07/07/2012

¿Qué sucedió? Fernando Carrera

rnma_3-2.jpgTodo comenzó el 25 de enero de 2005, cuando el entonces comerciante de 30 años, casado y con tres hijos, Fernando Carrera, esperaba el cambio de semáforo en su Peugeot 205 blanco, a pocos metros del Puente Alsina, para cruzar desde Pompeya a Lanús. A partir de una causa armada por integrantes de la comisaría 34 de la Ciudad de Buenos Aires, fue acusado de haber cometido lo que se denominó como «la masacre de Pompeya”. El 6 de junio de este año, Fernando Carrera fue liberado tras 7 años de injusta detención, sin condena firme. (Por RNMA)



 Aquel 25 de enero de 2005 , efectivos de la Comisaría 34 buscaban a tres ladrones que habían realizado dos robos, e iban a bordo de un auto blanco.

 Al ver el vehículo de Fernando, los policías comenzaron a perseguirlo en un auto sin sirena, ni insignia alguna que lo identificara como Policía Federal.

 Desde su ángulo, lo que vio Carrera fue un auto acercándose a gran velocidad con una persona con medio cuerpo fuera de la ventanilla y un arma de fuego en la mano.

 Ante el temor de ser asaltado, Fernando aceleró y dobló hacia Capital, pero el efectivo le disparó de lleno en la mandíbula, dejándolo inconciente.

 Su auto recorrió 500 metros, con él -sin sentido- al volante, atravesó la Avenida Sáenz, y atropelló en el trayecto a dos mujeres y un niño, que murieron por el impacto.

 Los policías se bajaron del auto y volvieron a disparar sobre Carrera. En total, fueron 18 balas, 8 de las cuales impactaron en su cuerpo.

 Desde los medios de comunicación calificaron el hecho como «La Masacre de Pompeya” y relataron lo sucedido como un raid delictivo en el cual unos malvivientes habían asesinado a tres personas inocentes.

 Pero en realidad, se trataba de un nuevo caso de gatillo fácil
, y un armado de causas judiciales por parte de la Policía Federal.

 De esta manera, Carrera fue acusado de robo agravado y homicidio, y trasladado al penal de Marcos Paz.

 Durante las audiencias del juicio, cuatro de los testigos que, en la instrucción, aparecían diciendo que habían visto a Carrera disparar, lo negaron frente a los magistrados.

 Además, parte de las pruebas procesales desaparecieron misteriosamente; y ninguno de los damnificados por los robos reconoció a Carrera como el autor de los hechos.

 A su vez, todos los testigos afirmaron no haber escuchado sirenas durante la persecución.

 Sin embargo, el 7 de junio de 2007, el Tribunal Oral Nº 14, compuesto por Hugo Cataldi, Beatriz Bistué de Soler y Rosa Lescano, condenó a Fernando a 30 años de prisión.

 A fines de 2009, Nora Cortiñas, Adolfo Pérez Esquivel y Enrique Piñeyro se presentaron ante la Corte Suprema de Justicia bajo la figura de Amicus Curiae (Amigos del Tribunal), adjuntando un video en el que se mostraban las incontables irregularidades del expediente.

 Luego de que pasaran dos años sin que la Corte Suprema se expidiera sobre su caso, y un mes después que la ministro de Seguridad de la Nación, Nilda Garré, cuestionara la investigación que lo condenó; Fernando decidió iniciar una huelga de hambre, que mantuvo durante 3 semanas, para exigir una resolución.

 Finalmente, el máximo tribunal hizo lugar al pedido de revisión de la sentencia presentado por la defensa de Fernando, y revocó el fallo condenatorio. Sólo votó en disidencia, Enrique Petracchi.

 Tras el pedido de excarcelación presentado por sus abogados, Fernando fue liberado.

 Estuvo preso siete años por un hecho que no cometió y del que fue una de sus víctimas.

 Además, no tuvo condena firme durante un plazo que duplica los tres años máximos contemplados por la ley y los tratados internacionales en materia de derechos humanos, incorporados en la Constitución.

Fuentes: Correpi / elratihorrorshow.com



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