30/06/2009

Migajas, y en negro

002994.jpg«Finalmente el pasado 3 de junio los dirigentes de los gremios estatales de la provincia cerraron con el gobierno un decepcionante acuerdo de aumento de 150 pesos en negro, sobre lo otorgado por Nación.» Análisis: Por AportaHerramientas, desde Tucumán


Migajas, y en negro

Finalmente el pasado 3 de junio los dirigentes de los gremios estatales de la provincia cerraron con el gobierno un decepcionante acuerdo de «aumento» de $150 en negro, sobre lo otorgado por Nación.

Cuando el gobierno nacional anuncio un aumento del 15,50% para los empleados del estado, la «dirigencia» de los gremios estatales de la provincia de Tucumán hizo su aparición. Se prepararon un poco, armando un discurso que «llegase a los trabajadores» y buscaron las cámaras de todos los medios de prensa para poner la cara. Uno a uno, como si fuesen actores, fueron entrando en escena. Ninguno quiso quedarse afuera. Ni los de la CTA (Central de Trabajadores Argentinos), ni los de la CGT (Confederació n General del Trabajo, la oficialista y la opositora). Los nombres, ya los conocemos, los mismos de siempre. Reneé Ramírez, titular de ATSA, la Asociación de Trabajadores de la Sanidad (CGT) y cara visible de la Unión de Gremios Estatales (UGET), recitaba: «pretendemos una suma superior al 15%, que sea remunerativa y aplicada al básico, tomando como base el sueldo de bolsillo» y «es necesario que el Gobierno empiece a blanquear alguna de las muchas sumas en negro que otorgó a los estatales en los últimos años». A Martín Rodríguez, titular de ATE (Asociación de Trabajadores del Estado) y representante del Frente de Gremios Estatales (FGE), le toco un parlamento un poco mas corto y dijo: «el 15 por ciento anunciado por la Nación, en Tucumán, no alcanza para nada, ya que son 40 pesos por cada empleado, lo cual es irrisorio, risible e inaudito» (El Siglo 25-05).

Después de un par de semanas de negociaciones y de cansar con los mismos discursos una y otra vez, cerraron un acuerdo. A partir de junio la provincia abonará un incremento del 15,56 % sobre el básico y $150 no remunerativos, no bonificables para unos 70000 trabajadores estatales (menos docentes) -ver recuadro-.

En nuestros trabajos las frases mas escuchadas fueron «Â¡te lo dije, siempre la misma historia¡, ¡esta película ya la vimos¡, ¡se cansaron de decir que iban a pelear por el blanqueo de algunas cifras, y encima aceptan más plata en negro!». Para todos los estatales queda claro que la burocracia aparece cada tanto cuando hay algo para «negociar» y cierran acuerdos que solo convencen al gobierno. De impulsar discusiones y acciones que cuenten con la participación y consenso de la mayoría de los trabajadores, ni hablar. De luchar para mejorar realmente nuestras condiciones de vida y trabajo, nada. Es un rol que no conocen y que no están dispuestos a interpretar. Actúan el papel de «representantes de todos los trabajadores» pero reciclado a esta época. Si antes en algunos casos la burocracia «presionaba para después negociar», ahora lo que hacen en realidad es «hablar un poco y después negociar».

Gobierno y burocracia, una dupla legendaria

Los funcionarios del gobierno, junto con la burocracia sindical, tienen chapa de coprotagonistas a la hora trabar cualquier mejora real en nuestra condiciones salariales y de trabajo. Este rol si lo tienen bien aprendido, ya que lo han puesto en escena innumerables veces. Para los trabajadores esto solo se puede asemejar al género de la tragedia. Sobre todo cuando llega la hora de ir al súper, pagar los impuestos o comprar remedios y la plata no alcanza. Pero para algunos, pareciera que todo es una comedia. Como en Noviembre pasado, cuando el Vice-Gobernador Manzur otorgo un aumento del 50% a los legisladores provinciales llevando lo que cobran a $7500 mínimo. En febrero cuando se hizo público dijo: «La situación a nivel internacional y en el país es conocida por todos. Lo pudimos ver en el reciente a viaje a Estados Unidos. Esto comenzó a afectar al país» (Primera Fuente 26/02). Es decir que recién en Febrero «se dio cuenta» que hay una crisis internacional y por eso anuló el aumento para evitar mayores gastos; aunque desde el año pasado es el principal argumento utilizado para ponerle un tope a nuestros reclamos salariales. Risas»¦otra joda, bastante conocida por cierto, son las estadísticas que da el INDEK. Según los números de Mayo se necesitan $1001,74 para no ser pobre»¦risas»¦, y la Canasta Básica Alimentaria (CBA) bajó un 1,36% en relación a Mayo del año pasado»¦más risas. Pero según estudios privados la CBA subió 3 veces más de lo que dice el INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos), y en Tucumán se necesitan cerca de $4000 para no ser pobre (FODECUS-Usuarios y Defensa del Consumidor de Tucumán). Resumiendo, en pocas palabras: los acuerdos entre el gobierno y la burocracia nos condenan a la miseria y pobreza.

