07/06/2012

Cozzani admitió el uso de tortura con picana como método para conseguir información

tapa-595.jpgNorberto «El Negro” Cozzani, ex cabo dela Policía Bonaerense y uno de los acusados en este juicio pidió ayer ampliar su declaratoria y habló frente al Tribunal por más de dos horas. Admitió haber formado parte de los secuestros, de las sesiones de tortura y de la investigación sobre la venta de Papel Prensa y justificó la utilización de picana eléctrica para conseguir información. Por Cobertura del Juicio al circuito Camps – Colectivo de Trabajo


A partir del comienzo de la segunda etapa del juicio, donde se tratan los secuestros y vejámenes en los centros de detención Puesto Vasco y COT 1 Martínez, Lidia Papaleo, la viuda de David Graiver y el hermano del empresario fallecido, Isidoro Graiver, relataron las amenazas y presiones para que vendan las acciones de Papel Prensa que les había quedado. Además ambos relataron que reconocieron a uno de sus torturadores: Norberto Cozzani. El abogado defensor del ex cabo dela Policíaal instante pidió al Tribunal un espacio para que su defendido amplíe la declaratoria. Y así fue que ayer martes, luego de dos testimonios que cerrarían la semana, Cozzani se sentó en la silla frente a los jueces del Tribunal y habló.

«Yo presencié el paso de corriente eléctrica” fue una de sus declaraciones más fuertes, y en ese sentido, de las primeras veces que un represor admitió en un juicio de lesa humanidad, por lo que algunos periodistas hablaron de que «rompió el pacto de silencio”.

«En Puesto Vasco yo llevaba los detenidos, estuve presente en tres o cuatro interrogatorios, incluso en los que vi el paso de corriente eléctrica, pero estoy lejos de ser el torturador o el interrogador”, dijo, Y contó que en el caso Graiver, él mismo y el Comisario mayor lberto Rousse eran los encargado de las investigaciones del caso sobre las venta de la acciones: «no queríamos que nadie tomara cartas en el asunto”. Agregó que el comienzo fue «ni bien fue detenido el señor Juan Graiver (padre de David e Isidoro) y ni bien fue detenida la señora Lidia Papaleo de Graiver”. Admitió que durante los interrogatorios les preguntaban «cómo era la conformación del grupo, cuántas personas eran y dónde estaban”.

Respecto a Lidia Papaleo, Cozzani admitió que a la psicóloga le aplicaron picana eléctrica «en todo el cuerpo”, también reconoció aplicarles este método de tortura a Juan e Isidoro Graiver y a las secretarias Silvia Fanjul y Lidia Angarola. Ahimismo fue que realizó una de las declaraciones más importantes: intentó explicar que las torturas no las aplicaban «por sadismo, sino por necesidad”. «En lo que yo vi no hubo sadismo ni ninguna de las barbaridades que dijo la señora Papaleo”.

Según Cozzani, estas vejaciones eran «necesarias” para obtener información en los primeros instantes del secuestro. «Después de la tortura todo fue más fácil porque comenzaron a contradecirse”, explicó cínicamente.

El ex policía dijo sobre el COT 1: «El Coti era el Centro de operaciones Básicas e Investigaciones, no tenía número y tenía sus dependencias básicas dentro de la Policía de Buenos Aires, dependía del Director de Investigaciones que era Etchecolatz y de Rospide, que era el Director de Inteligencia de Camps”. Por otra parte dijo que «Tarela trabajaba en Martinez por que trabajaba con Rospide”.

El ex cabo de la Policía Bonaerense admitió ser uno de los custodios de Etchecolatz: » yo desde el 76 no me moví de al lado de la custodia Etchecolatz, que eramos 27 hombres…sentimos bastante aprecio por Etchecolatz”.

Explicó también su tarea respecto al Caso Papel Prensa: realizaban «cada viernes dos carpetas con las novedades de la investigación destinadas a Suárez Mason, Gallino y otra parala Secretaríade Presidencia. El informe de Gallino era el más completo”. Según afirman en el portal Diagonales Web, «Informes del Ejército de abril de 1977 dejaron asentado que Gallino mantuvo reuniones con los directivos de entonces deLa Razón,La Nacióny Clarín”.

Cozzani admitió también que despojaron a Lidia Papaleo y a Jacobo Timerman de las acciones del DiarioLa Opinión, luego de una reunión con los dos detenidos y el posterior secuestro de los papeles en un departamento platense.

También justificó la apropiación de Papel Prensa por parte de los militares a la vinculación del empresario David Graiver con la organización Montoneros, así desligó a Clarín,La Nación yLa Razóncomo partícipes de las presiones sometidas contra la familia Graiver; agregó respecto a esto que obtuvo más información sobre el caso por investigaciones del Ejército.

Finalmente, para intentar mostrar las diferencias hacia dentro mismo de los acusados, Cozzani pidió protección del estado como testigo, diciendo que: «después de esto voy a ver que cierren con llave la puerta de mi celda todas las noches”.

