«Ibarra se burla de nuestro dolor»
Ayer comenzó la primera audiencia en el proceso que se lleva adelante en la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires contra Aníbal Ibarra. Una vez desbaratado «el pedido de nulidad» que hiciera el suspendido jefe de Gobierno, se presentarán más de cien testigos para definir la separación o no del cargo. Cerca de las 18.00 hs una marcha convocada por el ibarrismo intentó un «abrazo simbólico a la legislatura» en apoyo al mayor responsable político de la muerte de 194 personas. La presencia de familiares y sobrevivientes de la Masacre de Cromañón junto a agrupaciones de izquierda y estudiantiles impidió la realización de este acto.
La audiencia comenzó con la lectura detallada de las 16 imputaciones, a pedido del acusado. Cerca de las 15.00hs, tomó la palabra el suspendido Jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, y argumentó el pedido de nulidad del juicio político en su contra. Se valió de los siguientes conceptos:
Afirmó que en la votación que dio inicio al proceso no se debatió sobre cargos y solo se mencionó genéricamente la figura de «mal desempeño de los deberes de un funcionario».
Cuestionó que se le imputen actos sucedidos durante su primer mandato. A su entender ese período y su actuación fue ratificado por la reelección del 2003.
Aseguró que se cometieron serias irregularidades de orden administrativo y fallas contrarias al reglamento interno de la Legislatura.
Finalizó enumerando todos los actos de impunidad por parte del Estado, en los últimos quince años. Desde los casos de gatillo fácil, la Embajada de Israel, AMIA, hasta las muertes recientes en el incendio del hotel de San Nicolás. Luego de esta, por lo menos extraña, manera de encarar su defensa, arriesgó que quizás se lo procesa porque no pertenece al Partido Justicialista (PJ) ni a la Unión Cívica Radical (UCR).
En el mismo sentido, Julio Strassera, uno de los abogados defensores del imputado, analizó la composición de la sala juzgadora para desacreditar las acusaciones.
En tanto, los familiares y sobrevivientes de la Masacre de Cromañón permanecieron desde la noche anterior a la espera de la primera jornada del proceso contra Aníbal Ibarra. Una parte de los familiares ingresó al recinto con las fotos de las víctimas y el resto, junto a organizaciones políticas y sociales, cortaron un carril de Avda. de Mayo.
ANRed conversó con familiares sobre las expectativas del procesamiento y la marcha que convocó el ibarrismo con el slogan «Verdad y Justicia»:
María Cristina Toledo, madre de Jacqueline Santillán:
«Estamos esperando que Ibarra se haga cargo de la masacre de 194 chicos y esta es la hora porque hace un año que estamos esperando el juicio político. Parece que Ibarra no vivió en nuestro país porque no se quiere hacer cargo de nada. Se ríe. Yo no sé de qué se ríe. Nosotros ya no tenemos ningún motivo para reírnos, nunca más. Se burla de nuestro dolor y convoca a esta contramarcha para que los padres nos peleemos entre nosotros. Sabemos, además, que la gente que trae Ibarra es paga. Sabemos que desgraciadamente hay padres que vendieron la sangre de sus hijos, cosa que nosotros no estamos dispuestos a hacer. Ibarra no tiene plata con que pagarme a mi hija: ni él ni nadie en el mundo. Entonces si los chicos tienen precio sabemos de que lado están. Apenas sucedió lo de Cromañón, Ibarra salió a ofrecer plata y no la quisimos. Nosotros queremos justicia y si él es responsable que cumpla con lo que corresponde. Para mí la justicia hoy sería que él no se ría de los familiares convocando a una marcha para enfrentar a los padres. Kirchner no se da cuenta que está sosteniendo a un muerto. Esto le podría haber pasado a cualquier gobierno, dadas las condiciones de este país, pero le pasó a Ibarra y es el que tiene que responder».
Ariel Rozengardt, abuelo de Julián Rozengardt:
«Hoy es importante que el movimiento Cromañón se haya movilizado de nuevo. Nosotros no tenemos que bajar nunca la guardia, porque no confiamos mucho en el aparato judicial. Estamos aquí para seguir reclamando justicia y lo demás es un trámite.
«La marcha que organizó Ibarra se puede interpretar fácilmente como una provocación, como tantas otras cosas que han ocurrido en este año que llevamos luchando. Están esperando que nosotros reaccionemos para endilgarnos la responsabilidad de una interrupción del juicio y de una cosa similar. Lamentamos que en la marcha participen familiares, si bien es una parte pequeña, que ha caído en la trampa del oficialismo, a pesar que esas personas han sido víctimas de la acción del Estado y del empresariado corrupto. Es parte de la realidad.»
Gallego, miembro de Asociación de Padres de Hijos Asesinos en Cromañón (APHAC):
«La injusticia nos arrastra a la locura. La falta de respeto me está colmando la paciencia. Cada hijo es único y cada padre es único de representar a su hijo. Lamentablemente las prácticas corruptas de los legisladores y su falta de respeto y de conciencia llevaron a la muerte a mi hija y a 193 hijos más. Mi vida terminó el 30 de diciembre del 2004. La Nación se llevó la vida de mi hija, quiero que me la pague con justicia. No quiero plata, nada. Si piensan que estoy loco no lo duden».
Cerca de las 18.00 hs, las columnas convocadas en apoyo del funcionario suspendido se extendían desde la esquina de Avda. de Mayo y Chacabuco hacia la Avda. 9 de Julio. Un cordón policial y media cuadra las separaban de los familiares, sobrevivientes y agrupaciones contrarias a este «abrazo simbólico». Ante este escenario, las columnas oficialistas tomaron Diagonal Norte y marcharon al ritmo de una orquesta de bombos e instrumentos de viento, hasta las vallas emplazadas sobre Hipólito Yrigoyen y Diagonal Sur. Allí se disolvió la movilización.
Luego de un cuarto intermedio de casi dos horas, que en un principio fue acordado en treinta minutos, la Sala Juzgadora rechazó el pedido de nulidad que hizo el propio Aníbal Ibarra y su defensa.
El procesamiento se desarrollará con los testimonios de más de cien testigos y la declaración del imputado para definir la separación o continuidad en el cargo del suspendido Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.