Trabajadores del Frigorífico Paloni exigen trabajar bajo control obrero

El 23 de agosto pasado, luego de 13 días de la paralización total de las actividades y meses de reclamo por sueldos adeudados, los trabajadores decidieron tomar las instalaciones y resolvieron embarcarse en la tarea de producir bajo control obrero.

Todo comenzó con una medida de fuerza en reclamo de sueldos adeudados desde julio, inclusive muchos trabajadores estaban sin cobrar desde enero. A la mayoría se les adeudaba aguinaldos, ayuda escolar y salario familiar además de haberes de enero y febrero en algunos casos.

Desde hace dos años la empresa no realiza los aportes sociales, de cuota sindical y previsionales, pero le eran descontados a los trabajadores de sus recibos de sueldo.

Ante la insistencia de los trabajadores por los pagos que se les adeudaba, Jorge Paloni, titular de la firma, solo adujo que no contaba con el dineral para afrontar ese desembolso y ofreció pagar a los trabajadores a futuro sumas irrisorias.

Sin embargo Paloni contaría con recursos cuando, ante la indiferencia de los patrones al reclamo concretó, cincuenta trabajadores entre personal de faena, choferes, empleados de abasto y administración decidieron tomar la planta en forma pacífica, el 10 de agosto, para sacudir la apatía de los propietarios.

Allí fue cuando dos días después de la toma, el titular de la empresa en un intento de desalojo se presentó en la planta ubicada en Ruta 3 Sur-Bahía Blanca junto a su abogado, un escribano y agentes de la policía bonaerense para expulsar a los trabajadores.

No obstante los empleados junto a vecinos, particulares de la zona y la colaboración de organizaciones lograron evitarlo y aún se mantienen custodiando las instalaciones para evitar el vaciamiento de las maquinarias.

Según relatan los trabajadores en un comunicado de prensa «la situación económica de la empresa es caótica». La firma además se presentarse a concurso de acreedores, cuenta con embargos de bienes muebles e inmuebles hipotecados en el Banco Nación.

«Ocupar, resistir, producir» es la consigna que levantaron los 50 trabajadores que manifestaron no doblegarse y seguir peleando hasta conseguir trabajar bajo control obrero, «para que seamos realmente una comunidad» y no «una máquina de triturar gente y sueños. Queremos trabajar y esta es nuestra fábrica».

Al presente están gestionando la concreción de trabajar bajo control obrero y apelan a la solidaridad de la sociedad para llevar adelante tamaña tarea. «La historia se repite, ayer fueron Brukman, Zanón y tantos otros. Hoy nos toca en Bahía, y nuevamente somos los trabajadores quienes debemos soportar el peso de la inequidad».