Subte, la historia misma escrita con lucha
El histórico paro de subtes, con una duración inédita de diez días, finalmente se levantó ayer al llegar a un acuerdo los Metrodelegados con al empresa Metrovías. De todos modos, los trabajadores dejaron en claro que el reclamo por paritarias sigue en pie, y es que detrás del escenario se esconden manejos políticos aun más poderosos que la medida de fuerza que afectó al millón y medio de pasajeros que transporta por día la red de Subterráneos de Buenos Aires. Por Varón de Lis, Secretaria de Prensa de AGTSyP.
La lucha de los trabajadores del Subte, que pasó el record del mundo que ostentaba el Subte de Francia con 9 días, parecía no tener fin, dada la gran demora en una respuesta concreta al reclamo de los trabajadores que desarrollan su actividad en los laberintos debajo de la Ciudad de Buenos Aires. Parece no haber una salida decorosa para el gobierno de Macri que se victimiza con declaraciones e imprecisiones en las que, es evidente, que no le interesa lo mas mínimo resolver este conflicto.
Sin embargo, como una lucha entre el bien y el mal, los trabajadores resisten los embates de un Gobierno de corte netamente liberal con un discurso publicista y la conciencia de un patrón. Y junto a él, Metrovías, una empresa del Grupo Roggio, que se ocupa solamente de los problemas propios, y que ha quedado en evidencia que ha tenido una gestión en la que sólo le interesan las cuantiosas ganancias que percibía a través de los Subsidios recibidos por el Estado Nacional.
Pero otro actor de esta novela es el histórico gremio UTA, que a estas alturas sólo tiene en la firma legal que lo hace representante de los trabajadores ante la ley, del cual los Metrodelegados se han separado hace más de cinco años. Un Secretario General, Roberto Fernández, que atiende los conflictos desde playas paradisiacas y que manda a levantar el paro de los trabajadores por los medios, sin que sus palabras tengan repercusión en la totalidad del personal de base.
La historia del conflicto comienza con el traspaso tan pedido por el Gobierno porteño, el cual ya tenia injerencia en la actividad dado que durante el gobierno de De la Rúa ya se había votado una ley en la que se declaraba la pertenencia de este servicio pura y exclusivamente a la Ciudad. Tras largas negociaciones durante el segundo semestre del 2011, el 4 de enero del corriente el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Bs. As., Mauricio Macri, firma el tan anhelado traspaso del Subte, rubricando con ella también un aumento del 127% al pasaje en ese servicio.
De ahí en más, no pasó semana que no hubiera novedad sobre el tema, pues en agenda estaba el tratamiento de paritarias del Subte, congeladas desde marzo de este año. En medio de todo estom la Ministra de Seguridad de la Nación, Nilda Garré, anuncia el retiro de la policía federal de los túneles, y comienza una fricción cada vez mayor entre el Gobierno de la Ciudad y el Estado Nacional, que a veces pasa de colores claros a oscuros intensos, colocando al Subte en medio de una disputa Política a nivel nacional.
Aún faltan detalles que no son menores. Por un lado, la empresa Metrovías, dirigida por el Grupo Roggio, que de la mano del traspaso deja de percibir los cuantiosos subsidios estatales y que de ahí en más comienza a demostrar que todas las denuncias de los Metrodelegados eran ciertas. La falta de mantenimiento deriva en una quita de trenes en servicio lo que añade malestar a la merma de un 20% de pasajeros sufrida por el aumento del pasaje. Además, todo esto se agrava con la sensación de inseguridad que se percibe después del choque de la formación del Sarmiento en Once.
La lucha de los gremios subterráneos no es un punto menor, dado que si bien la Unión Tranviarios Automotor (UTA) es el Sindicato que ostenta la firma que valida todos los documento, no representa más que a un puñado de trabajadores ligados al mismo por «deuda de favores”. Por otro lado, la Asociación Gremial de Trabajadores de Subte y Premetro (AGTSyP), ha logrado funcionar de un modo asambleario para las decisiones importantes, dado que toda determinación es consensuada en las asambleas de base.
La AGTSyP realizó un primer paro de 36 hs en el mes de junio, en el que se logra un acuerdo para seguir discutiendo el aumento de salario pedido: 28%, además de mejoras en las condiciones de trabajo. Le da un plazo de dos meses a la concesionaria del Subte para que considere sentarse a negociar las paritarias. Sin embargo, la empresa alega pérdidas y se desentiende de la situación. Un informe del Legislador Rafael Gentilli de Proyecto Sur [[http://rafaelgentili.com.ar/content/uploads/Informe_Metrovias_2_despacho_Gentili_mayo2012.pdf]], pone a la luz los negocios multimillonarios que el Grupo Roggio. Bajp el título de Metrovías, contrata otras empresas del mismo grupo para realizar tareas que dan dividendos millonarios.
Al haberse cumplido 10 días de paro en el Subte, el más largo de la historia del Subte en el Mundo, se llegó a un acuerdo de mejoras de condiciones de trabajo y un aumento del 23%. Si bien es la misma cifra acordada entre la UTA y la empresa hace una semana, los trabajadores decidieron aprovar, por ahora, el aumento menor para no seguir perjudicando a los otros trabajadores que día a día viajan en subte. La AGTSyP sólo pelea por su derecho a cerrar las paritarias en el marco de una actividad a la que se le debe la Ley de Insalubridad que fuera desechada por Aníbal Ibarra en su momento. Ahí van los Metrodelegados con la misma fuerza de sus asambleas y con la confianza de que esta pelea aún no ha terminado.