La rebelión costurera pone en aprietos a la burocracia del SOIVA
«Desde aquel día de agosto, en que varias fábricas marchamos el SOIVA junto a la
UTC-Alameda denunciando los bajos salarios, las fábricas donde no se permite la
elección de delegados, el vaciamiento de la obra social y los atropellos al
convenio, algunas cosas comenzaron a cambiar.» Por Trabajadores de La Alameda
La burocracia del SOIVA vió tambalear sus cómodos sillones y se vieron obligados a
actuar. Fue entonces cuando aparecieron los médicos en todas las fábricas que
protestaban, se reintegro el dinero por medicamentos y servicios que se adeudaban
por la obra social, se publicitaron rebajas para que los afiliados puedan ir a Punta
Chica y hasta convocaron a un plenario de delegados donde impulsaron una
movilización reclamando a las patronales 300 pesos de aumento. Es muy poco para lo
que necesitamos. Sin embargo, ni siquiera esto hubieran hecho los dirigentes del
SOIVA, sino fuera porque le respiramos en la nuca aquel día que nos movilizamos.
Aún si se concreta el miserable aumento que piden, nuestro salario promedio es uno
de los más bajos del movimiento obrero y junto a los peones rurales tenemos el
triste privilegio de ser los trabajadores peor pagos del país. Por más que finjan
que esta todo en orden, nuestra obra social ha sido llevada al colapso y nadie de
los directivos da explicaciones a los costureros sobre lo que se hace con el dinero
que nos descuentan todos los meses. Muchas fábricas siguen sin delegados y se ha
llegado al colmo que en Spring los costureros, hartos de pedirle al sindicato
elecciones, hicieron una asamblea y eligieron a sus representantes notificando por
telegrama al Soiva. Esos representantes votados por los costureros de su fábrica y
que hasta la patronal se vió obligada a reconocer, aún no son oficializados por la
dirección del SOIVA que no hace, ni deja hacer nada que signifique organizarnos para
luchar por mejores condiciones de trabajo.
La industria textil está creciendo y ya fue superada la crisis que comenzó el año
pasado. Pero ese crecimiento va a parar al bolsillo de los patrones porque los
costureros seguimos teniendo sueldos de miseria. La patronales en todas las fábricas
están muy nerviosas porque temen que los costureros se contagien de otras luchas
como las de subterráneos o la de Kraft-Terrabusi donde los obreros pasaron por
arriba de los burocrátas y se plantaron frente a la patronal. Con una simple y
modesta movilización, obligamos a la dirección del SOIVA a moverse. Imaginen si más
fábricas se movilizaran, si eligieramos más delegados honestos, si le respiraramos
más en la nuca a estos tipos, si los de Intertrading se unieran al reclamo de todos
en lugarde hacerle caso a alguna delegada que llama a dividir a la hora de la lucha.
Seguramente podríamos conseguir muchos de los reclamos postergados y un aumento
salarial más importante que lo que pide Ranú. Y además podríamos avanzar
significativamente en la lucha por recuperar el SOIVA para los trabajadores,
haciendo del mismo una organizaciones que defienda contra viento y marea a los
intereses de TODOS los costureros y no como ahora que es un sindicato vacio que
recauda plata solo para los dirigentes. Terrabusi, subte, nos marcan el camino. Es
posible luchar. Es posible ganar. Es posible sacarnos de encima a la burocracia que
no nos representa. Todo depende de nosotros. Sumate a la lucha de la UTC-Alameda que
no busca crear otro sindicato, sino RECUPERAR el sindicato que es de todos los
costureros pero que ahora lo maneja Ranú como un quiosquito.
Hoy la canasta básica de alimentos es de $3500. Los sueldos promedios en todos los
sindicatos están por arriba de los $2000, pero nosotros incluso con el aumento que
pide Ranú, no llegamos ni a $2000!. Como los dirigentes del SOIVA no organizan
ninguna lucha, no habrá ningún aumento porque a los obreros nadie nos regala nada y
las pocas cosas que se puedan conseguir será luchando y no tomando sol en Punta
Chica. La Obra social seguirá con deficiencias en la medida en que los costureros no
sepamos que hacen estos tipos con nuestro dinero, ese que nos descuentan todos los
meses por prestaciones que después no funcionan. La UTC-Alameda sigue creciendo en
todas las fábricas y organizando los reclamos de los costureros. Días pasados, el
señor Rojas dijo que éramos «puros violines». Tendrá que reconocer que esos violines
lo están haciendo bailar un poco y que pronto serán una orquesta imparable que
recuperará el sindicato y enviará a Rojas a hacer algo que hace muuuuuuchos años no
hace: ir a trabajar a una fábrica.
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