11/12/2010

La lucha por vivienda: un nuevo capítulo

tapa-306-3.jpg La lucha por una vivienda digna llevada a cabo por los vecinos de Villa Soldati y Lugano ha tenido este mediodía un paso importante, tras la reunión llevada a cabo entre organizaciones sociales, delegados de la toma, el Gobierno Nacional y el Gobierno de la Ciudad. En la negociación se acordó garantizar la integridad, alimentos, agua y una posta sanitaria, para los vecinos que se encuentran dentro del predio desde el martes. Lo que aún está en discusión es la solución más de fondo respecto a las viviendas: mientras que los pobladores expresaron su disposición a pagar tierras y a construir ellos mismos sus viviendas, y el Gobierno Nacional se comprometió a otorgar terrenos; el Gobierno de la Ciudad mantuvo la misma actitud de no resolver la problemática, negándose a garantizar un plan de construcción de viviendas, y yéndose de la reunión. El lunes desde las 14 se continuarán las negociaciones con una mesa de trabajo entre todas las partes.


La lucha y la resistencia por parte de los pobladores, y organizaciones sociales y políticas que están apoyando el reclamo, dio como resultado este avance en las negociaciones, que se espera que frene los ataques violentos de las patotas, barrabravas, que expresan la tercerización de la represión por parte del Estado y que intentan desalojar la toma y quebrar la lucha por la vivienda digna.

El Jefe de Gabinete de Ministros, Aníbal Fernández, anunció que a partir de las 17 se instalará un cerco por parte de la Gendarmería Nacional que impida la entrada de patotas externas y que garantice la vida de los pobladores.

Sin embargo, resta ver cuál va ser el accionar de la Gendarmería Nacional y tal como denunciaron los delegados de la toma en conferencia de prensa, aún no hay responsables políticos y materiales de las muertes: «no hay ninguno que se haga cargo de los cuatro muertos en el parque. No queremos que quede impune”, denunció Diosnel Perez, delegado de la toma e integrante del Frente Popular Darío Santillán.

Por su parte, el delegado Alejandro Salvatierra, enfatizó que los disparos provinieron todos de afuera del predio y que los muertos fueron todos pobladores que estaban luchando por un lugar para vivir. «No vamos a tomar edificios ni viviendas particulares, queremos una vivienda digna”, expresó Salvatierra, y sostuvo que no se irán del parque hasta que no haya una respuesta a sus reclamos por vivienda para todos los vecinos que están luchando, con un plan de viviendas efectivo y acordado.
En la conferencia los delegados y las organizaciones sociales denunciaron tanto las declaraciones xenófobas del Jefe de la Ciudad, Mauricio Macri, como las promesas incumplidas de otorgar títulos de propiedad y de construcción de viviendas, lo cual expresa la desinversión en términos política de vivienda que está llevando a cabo el Gobierno de la Ciudad, a lo que se le suma los incontables desalojos que Macri y sus aliados vienen concretando.

En declaraciones a ANRed, una representante del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), expresó que durante la reunión Mauricio Macri ninguneó la problemática de vivienda y, continúo con sus expresiones discriminatorias, al tratar a los delegados allí presentes de «usurpadores”.

Por su parte, tal como se explicó previamente, el Gobierno Nacional se comprometió a no utilizar la represión como forma de solucionar el conflicto y a otorgar tierras. Pero, a pesar de ello, los cinco días transcurridos, los muertos y los heridos y la atrocidad de los hechos que han acontecido, muestran una decisión de dar vía libre a las prácticas patoteriles y violentas, intentando asociar todas las muertes a estos grupos armados extraoficiales, desligándolos de sus vinculaciones políticas. El pedido de justicia y castigo que hacen los pobladores y las organizaciones sociales y políticas abarca tanto a los dos últimos muertos por vía de estos grupos armados como a las muertes de Bernardo Salgueiro y Rosmarie Puña por parte de la Policía Federal y la Policía Metropolitana, la primera bajo las órdenes del Ministro del Interior y el jefe de Gabinete, que fueron los primeros en reprimir a los pobladores.

El repudio a las represiones, tanto oficiales como «extra oficiales”, a los terribles hechos vividos por todos los pobladores que luchan por una tierra para vivir de Soldati y Lugano, y a la falta de respuesta a las históricas y estructurales problemática de acceso a la tierra y la vivienda del pueblo trabajador, no se hizo esperar. Varias organizaciones sociales, políticas, estudiantiles y culturales se manifestaron durante toda la tarde de ayer con un corte que se inició en las avenidas Callao y Corrientes, que continúo en el Congreso en repudio al asesinato de Rubén Carballo, víctima de gatillo fácil, y terminó con un escrache en las puertas de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad. Según los manifestantes esta acción, se llevó a cabo como forma de repudio y hartazgo a las muertes y violencias acontecidas durante los últimos días en Soldati y Lugano. La movilización responsabilizó de forma directa a Macri por las últimas dos muertes, pero no dejó de destacar a través de cantos y banderas la responsabilidad y necesidad de solución también por parte del Gobierno Nacional



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