«La Comisaría Quinta era un depósito, éramos un paquete”

Dos nuevos testimonios cerraron la semana de audiencias esta semana, Zacarías Moutoukias habló a través de videoconferencia desde París y contó su cautiverio luego de ser secuestrados con dos compañeros de Facultad; luego, José Canziani relató su detención y describió el abandono sufrido en la Comisaría Quinta.

Moutokias Zacarías es uno de las tres personas que fueron secuestradas aquel 30 de Agosto en un departamento frente a la comisaría novena, en 59 y 5. Zacarías estaba por tocar el timbre a Liliana Zambano, para pedirle los apuntes de una materia de la carrera de Historia, que Liliana había recién aprobado y que se prestaba a preparar la cena de festejo, esa noche, junto a su Gilbert. «Un grupo armado me condujo a un lugar donde estaban ella y Gilbert con una capucha en la cabeza apoyados contra la pared”, describió el hombre desde México una imagen temible.

Fueron los tres trasladados a la Brigada de Investigaciones en y pasaron la primer noche ahí, la mañana siguiente «nos condujeron a un lugar 20 minutos aproximadamente, por asfalto, luego por tierra, luego una tranquera… se escuchaban ruidos de trenes y aviones”. Habían llegado al centro clandestino de Arana. ”Entramos en un sitio grande con los ojos vendados y las manos atadas – continuó describiendo – y luego nos condujeron a algo que parecía un pasillo y me pusieron en el último de una serie de calabozos, en los otros estaban Liliana Zambano y Gilbert”.

Los primeros días lo interrogaron «sobre política”. Escuchó luego cómo torturaban dos veces a Zambrano y una vez al otro joven. «La noche que me torturaron… las preguntas eran bastante incoherentes porque yo había dejado de militar hacia un tiempo”, relató.

A los dos días fueron nuevamente llevados a «Robos y Hurtos”, reconocieron esa vuelta porque «Liliana reconoció una taza en la que había bebido agua la primera vez”. Contó también un grupo de «colaboradores”, aquellos militante que habían sido «quebrados psicológicamente”, como describió en su testimonio- – – y contaron varios otras víctimas. También conocieron a la odontóloga Lidia Fernández, que fue desaparecida. Y las visitas del capellán de la Policía, Christian Von Wernich.

«Al cabo de unos días nos llamaron por separado, nos llevaron a una oficina y nos entrevistaron; de pronto un día nos liberaron”, concluyó la cronología. Y finalmente: «Después de mi liberación a través de la embajada conseguí trabajo en Grecia y volví en el 84, yo era militante de lo que ahora es el PO (política obrera)”.

José Alberto Canziani fue secuestrado el 19 de Septiembre del 76. También fue trasladado a BILP «donde fui interrogado de las dos maneras, en forma verbal y en forma de torturas”. Contó que pertenecía a la JUP «pero que nunca había cometido actos de terrorismo ni había estado armado”. De la Brigada fue trasladado a la Unidad Regional y de ahí a Comisaría Quinta, «donde empezó el calvario, éramos un paquete”.

El testimonio de la víctima se centro en el trato en esa Comisaría, que en la actualidad sigue funcionando. «Varios de nosotros sufrimos una gastroenteritis grave, yo perdí como 15 kilos… nos bañaban a manguerasos… no fuimos torturados, solamente un depósito”. Y explicó que: «En Brigada a diferencia de la Quinta es que en brigada se torturaba y en quinta no. Pero en brigada se comía y en quinta no”

«En los interrogatorios nos preguntaban por nuestra militancia gremial. Inclusive en un momento ellos como en el hipódromo trabajaba mucha gente de la CNU esta gente fue a preguntar si Lovazzano y yo andábamos con armas de fuego en nuestro poder”.

Luego fue trasladado a Arana. Allí también se torturaba, según aseveró Caziani, pero explicó que él había sido llevado allí para recuperarse, «así que nos daban comida”. Y dijo que quienes dirigían la tortura era de «los movimientos políticos que habían pasado a colaborar con Von Wernich y el comisario Páez (uno de los acusados que miró en Febrero)”

Finalmente fue trasladado al Pozo de Banfield por dos meses; allí escuchó a militantes uruguayos
tupamaros detenidos en Argentina, «gritaban que los que estábamos de este lado salíamos y los que estaban del lado de ellos no salían”. Fue liberado el 8 de Marzo de 1978. «Me dijeron que tenía que renunciar (al hipódromo) y nunca más volví a trabajar ahí”.


Cobertura del juicio «Circuito Camps»

Desde el Colectivo de Trabajo, Facultad de Periodismo y Comunicación Social – UNLP, te invitamos a sumarte a la cobertura de este juicio a 25 represores por 5 centros clandestinos de la zona de La Plata. Escribinos a bondi.perio@gmail.com



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