Pintadas fascistas en el «Olimpo”
Inscripciones anónimas reivindican el terrorismo de Estado sobre murales colectivos realizados en el Ex Centro Clandestino de Detención ubicado en el barrio de Floresta.
En vísperas del 16 de septiembre, donde se cumple otro aniversario de la llamada «Noche de los Lápices”, y a días de que se cumpla otro año de la desaparición de Julio López, la fachada del ex Centro Clandestino conocido como «Olimpo” amaneció con una serie de pintadas fascistas a su alrededor. Las leyendas fueron realizadas con pintura sobre distintos murales colectivos. Sobre uno que tiene el rostro del Che, realizado como homenaje a Guevara por organizaciones barriales y culturales, puede leerse «Asesinos subversivos” y «zurdos”. A otro mural, ubicado en la ochava del edificio y realizado por docentes, simplemente lo tacharon y ensuciaron.
Precedentes
Si bien estas pintadas no llevan firma, cabe señalar que distintos grupos de derecha ya habían realizado ataques similares contra edificios donde funcionaron Centros Clandestinos de Detención. A principios de este año, un grupo autodenominado «Squadrista” (en alusión a patotas que servían a Mussolini) había realizado pintadas similares en los ex-centros «Atlético” y el mismo «Olimpo”. En el transcurso de este mes, el edificio donde funcionó el centro clandestino «Automotores Orletti”, antigua base local del Plan Cóndor, también recibió pintadas que exaltan el terrorismo de estado. Es oportuno mencionar que, hacia finales de agosto, un mural que recuerda a los Mártires de Trelew realizado de manera independiente en paredes del propio «Olimpo”, también fue atacado. En esa ocasión realizaron pintadas que decían «Acá murieron asesinos” y «Subversivos asesinos”, a la par que borraron los nombres de las víctimas de los fusilamientos de la dictadura de Lanusse que figuraban en el mural.
Con total impunidad
Mientras se desarrollan algunos juicios y los organismos de DD.HH. que acompañan a testigos siguen padeciendo junto a ellos amenazas e intimidaciones; mientras sigue impune la desaparición de Julio López, de la que se van a cumplir cuatro años en pocos días; mientras se sigue criminalizando la protesta desde los gobiernos porteño y nacional, los grupos de derecha estatales y paraestatales siguen teniendo libertad de acción para moverse y siguen contando con la cobertura policial y la infraestructura para accionar.