Los niños tras el desalojo del Hotel Humberto Primo
Situación de las familias del Hotel «Humberto Primo», en la Ciudad de Buenos Aires, tras el desalojo del 22 de diciembre. Fotos y texto: Imagen Insurrecta.
Luego del desalojo del 22 de diciembre, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires entregó 1200 pesos de subsidio por mes para que las familias se reubiquen. Esa cifra no alcanza para lograr alquileres decentes, y muchísimo menos para familias que son numerosas. Una familia se negó al subsidio porque ello significaría tener que separarse, dado que cuentan con 9 menores de edad y una embarazada de 2 meses. En un ambiente no podrían convivir.
Cabe destacar también que los hoteles no suelen aceptar familias con niños, entonces aceptar ese subsidio es más un inconveniente que una solución.
Desde el Estado respondieron a los ex inquilinos del Humberto 1º que busquen un alquiler en provincia y ellos se harían cargo.
Los días pasan y la familia no puede solucionar el problema sola.
Mientras tanto, los niños juegan en el asfalto de los 37º de la ciudad, y el gobierno lo sabe. ¿Acaso no es violencia esa situación?
Nota de cámara:
Mariana, la madre de los niños, me comenta: «Los nenes están angustiados, los mas chiquitos tienen bronca, las nenas tienen verguenza, las adolescentes también. No entienden lo que sucede». Vanesa reposa sobre una heladera vieja en medio de la calle, y le da la espalda al hotel que fuera su casa durante una década, mientras con su mano envuelve sus dos meses de embarazo.
A poco me voy acercando a cada individuo familiar, y un par de niñas juega con un bebe de juguete. Cuando quiero tomarle una fotografia, le cubre el rostro con su mano -al bebé de plástico-. Como queriendo protegerle la dignidad.
Nota mental:
El artículo 16 de la convención de los derechos del niño consensuada por la ONU insta a la privacidad del niño y la de su familia a vivir dignamente y a los estados a proteger la imágen de los niños. Así figura en la página del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.