26/04/2010

Un cadete de la Vucetich denuncia torturas

El joven de 19 años cursaba desde hacía tres días en la Escuela de Policía Juan Vucetich. Los familiares denunciaron que lo golpearon con palos y piedras y lo obligaron a permanecer más de diez horas en una pileta. Se encuentra en estado de shock en el Hospital Gutiérrez de La Plata. ANRED reproduce el comunicado de la Comisión Provincial por la Memoria.


El Comité contra la Tortura de la Comisión Provincial por la Memoria, recibió una denuncia por tortura y malos tratos a Carlos Ferreira, un joven de 19 años que se encontraba cursando desde hacía tres días en la Escuela de Policía Juan Vucetich.

La denuncia fue realizada por los familiares del aspirante a policía, que manifestó que lo obligaron a permanecer por más de diez horas en una pileta y a caminar de rodillas por el predio, lo golpearon con palos y piedras, y le hicieron firmar un acta en la cual solicitaba la baja de la fuerza. Luego lo abandonaron con sus pertenencias en el Camino Centenario. El joven se encuentra internado en estado de shock en el Hospital Gutiérrez de La Plata.

Este hecho se suma al denunciado el año pasado por Carlos Maidana, agente del servicio penitenciario y aspirante del grupo de intervención especial del Servicio Penitenciario Bonaerense, que logró capturar con su celular las torturas a las que fue sometido por sus superiores.

El Comité contra la Tortura manifestó su preocupación por la implementación de estas prácticas de tortura en la formación que reciben quienes aspiran a ser policías. Para el Comité, estos hechos hablan de «una continuidad de prácticas que tienen arraigo en las lógicas que la fuerza policial adquirió durante la última dictadura militar».

Asimismo, manifestó que en momentos en que el gobierno provincial propone mayor poder de fuego para la institución policial y mayores facultades en desmedro de los derechos individuales, debe revisar esta tendencia y diseñar políticas de mayor democratización de la fuerza.

Por el hecho denunciado, está interviniendo la Unidad funcional de Instrucción descentralizada de Berazategui.

La denuncia

El miércoles 21 de abril, Carlos Ferreira se encontraba en el galpón en que dormía junto a otros compañeros, cuando se acercó un oficial solicitando voluntarios para hacer la guardia.

El joven se ofreció junto a otras dos personas y a la madrugada el mismo oficial se acercó para saber si había novedades. Ante la presencia de alguien extraño en el galpón que no podía ser reconocido por la oscuridad, Ferreira recibe del oficial la orden de reducirlo. Cuando lo hace, prenden las luces y se da cuenta que se trataba de otro oficial.

A partir de allí, los dos oficiales comenzaron a pegarle con palos y lo llevan hasta una pileta que hay en la escuela, obligándolo a entrar. El agua de la pileta le llegaba hasta el cuello por lo que debió permanecer de pie desde las dos de la mañana hasta las dos de la tarde. Cuando lo sacan lo obligan a hacer cuerpo a tierra y a caminar de rodillas por las calles internas del predio, mientras que un oficial le pinchaba la mano.

Ya entrada la tarde, lo obligan a firmar el pedido de baja y lo escoltan hasta el camino Centenario con sus pertenencias. Antes de salir de la Escuela, el oficial que lo escoltaba le preguntó dónde vivía, y ante la respuesta de que en Altos de San Lorenzo, le manifestó que se verían seguido «ya que él trabaja en la Comisaría Octava».



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