Festival antirrepresivo en Loma Hermosa
Más de doscientas personas denunciaron el gatillo fácil, a raiz del asesinato de Sebastián «Choco» Cabrera y Walter Méndez, dos jóvenes acribillados por la espalda por miembros de la Policía Bonaerense la noche del lunes 2 de junio.
La plaza Churruca se ubica en el partido de Tres de Febrero, territorio de intendente y punteros menemistas, a pocas cuadras del arroyo Reconquista, zona de márgenes, del partido y de pobreza, y donde se convive con el olor de las quemas de basura. Pocos kilómetros hacia el sur está la base aérea militar El Palomar. Pocos metros hacia el oeste, ya San Miguel, se encuentra la base del Ejército Campo de Mayo. En ese escenario las organizaciones del campo popular realizaron un Festival Antirrepresivo.
Más de doscientas personas se congregaron el pasado domingo desde las tres de la tarde en la plaza para denunciar el gatillo fácil, realizar pintadas, y compartir el arte de murgas y bandas de rock. El hecho principalmente denunciado es el asesinato de Sebastián «Choco» Cabrera y Walter Méndez, dos jóvenes acribillados por la espalda por miembros de la Policía Bonaerense la noche del lunes 2 de junio.
Cerca de las 16 hs. se inició el festival, con la coordinación y presentación de las actividades por parte de la organización Comuneros Libres. Abrió la murga Caprichosos de Caseros. Posteriormente tocó la banda punk Mata Karneros. Siguieron las palabras de Ester Lobato, madre del joven asesinado Maximiliano Miño, quien no pudo contener sus lágrimas. Luego, la murga Los Magos de la Ilusión, de Ituzaingó, que llenó la plaza con humos de diversos colores mientras los vecinos miraban asombrados. Mientras se rearmaba el escenario, la madre de Sebastián «Choco» Cabrera, América, tomó el micrófono y se dirigió al vecindario afirmando que los jóvenes son «víctimas de este sistema, sin trabajo, sin futuro, en una sociedad injusta para los pobres». Finalizaron las bandas de rock Emociones Perdidas y Ácidos Populares y la murga Poseídos por Pomo.
Choco y Walter fueron asesinados por una pareja de policías porque supuestamente habrían intentado robar un ciclomotor. Las pericias demostrarían que los jóvenes fueron baleados a 20 metros de distancia por el sargento Walter Méndez y su novia la cabo Adriana Paroni, la noche del lunes 2 de junio. Además Choco fue rematado en el lugar ya que, según la pericia, algunos disparos indican que la posición del tirador fue con rodilla en tierra. Walter, de 16 años, falleció dos días después en el Hospital Bocalandro. Según CORREPI, «los testigos que se presentaron espontáneamente a la familia ya han comenzado a ser amenazados por la policía».
Sergio «Cucú» Cabrera, hermano de Choco, es militante CORREPI y también fue víctima de la bonaerense cuando le aplicaron «submarino seco» en la comisaría 1ª de San Martín. Además colabora activamente en un comedor popular en Martín Coronado. Afirmó que «la lucha contra el gatillo fácil es sólo una de las patas de nuestra tarea. Después está la denuncia política sobre la agresión que sufrimos los sectores populares. En este caso en particular yo soy doblemente víctima. Ya fui torturado por esta policía y ahora me toca como familiar sufrir la muerte de mi hermano en manos de un policía que lo mata por la espalda».
Las diversas organizaciones del campo popular que se hicieron presentes y que comienzan a articular su trabajo en la zona fueron el Foro de los DDHH de San Isidro, la Comisión contra la Represión y la Impunidad de Vicente López, la Comisión de DDHH de Zona Noroeste, Familiares de desaparecidos españoles en Argentina, MUP, Agencia Walsh, CORREPI, la organización mapuche Pu Weche Lafkenche, Comedor Vecinos Solidarios, cooperativa COEPLA y el microemprendimiento Dignidad Obrera, entre otros.