Intento de desalojo al Centro Comunitario «La Casa»
El 28 de diciembre un intimidante operativo policial en conjunto con la Infantería y policías de civil intentaron desalojar a más de 40 familias del Centro Comunitario «La Casa» de Mataderos. Miembros del Centro junto a diversas organizaciones impidieron el desalojo que amenazó con dejar a más de 40 familias en la calle. Informe: Agrupación La Llamarada.
En Mataderos, Parque Avellaneda, los integrantes del Centro Comunitario «La Casa» junto con un amplio arco de organizaciones políticas, sociales, gremiales, culturales, de DD.HH., docentes y vecinos, hicieron frente a las fuerzas de seguridad y lograron que el desalojo que dejaría sin vivienda a más de 40 familias no se efectuara.
El despliegue policial incluyó a la casi totalidad de agentes de la Comisaría 40º, seis móviles de infantería, dos autobombas, un carro hidrante, más de 50 agentes no identificados (policías de civil y presuntamente miembros de la UCEP, que aún están en funciones), y la presencia una docena de agentes de un denominado «Grupo de elite» que exhibían armas letales.
Grupos de asalto. Portaban armas de fuego en el muslo; durante el operativo previo exhibieron armas largas.
Algunos agentes sin identificación; al fondo, las camionetas de infantería y un carro hidrante.
Más agentes «de civil» y grupos que pertenecerían a la UCEP (ver al fondo de la imagen, en segunda línea).
El despliegue policial fue gigantesco, y todo el tiempo generó situaciones de tensión con un claro objetivo de amedrentamiento, y sin tener el menor reparo por la presencia de decenas de pibes que viven en el edificio. A las intimidaciones verbales y los comentarios xenófobos de los agentes policiales, se le agregó el cercado con vallas en las inmediaciones del centro comunitario «La Casa» desde la noche anterior.
Algunas de las familias, en la puerta del lugar, aprovechando un momento de repliegue de los carros de asalto.
Adentro, más tarde, cuando se discute y se prepara la resistencia.
Pese a esto, la decisión de los vecinos y compañeros que nos movilizamos en apoyo fue la de mantenernos firmes y resistir junto a los habitantes de «La Casa».
La disposición de las familias para pelear por el derecho a una vivienda digna, junto con la amplia solidaridad dentro y fuera del cerco perimetral que montó la policía, lograron frenar la medida que pretendía dejarlos en la calle. El juez Peralta, que en todo momento mantuvo una actitud hostil y despectiva hacia los habitantes del predio, debió suspender una orden de desalojo que, sin la movilización, firmeza y solidaridad demostrada, se habría ejecutado de manera inhumana. Así lo reconoció él mismo en la orden de suspensión del desalojo que conocimos ayer a última hora. En el documento el juez establece que un plazo de 40 días se deberá presentar un informe del grado de avance en la búsqueda de una solución definitiva al problema habitacional.
El apoyo del otro lado de las vallas. La jornada finalizó cuando se conoció la suspensión del desalojo. Entonces, la presión de los compañeros dentro y fuera del vallado logró que se retirara el cerco.
Por Agrupación La Llamarada