18/09/2010

«Â¡Queremos gas!»

2-356.jpgEn el barrio 4 de Julio, en el departamento de Godoy Cruz en la provincia de Mendoza; vecinos y vecinas se movilizaron hasta la casa de Gobierno y escracharon a la Gobernación. El reclamo es la urgente solución al tendido de la red de gas. Por Colectivo La Minga, desde Mendoza


«No somos pingüinos sufrimos el frío”, los carteles se multiplican en el cuarto piso de la Casa de Gobierno de Mendoza. En ese piso funciona la gobernación y, a pesar de no estar presente el gobernador Celso Jaque, los vecinos y las vecinas del Barrio 4 de Julio del departamento de Godoy Cruz, realizaron un escrache en reclamo de las obras de tendido de gas. Cerca de las 10.30 horas, del martes pasado, vecinos y vecinas con sus hijos e hijas, junto al Colectivo La Minga, se concentraron frente al edificio de gobernación y se movilizaron hasta el cuarto piso, donde las vecinas a fuerza de megáfono y redoblante, exigieron una respuesta al incumplimiento por parte del gobierno provincial, en la realización de las obras del tendido de gas.
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El barrio fue adjudicado en el mes de febrero a familias que vivían en la villa Susso. El Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) fue el encargado del financiamiento de las obras y la empresa Dafré-Gaido y Asociados, la encargada de la construcción de las casas. En pocos meses, las viviendas han comenzado a presentar todo tipo de falencias en la construcción: grietas, goteras, fallas en las terminaciones de puertas y ventanas, filtraciones en las cañerías, humedad cerca del tablero eléctrico de las casas, entre otras irregularidades. El barrio está conformado por 83 casas, en las cuales viven personas jóvenes con hijos e hijas en edad escolar. Si bien el gobierno provincial los últimos barrios que ha entregado a través del IPV, lo ha hecho con el tendido de la red de gas, el Barrio 4 de Julio ha sido la excepción y las responsabilidades corresponde a los últimos tres gobiernos en la provincia: Celso Jaque, del PJ-FPV; Julio César Cobos, de la UCR-CONFE y Julio Iglesias, de la UCR.
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Este invierno ha sido uno de los más crudos de las últimas décadas en la provincia cordillerana. Nevadas en la ciudad durante tres días y nieve congelada en pleno centro, marcan una postal de lo duro que ha sido pasar los meses de junio-julio sin gas. El 4 de Julio está emplazado en el piedemonte, al pie de la pre-cordillera. Particularmente este barrio, se encuentra en la cima de un pequeño cerro. Mariana Guevara, vecina del barrio, comentó: «mientras en la ciudad hacían 3 grados bajo cero, en el barrio hacían 7 bajo cero. Imaginen lo que era estar sin gas y sin garrafa esas semanas”. Este año, al igual que en el 2009, Mendoza atraviesa una crisis energética de una gran envergadura. Matizada desde los sectores políticos, la realidad ha marcado que muchos de los barrios populares no tienen gas natural y el faltante de garrafas y los altos precios de las pocas que se conseguían, marcaran un déficit de gran relevancia y distintas manifestaciones en las cuales pedían garrafas para los barrios. Pasó el invierno, la primavera muestra sus primeras hojas y las garrafas parecen continuar siendo el botín más preciado en los barrios del cinturón del conurbano mendocino.

El cuarto piso se encontró con niñas que gritaban y decían basta de frío: queremos gas. Las madres preguntaban acerca de los fondos para las obras de gas y exigían la presencia de las autoridades con una respuesta y una solución urgente al problema. Ante el ruido, resultado del reclamo, se hicieron presentes el Director de la Dirección de Ejecución y Control del Ministerio de Infraestructura, Claudio Massaccesi; el arquitecto Ciancio y el Director de Energía de la provincia, Ernesto Tamayo. Masacchessi había sido denunciado por vecinos y vecinas como la persona que había negado su presencia ante reiteradas llamadas para saber el estado en el que se encontraba el trámite. Desde el gobierno provincial intentaron una justificación del atraso del llamado a licitación, a través de los 53 pasos que debe cumplir el expediente. Las autoridades del gobierno plantearon «venimos de la gestión privada, si hubiéramos sabido que las cosas eran así en el estado hubiéramos seguido en la actividad en la que estábamos”. La presión de las familias, en particular de las mujeres, permitió que la discusión girara en torno a la problemática real que han padecido las 83 familias durante este invierno. Los ejemplos se multiplicaban en las voces de las manifestantes, a punto de denunciar que una de las familias había sufrido en la salud de uno de sus hijos dos neumonías en el lapso de tres meses.

Ante este panorama, exigieron los y las manifestantes una carta compromiso, en la cual quedaran expresados los tiempos de ejecución de la obra. Los mismos serán entre noviembre y diciembre, en la cual la obra deberá estar terminada. A su vez, se reclamó que el estado se haga cargo del subsidio total de la obra, ya que querían cobrarles desde el estado un 40% del valor total de la obra, a las más de ochenta familias. En este sentido se comprometieron a gestionar esos fondos ante el Enargas. La asamblea del barrio se sigue en la organización y la lucha, como lo expresaron en el panfleto que repartieron niños y niñas, a quienes transitaban los pasillos de las administraciones públicas. Entre los objetivos principales están el urgente arreglo de la totalidad de las casas, ya que hace dos semanas un inspector del IPV les dijo: «que quieren si estas son casas de bajos recursos”. Una burla en medio de la rebeldía.

Por Colectivo La Minga ( somoslaminga@gmail.com)



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