Una operación policial que huele mal

El lunes 17 de octubre de 2005, un fuerte operativo de
seguridad coordinado por la Policía y el Servicio
Penitenciario bonaerenses detuvo injustificadamente a
Nelson Fabián Sampietro y Azucena Racosta, miembros
del Proyecto de Comunicación Popular «Radio La
Cantora», en la Ciudad de Trenque Lauquen, provincia
de Buenos Aires.

Un comunicado de Radio La Cantora, distribuido esta
semana, dice que «es de público conocimiento que el
proyecto Comunicacional «Radio La Cantora» viene
trabajando desde hace catorce años con liberados y
personas privadas de la libertad en distintos penales
pertenecientes al Servicio Penitenciario Bonaerense y
Federal. Su objetivo es el acompañamiento a los
detenidos en el proceso resocialización, a partir del
fortalecimiento del vínculo con las familias y la
reinserción de los liberados en el campo laboral.

En julio de 2005, Fabián Sampietro había recuperado la
libertad en forma condicional, tras la resolución de
la Cámara de Casación Penal de la Provincia de Buenos
Aires, a partir de un reclamo realizado por el
Secretario de Ejecución Penal de Bahía Blanca, doctor
Germán Kiefl, por lo excesivo e inadmisible del plazo
de prisión preventiva que venía cumpliendo sin
sentencia firme desde 1995. Horas después de
presentado el recurso, la Sala II de la Cámara de
Apelación y Garantías en lo Penal de Bahía Blanca,
hizo lugar a la excarcelación.

Azucena Racosta es coordinadora de La Cantora y
docente e investigadora de la Facultad de Periodismo y
Comunicación Social de la Universidad Nacional de La
Plata (UNLP).

Desde julio, Sampietro, continuó su participación en
«Radio La Cantora», y estaba avocado a la concreción
de diferentes proyectos productivos, al acompañamiento
de otros miembros del colectivo de comunicación, y
participaba en diversas actividades como las «Jornadas
de Medios Comunicación y Violencia» organizadas por la
Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la
UNLP. A su vez, dio charlas sobre comunicación
popular, narrando su experiencia en Radio La Cantora,
en la Cátedra II de Comunicación y Teorías de la misma
unidad académica; y el sábado 15 de octubre participó
como asistente de coordinación de los talleres de
reflexión del Encuentro de ONG`s del Partido de
Ensenada (provincia de Buenos Aires), donde se
discutían las diferentes problemáticas de los jóvenes
de esa comunidad.

Durante todo este tiempo, Fabián Sampietro era
controlado semanalmente por el Patronato de Liberados,
tarea que se complementaba con la visita semanal a su
domicilio de una trabajadora social de esa institución
(Fernanda Kilduff). Por otra parte, la Secretaría de
Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires venía
trabajando en relación al caso particular de Fabián, y
colaborando en el acompañamiento de su libertad.

El día 16 de octubre por la noche, Fabián Sampietro
viajó acompañado por Azucena Racosta, a la ciudad de
Trenque Lauquen, con el objeto de acompañar a Miguel
Ángel Pontecorvo, miembro de La Cantora que iba a
participar de una rueda de reconocimiento en la
Fiscalía de esa ciudad.

El comunicado de La Cantora explica que, «a las 6:30
AM llegaron a la ciudad y Fabián Sampietro y Azucena
Racosta desayunaron en la terminal de ómnibus y dieron
un paseo por la ciudad, hasta las 8 AM cuando se
presentaron en Defensoría. Allí hablaron con la
secretaria del Defensor Oficial, Dr. Carlos Courtois,
para luego dirigirse al Hotel de Trenque Lauquen para
descansar unas horas, guardando en la cochera del
mismo el automóvil Fiat Duna blanco, patente AQF 949.
A las 11:15 salieron del Hotel, dejando sus
pertenencias en dicho establecimiento y el auto en la
cochera, para recorrer las tres cuadras que los
separaban de la Fiscalía a pie.

Al llegar a la Fiscalía del Departamento Judicial
Trenque Lauquen, pasan entre la custodia policial y
Samprieto preguntó por Miguel Pontecorvo en la
ventanilla de Informes. Como la empleada les dijo que
esperaran un instante, salieron a la vereda a fumar un
cigarrillo. Al cruzar la puerta, un operativo de
aproximadamente 20 policías fuertemente armados les
hace levantar las manos y los coloca contra la pared,
donde son requisados, ante fotógrafos de medios
locales y cámaras de televisión.

Mientras eran requisados, los uniformados les quitan
la cartera y el portafolio que ellos llevaban, casi al
mismo momento aparece tirada en la vereda una pistola
Marca Berza Thunder, calibre 9 mm. El arma tenía 15
proyectiles en el cargador, y una en la recámara,
añade el documento distribuido por La Cantora.

Racosta permaneció privada de su libertad durante
varios días, mientras que Samprieto, en idéntica
situación, fue trasladado a un penal de la provincia,
donde llegó a encontrarse en delicada situación de
salud.