FLIA: el Sur también existe
Durante toda la tarde y noche de ayer, sábado 20 de agosto, tuvo lugar en el Centro Cultural La Toma de Lomas de Zamora la FLIA Sur (Feria del Libro Independiente y Autónoma), que convocó a una gran cantidad de colectivos y cooperativas culturales, editoriales, escritores independientes, fanzines, publicaciones alternativas, revistas, grupos de artes visuales y serigrafía, músicos, actores, titiriteros y demás expresiones artísticas autogestivas. Con una gran concurrencia de público, la cultura alternativa dijo presente en el sur. Imágenes: ANRed.
La independencia como resistencia cultural
Para cualquier nuevo visitante, subir los tres pisos del edificio del Centro Cultural la Toma y entrar a la FLIA Sur es como descubrir los nuevos horizontes de un sorprendente hábitat cultural.
Una vez acostumbrado a la sorpresa de encontrar una multitud de puestos y personas que recorren la feria, se puede descubrir en un primer vistazo las más variadas propuestas del mercado alternativo editorial. En el suelo, en enormes mantas, los fanzines y las películas dibujan un laberinto donde las temáticas sociales como la represión a las luchas populares y la crisis mundial dominan el espacio.
Cercano al ideal comunitario, el espíritu de la feria se puede resumir en el simple acto de compartir, o, como bien explica Diego Yacuzzi, uno de los organizadores de la FLIA Sur:” lo que se intenta en la feria es difundir el arte independiente y la autogestión”. En sus orígenes según comenta diego:” La FLIA Sur nació hace un año a partir de la publicación de revistas locales como NAN y otras que se fueron sumando”. La organización de la feria no es un asunto menor ya que controlar que todo funcione de acuerdo a las necesidades de los expositores y los visitantes, lleva tiempo y preparación. Son quince los encargados de preparar y el lugar y coordinar durante la semana las reuniones donde se proyectan los eventos culturales de la feria y los espacios para los manteros. El resultado final no solo se concreta en el ir y venir de los libros y la disposición de un espacio pensado para caminar, sino también en el gesto de la feria que posibilita un encuentro entre lo alternativo y lo independiente. Una práctica solidaria que en definitiva dejan en claro los organizadores: » se trata de una resistencia cultural, de ir en contra de las privatizaciones que son cada vez más grandes y que hacen que queden cada vez menos espacios”.
Junto a los puestos de artesanías en una gran cantidad de mesas, se encuentran diversas propuestas editoriales en libros que van desde recuperar la obra de las tradicionales figuras del anarquismo, como Bakunin o Emma Goldman, a publicaciones que retoman las políticas de género u ediciones de obras autogestivas de escritores noveles. Durante la tarde en un escenario apartado de la feria, diferentes grupos musicales de reggae o percusión alternan su actuación con actores de varieté que representan una obra para un público que busca descansar un poco la atención de la letra impresa.
