28/04/2010

«La organización reivindicó la protesta por el fusilamiento del docente»

El martes 27 de abril comenzó la primera parte del juicio al MPR Quebracho, donde 14 militantes son juzgados con varios cargos en su contra por repudiar la muerte de Carlos Fuentealba en abril de 2007. La jornada comenzó casi seis horas más tarde y se trató de evitar que el juicio fuera público. La organización reivindicó la protesta por el fusilamiento del docente. Video de Barricada TV


Ayer comenzó la primera jornada del juicio oral y público contra el Movimiento Patriótico Revolucionario Quebracho, aunque la sesión comenzó con casi seis horas de demora, producto de un intento por impedir que el juicio se desarrollara públicamente. El pretexto del tribunal fue que tres de los imputados eran menores al momento de los hechos (hace tres años), por lo que se trataba de salvaguardar la seguridad y la intimidad de los acusados. La coartada quedó al descubierto cuando comenzaron a llamar para que ingresen a la sala solamente a familiares de los militantes, entre ellos al padre de Fernando Esteche, fallecido hace 10 años, lo que casi deriva en incidentes producto de lo que pareció una clara provocación.

El fiscal, Federico Delgado, argumentó que la acción de Quebracho contra el local del ex gobernador neuquino, Jorge Sobisch, fue un «aséptico ropaje del derecho de peticionar a las autoridades». Quitando los eufemismos, el fiscal intentó sostener que en este juicio se contemplaba el «derecho a la protesta», y que Quebracho se «aprovechó» de la muerte de Fuentealba para realizar hechos delictivos en nombre de la protesta social.

Sin embargo, quedaron en claro en esta primera jornada dos cosas: la carátula del juicio se centra en los meros delitos comunes que implican el ataque al local, y el interior del expediente deja absolutamente de lado ese aspecto de la causa y se centra en la metodología y la persecución ideológica contra Quebracho, a tal punto que aparecen artículos de la prensa como el titulado por La Nación , «el pensamiento vivo de Quebracho», donde se remarcan algunas palabras clave como «revolución».

De los 14 militantes, sólo tres prestaron declaración indagatoria: Paulo Cerezuela, Raúl Lescano y Fernando Esteche. Fueron particularmente ricas las exposiciones de los dos últimos, ya que a ambos se los acusa en su carácter de instigadores de los hechos, por ser dirigentes de la organización.

Lescano aclaró que entre el tribunal que los juzga y su persona existe un «abismo moral, ético, filosófico, ideológico y político», y que tenía la certeza de que será condenado. Lescano dijo que «ya me condenaron Onganía y Videla, así que no puedo esperar otra cosa de parte de la corporación judicial cómplice del proceso».

Por su parte, Fernando Esteche defendió el accionar de Quebracho y enfatizó en la inmoralidad de los jueces, cómplices de las causas de robo de bebés durante la dictadura, el fusilamiento de detenidos en La Tablada , y una causa anclada en la «Teoría de los dos Demonios» contra Montoneros.

Esteche dijo que el fiscal es el mismo que actuó sin hacer nada en la causa contra el asesinato de Kosteki y Santillán y que en una de las instancias les preguntó a los compañeros más pobres que están procesados ‘¿qué tienen que ver ustedes con un fusilado?`, lo que calificó como «un pensamiento en clave racista, que posiblemente ignora que nos organizamos bajo la bandera que lleva el nombre de un fusilado: Aníbal Verón».

El dirigente de Quebracho expresó que «acá se criminaliza la protesta pero no cualquier protesta, sino la protesta de los más pobres, y los métodos; se criminalizan las capuchas y los palos. Hablan de que yo ordeno y los compañeros más pobres cumplen, porque no les entra en la cabeza que nosotros los reivindicamos a los compañeros como sujetos políticos que son, pero claro, como muchos no terminaron sexto grado y ellos tienen currículums en latín»¦».

Esteche dijo que hablar de «aprovechamiento» de la muerte de Fuentealba es de un «enorme sadismo fachista» y les recordó a los jueces que junto a Raúl Lescano mantuvieron una estricta huelga de hambre 43 días que les consumió 20 kilos y el 25 por ciento de la masa muscular, y que sólo por hallarse al borde de la muerte la Justicia halló alguna solución mágica para permitirles la excarcelación».

Video de Barricada TV:

Comenzó el juicio a Quebracho / Sobisch impune



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