El regreso de la picana
En una acción Pro, el Gobierno de la Ciudad, compró pistolas Taser X26 que producen una descarga eléctrica. Tanto Amnistía Internacional como el CELS le reclamaron al gobierno porteño que no utilice esas armas, que fueron consideradas como un elemento de tortura por el Comité contra la Tortura y el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
El bloque de Proyecto Sur en la Legislatura porteña denunció que, a comienzos de este año, el Gobierno de la Ciudad compró para equipar a la Policía Metropolitana cinco armas «Taser X26» y otras cinco escopetas Peper Ball que lanzan gas pimienta. El Ministro de Justicia porteño, Guillermo Montenegro, justifico la adquisición informando que de ésta manera se podrían evitar la perdida de vidas.
El uso de la Taser es cuestionado desde el 2007 por el Comité contra la Tortura y el Consejo de Derechos Humanos de la ONU por considerarla un método de tortura.
«Las neopicanas cuentan con un nuevo beneficio: no dejan marcas, no dejan pruebas», advirtió el Observatorio de Derechos Humanos de la Ciudad de Buenos Aires. ANRed habló con Pablo Spinella, militante de DDHH, trabajador del Archivo Nacional de la Memoria e hijo de un padre secuestrado y desaparecido desde el 14 se septiembre de 1978 para conocer su opinión.
¿Qué le provoca a Usted, como militante de DDHH saber que el Gobierno de Ciudad esta equipando a sus agentes con pistolas eléctricas?
En principio un profundo rechazo a esta «picana moderna» que de ninguna manera es para combatir la inseguridad sino para sembrar el terror, como en aquellos años oscuros. La inseguridad que argumenta el Jefe de Gobierno se combate con educación y trabajo, y si tenemos en cuenta las cooperativas y escuelas que está cerrando comprendemos el por qué de su política.
El uso de esta pistola de descarga, en lo personal, me trae los sentimientos más dolorosos, no sólo como hijo de un detenido desaparecido, sino también como un padre que no quiere que sus hijos vivan, de algún modo, aquellos años de horror.
Parece un tema menor, pero no debemos permitir que la derecha represiva avance en nuestra sociedad, y mucho menos cuando se trata de la memoria de los que sufrieron torturas y vejaciones.
Desde su militancia ¿Cuál es la actitud que va a adoptar?
Apoyar desde mi lugar dentro de los organismos y de ser necesario saliendo a la calle para repudiar no sólo el uso de estas armas, también la «policía metropolitana», la UCEP y las políticas de este gobierno de la ciudad, porque es todo parte de un mismo proceso.
El Ministro de Justicia, Guillermo Montenegro, justifica la compra aludiendo que es una alternativa para evitar pérdidas humanas ¿cree que esto pueda ser posible? ¿Se podría regular el «correcto» uso del arma?
Un arma nunca va a tener un uso correcto. Montenegro también declaró que una 9 mm es tan peligrosa como una cucharita si no se la sabe usar. Una barbaridad, una cosa absurda que no tiene gollete. Le preguntaría a Montenegro «¿Hay uso correcto de las armas atómicas?».
¿Cuál cree que podría ser el verdadero fin de ésta compra? (Montenegro aclaro que no se iban a usar en manifestaciones)
A Montenegro no le creo una palabra. Las va a usar indiscriminadamente. El punto es no permitirlo. En una nota de Pagina 12 Macri declara que «no hay que ser prejuicioso con estas armas», ¿a qué se refiere? Tal vez sea él quien tenga prejuicios de los cartoneros, los sin techo, a los que les mandaba la UCEP, su grupo de tareas, por lo tanto, como pasaba en épocas de dictadura, el aspecto exterior era justificativo para pasar un par de días en cana, o desaparecer.
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