defensa de los Derechos de los Pibes. Por RNMA
Creo que ya lo dijo todo Angélica, y nos quedamos tiesos… nos deja, sin palabras la mamá de Kiki. Me toca a mi contar, cómo era Luciano…como todos ustedes, un pibe común, le gustaba ver a los amigos, ir a bailar, las chicas, le gustaba todo tipo de música, soñaba con conocer a Los Redonditos, le gustaba folklore la música, la diversión, la birra como decía él.
Era mi hijo, a veces alguno dicen muy a la ligera «negrito de mierda”, yo estoy orgullosa de tener un hijo negrito, inmensa, enteramente orgullosa. Hoy no lo tengo, el dolor, la angustia estará siempre. Cuando a los hijos se los pierde, no los tenés nunca más. Pero yo si me consumo, eso no me lleva a nada, tenés que hacer algo y empezás a hacer algo. Del dolor sacás cosas buenas.
El se enojaba con las injusticias y no podés ser egoísta y encerrarte en tu dolor y mi hijo me enseñó con su desaparición a no ser egoísta, a mirar alrededor, al costado, a no encerrarme porque si mi familia estaba bien se podía venir el mundo abajo y no soy la única, a muchas madres les pasa eso y está mal, mi hijo me enseñó a mirar al prójimo, a hacer mío el dolor ajeno, el dolor de otros, darle un abrazo a Angélica y decirle vas a encontrar justicia.
Aprendí a compartir más y compartir el dolor de muchas madres, mi hijo me enseño a ser más gente, más solidaria.
Hoy es lindo cuando viene un nene a mi casa y le doy un juguete, un lápiz, pequeñas cosas y podérselas dar, que mi casa se llene de chicos, No lo tenés a tu hijo, pero sos mejor persona.
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