La Fiesta del Ladrillo, un encuentro para apoyar la Educación Popular
La Fiesta del Ladrillo se realizó el sábado a la noche en el Galpón Cultural de Claypole, con el objetivo de recaudar fondos (y ladrillos) para la construcción de aulas y un baño para el Bachillerato de Educación Popular que funciona en ese espacio cultural. Además tocaron tres bandas: Los Jara, El Hagabal y los Anarkumbia Tirapiedras.
Las guirnaldas, los globos y las lamparitas de colores decoraban la entrada del Galpón Cultural de Claypole. Allí se realizó el sábado a la noche la Fiesta del Ladrillo, con el objetivo de recaudar fondos (y ladrillos) para la construcción de aulas para el Bachillerato de Educación Popular que funciona en ese espacio cultural.
El Galpón Cultural (ubicado en Aquino e Italia, Claypole) es un espacio popular y cultural que funciona desde 1993 y en donde actualmente hay un bachillerato para jóvenes y adultos de distintas edades. También funciona un taller de serigrafía, herrería y computación.
«La idea de realizar la fiesta del ladrillo, para construir aulas y ampliar el espacio surgió en una asamblea de docentes y estudiantes y de la necesidad de tener más espacio para los alumnos”, explicó a ANRED Micaela, docente de Matemática y Salud del bachillerato.
En el marco de los 4 años de la desaparición de Jorge Julio López, el albañil desaparecido en La Plata el 16 de septiembre de 2006, los docentes del bachillerato hicieron una reflexión y la compartieron en voz alta. «No vamos a olvidar a Julio López ni a Luciano Arruga, un pibe de 16 años desaparecido por la policía, vamos a seguir adelante, en la lucha”, resaltó Fernando Capece, uno de los docentes.
«¿Dónde está Julio López?” Preguntaba un cartel, que tenía la cara del hombre, en una de las paredes del Galpón. Es que una de las consignas de la noche fue «no olvidar”.
La música, que desde la tardecita sonaba acompañó toda la actividad. Los Jara, El Hagabal y los Anarkumbia Tirapiedras, fueron las tres bandas que le dieron ritmo a la noche e hicieron bailar a todos.
Mientras algunos disfrutaban de la música, adentro funcionó un buffet económico en donde había desde tortas, pastafrolas, bizcochuelos y masitas hasta hamburguesas y choripanes.
Una educación popular y alternativa
La educación popular es «un enfoque de educación alternativo dirigido hacia la promoción del cambio social”.
Este tipo de educación no promueve la estabilidad social, sino que dirige su acción hacia la organización de actividades que contribuyan a la liberación y la transformación. El propósito central de este paradigma se vincula con la necesidad de que el proceso de cambio sea asumido por el pueblo.
Es un sistema educativo diferente a aquel reproductor del sistema social, que genera hombres y mujeres que se amoldan a la sociedad sin transformarla, sin ser agentes de cambio. Con este concepto, un grupo de 20 docentes de distintas áreas dan clases de educación popular en el Galpón Cultural y apuestan a «generar una alternativa a la educación oficial que excluye a muchos estudiantes”.
La idea de armar un bachillerato en el Galpón surgió de «la necesidad de terminar el secundario de los trabajadores del barrio (del movimiento de desocupados Norberto Salto), que en su mayoría son excluidos del sistema escolar”, explicó Micaela, la docente de Matemática, que da apoyo escolar en ese lugar desde 2003.
La modalidad que se da es Medio Ambiente, Salud y Trabajo y fue elegida por los estudiantes «de acuerdo a sus intereses y necesidades”.
Muchos de los estudiantes del bachillerato «ya habían empezado a estudiar en secundarios de adultos pero la escuela termina siendo expulsiva porque no contempla absolutamente ninguna de sus necesidades y por eso terminan abandonando”, argumentó la docente.
La educación popular «es una manera distinta de pensar la relación entre el estudiante y el docente” y en ese contexto «los programas de estudio no son impuestos por los educadores sino que se arman de conjunto”, finalizó la joven.