14/03/2012

Pascual o Manuel: relatos de un ex preso político de las causas indígenas

1-737.jpgSe refugió en Argentina entre el 2005 y 2010, regresó a Chile donde fue encarcelado y ahora, con veintiocho años, regresó al país para reencontrarse con sus amigos y contar sus vivencias. Convicciones fortalecidas para el joven militante mapuche. Por Indymedia Pueblos Originarios.


El jueves 1 de marzo en la Estación Provincial de La Plata se realizó una
actividad para dar la bienvenida a Pascual Pichún Collonao, o Manuel
Lonkopan
, como se lo conocía en muchos lugares, un caso testigo de la criminalización
de las luchas de pueblos originarios en Latinoamérica. «El mapuche jamás pierde
la capacidad de sonreír, por eso esta forma de reencuentro, de fiesta. Es una
pequeña lucha ganada», dijo en la charla que brindó en la denominada «Peña
Peñi»
, donde incluso cantó algunas canciones.

El comunicador mapuche estuvo una semana de visita en Buenos Aires y en la ciudad
de las diagonales, donde estudió la carrera de periodismo en la Universidad
Nacional de La Plata
(UNLP). En febrero de 2010 volvió por propia voluntad
a Chile, donde fue rápidamente apresado por una condena pendiente vinculada a
los reclamos de su pueblo. Su padre y su hermano ya habían sufrido varios años
de cárcel en el marco de los conflictos territoriales de su comunidad Temulemu

con las grandes empresas forestales, donde el Estado les aplicó la Ley Antiterrorista
de Pinochet
. En Argentina, sus amigos y compañeros crearon la Comisión
Pascual Libre
y realizaron campañas para lograr su liberación, la cual se
concretó en noviembre de 2011 tras obtener la proscripción de la condena.

«Buenas noches amigos, hermanos, compañeros, es una alegría enorme encontrarme
con tanta gente que conocí en el camino, y que de alguna forma me brindaron espacio.
Sin gente tan importante como Radio Estación Sur, Zulema (Enriquez),
varios de mis amigos, no hubiera sido posible estar, y que hoy día estemos reunidos
aquí es un fruto de eso, de todo lo que compartimos y conversamos», comenzó expresando
el activista mapuche, a quien se lo vio con las convicciones fortalecidas y brindó
importantes definiciones.

«NO NOS QUEDAMOS EN EL LAMENTO»

Mi intención siempre fue de alguna forma, hablar, mostrar, generar el interés
para conocer las realidades que está viviendo el pueblo mapuche en Chile. Una
realidad difícil, que día a día se sufre, pero no es un sufrimiento de dolor,
no nos quedemos en el lamento. Justamente ese maltrato que cotidianamente, y sistemáticamente
el Estado chileno genera contra nosotros, es la fuente que nos genera el newen,
la fuerza para luchar en contra de este sistema capitalista, invasor, que tiene
por encima de cualquier derecho fundamental humano o colectivo, el derecho a resguardar
principalmente las inversiones capitalistas en nuestro territorio.

«SI HOY NO DAMOS ESTA LUCHA, EN VEINTE AÑOS QUIZÁS NO EXISTAMOS MÁS»


El fundamento de nuestra lucha es contra un sistema capitalista, que nos invade,
y que nos es transversal a todos los sectores (sociales). Sabemos que como pueblo
originario si hoy día no damos esa lucha, en diez años o en veinte quizás no existamos
más. Lamentablemente, es así, por eso es tan importante. Porque tenemos derechos,
derechos ancestrales. Porque estamos dentro de un Estado: hay comunidades mapuche
en Chile y en Argentina, nos impusieron su identidad, su legislación, su Constitución,
y no nos quieren permitir que nosotros mismos decidamos nuestro futuro.

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«EL 70% DE LOS MAPUCHE JÓVENES TIENE CONCIENCIA»


Creo que principalmente la generación mía, de más jóvenes, ha tomado conciencia
y hoy podemos decir que en Chile el 80% el 70% de los mapuche jóvenes tiene conciencia,
está luchando, está comprometido con su comunidad, su gente, su pueblo. Eso es
bonito porque significa que la lucha mapuche a pesar de que tiene 500 años, porque
es un pueblo que nunca se rindió, sigue vivo, sigue tan joven como siempre, y
se va a acabar solamente cuando nos liberemos, cuando tengamos el derecho que
nos corresponde a nosotros como pueblo originario. Decidir nosotros por nuestro
futuro, que no venga un Estado a imponernos las leyes o la forma de vivir, de
pensar…

«ORGULLOSOS DE SER UNA PIEDRA EN EL ZAPATO»

Tener ese pensamiento y de alguna manera ser consecuente con el compromiso, real,
concreto, en la práctica, obviamente es una molestia para cualquier Estado. Los
mapuche en Chile somos una piedra en el zapato, y orgullosos de serlo, queremos
ser eso, un obstáculo al avance imperial, capitalista, a los intereses que solo
buscan exterminar nuestros recursos naturales, a nosotros como pueblo originario.

Obviamente que trae consecuencias, como la que viví yo, como la que viven montones
de peñis, de hermanos, como la que padecen montón de familias, de comunidades:
allanamientos constantes, persecución, asesinatos, como el caso de Alex Lemun,
Collio, como el peñi Matías Catrileo, que fueron jóvenes que entregaron
su vida al servicio de su pueblo. Uno tenía 17 años, otro 22, el otro 24… todo
un futuro por delante. Sin embargo, la política del Estado va por encima de cualquier
cosa, de cualquier derecho.

«LOS PEÑIS PRESOS TIENEN CONCIENCIA POLÍTICA»

Por más complicado, o por más cruel que parezca estar preso, uno siempre lo afronta
como «un resultado de». Si a un peñi lo meten preso, no es porque sea un buen
mapuche, que esté bailando choike, folklore y bonito para el turismo. Esos tienen
conciencia política, y su práctica la llevan día a día a generar autonomía, a
dejar de depender del Estado, porque justamente su política es el sometimiento
a través de los subsidios, de los proyectos… y eso no permite pensar al final.
Hay mucha seguridad en muchos sectores, zonas, que están en proyectos de autonomía,
y creo que esa es la principal preocupación hoy día, por eso la represión tan
cruel.

«EL PUEBLO MAPUCHE JAMÁS PIERDE LA CAPACIDAD DE SONREIR»

Quería contarles en rasgos más generales sobre las realidades mapuche. Es bueno
conocer de la gente que entrega su vida, pero también hay muchas otras bonitas
que pasan adentro, porque el pueblo mapuche de tanto sometimiento, de tanto dolor
jamás pierde la alegría, la capacidad de sonreír, y eso se conoce poco.

Entonces por eso esta forma de reencuentro, de fiesta. Es una pequeña lucha ganada,
y yo me siento orgulloso de estar aquí, de tener a tantos amigos, compañeros,
que si están, es porque de alguna forma hemos tomado conciencia, con respecto
a las realidades de los pueblos originarios en general y al pueblo mapuche en
particular.

Saludos, muchas gracias a la Comisión, por haberme invitado a llegar hasta
acá, y muchas gracias por este espacio y por tanto cariño. Diez veces venceremos.
Marici Weu.

– Agradecimiento a Javier Sahade (Revista La Pulseada) por el audio de la charla.

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Fuente: http://argentina.indymedia.org/news/2012/03/810401.php

Fotos

Portada: Gabriela B. Hernández

Interior: Karina Guanca y Movimiento en Defensa de la Pacha



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