El Día del niño y la niña también se festejó en el Centro Cultural Las Cavas
En el Centro Cultural y Comunitario Las Cavas -ubicado en Pasaje de los Trabajadores y Jorge, San José- se festejó el Día del niño y la niña con malabares, payasos, actividades para los más pequeños, música y una radio abierta. La jornada, que se extendió durante toda la tarde, terminó con una gran chocolateada, para todos los vecinos del barrio.
Vecinos, vecinas, niños y niñas del barrio Agustín Ramírez, de San José festejaron el Día del niño y la niña este domingo en el Centro cultural y comunitario Las Cavas, con la participación de payasos y malabaristas, en una jornada en la que hubieron actividades infantiles y hasta una gran chocolateada. Además hubo una radio abierta que relataba todo lo que sucedía durante el festejo.
La actividad que se desarrollo desde las 14 contó con la colaboración de los vecinos e integrantes de los distintos talleres del Centro Cultural Las Cavas y del Galpón Cultural para la realización de los sucesivos juegos que animaron la tarde de sol radiante que se pudo disfrutar durante too el domingo.
En un día a pleno sol, el centro cultural del barrio, que durante toda la semana ofrece actividades para chicos y grandes y en donde los sábados un grupo de jóvenes proyecta tener una radio comunitaria, esta vez se vistió de fiesta con guirnaldas, globos y carteles que anunciaban el evento para el día del niño.
El entusiasmo y la alegría de la gran cantidad de niños y niñas que se acercaron al centro cultural para festejar era lo que más llamaba la atención. Durante la jornada, los niños jugaron, pintaron, dibujaron y al final disfrutaron de una gran chocolateada: la frutilla del postre coronando un gran día para los más bajitos.
Luego de que los niños dibujaron, se realizó un juego llamado «pinche globo” en donde los chicos no debían dejar que les pisaran el globo que tenían atados en sus pies. Más tarde llegó el turno de los malabaristas que hicieron su actuación en la calle, para que todos los vecinos pudieran disfrutar del show. Después, se realizó un juego llamado «la carreta romana”, que consistía en armar varios equipos en donde dos chicos debían llevar a una chica hasta la meta, para ganar el juego.
Ya más avanzada la tarde llegó la hora del baile. Allí todos los presentes movieron el esqueleto al ritmo de las canciones que pasaban los bafles. Todos los niños y jóvenes que se acercaron entusiasmados, se prendieron al baile.
Al final de la fiesta, a cada chico y chica se le entregó una bolsita con golosinas, para finalizar con una gran chocolateada con facturas, pastafrolas, biscochuelos y galletitas, entre otras delicias que le dieron el final a la gran fiesta.