El que no trabaja no cobra. Y el que trabaja casi

El gobierno utilizó diferentes medios para presionarnos para que no reclamemos por lo que nos corresponde. Alperovich especuló con las necesidades existentes para negar cualquier posibilidad de aumento superior al 15% diciendo: «es que tiene que haber enfermeros en los CAPS, tiene que haber remedios, tiene que haber dentistas, tiene que haber educación y pavimento como me está pidiendo la gente». (Primera Fuente). Con esto buscó dividirnos con el resto de los trabajadores y la sociedad. Asimismo, cuando en una demostración inaudita de combatividad la CTA local adhirió al paro por 24hs del pasado 27 de mayo -impulsado por la Central a nivel nacional-, el gobernador se apresuró a decir que «Todo el mundo tiene derecho de hacer paro y protestar, pero el que no trabaja no cobra». (Lv7-26/05). De todas maneras, Américo Zelarayan -Sec. Gral. CTA Tucumán- se encargó de facilitarle las cosas al gobierno. No buscó discutir ni movilizar con todos los trabajadores y sólo organizó un pequeño corte de una hora en el Puente Lucas Córdoba. Después leyó un tibio documento en la Casa Histórica, negando que los principales responsables de nuestra situación están a 100mts de ahí, en la Casa de Gobierno. Pero si para Alperovich «el que no trabaja no cobra», para los estatales, en muchos casos se trabaja y casi no se cobra. ¿O como debe llamarse el hecho que, del total de nuestros sueldos, un promedio de $800 es en negro? (entre el 20% y 60% del total). Con esto el gobierno deja de pagar casi $50 millones por año solo en concepto de aportes previsionales que nos corresponden a los trabajadores. Además muchos de nuestros compañeros son obligados a inscribirse como Monotributistas -el estado se desentiende de las cargas sociales, obra social, etc.-, llegando a cobrar sólo $900 por mes. (a lo que hay que descontar el pago de la AFIP). ¿Puede llamarse a eso un salario? Incluso estos compañeros son los primeros que deben quedarse a realizar tareas fuera del horario que les corresponde, y ni soñar con el pago de horas extras.

¿Cuáles son nuestras alternativas?

Los trabajadores estatales (también los privados) atravesamos un momento difícil. Nuestras condiciones de trabajo no son las mejores. No contamos con condiciones mínimas de salubridad ni de higiene en el trabajo (sobre todo en los hospitales, expuestos a mayores riesgos). Lo que cobramos casi no nos alcanza para llegar a fin de mes. Además la mayor parte es en negro, con lo que nuestro futuro, unas ves jubilados, no será mejor. Es difícil ver una alternativa. Los gremios que debieran representarnos están manejados por burócratas que no representan nuestros intereses. Tanto los del FGE (CTA), como los de la UGET (CGT) se pelean por una cuota de poder. En nuestros trabajos hemos visto decenas de veces como se «patotean» para ver quien es el «capo» del lugar. Diferentes gremios, distintos lugares. ATSA vs ATE, UPCN vs ATE, en Vialidad, en la Vivienda, etc. La pelea es la misma. Es por la «caja» y para tener «representatividad» para llevarse una tajada mas grande a la hora de «sentarse a negociar» con el gobierno. Ante esto, la única alternativa para los trabajadores es discutir nuestra situación con nuestros compañeros y organizarnos. Hay que hacerlo de manera democrática y buscando que seamos cada ves mas los que participemos. No existen recetas de cómo hacerlo. Pero de lo que si estamos seguros es que no podemos repetir los esquemas de la burocracia y dejar que unos pocos decidan y hagan. Es fundamental que los trabajadores de todos los sectores del estado nos unamos para darle más fuerza a nuestros reclamos. Pero debe ser desde los mismos trabajadores, construyendo la unidad desde abajo, sin que nadie actúe en nuestro nombre. No como en el FGE y UGET. Para conseguir reales aumentos salariales, para el blanqueo de todas las sumas en negro, para el pase a planta de todos los compañeros contratados, por mejores condiciones de trabajo.

LO ACORDADO POR EL GOBIERNO Y LA BUROCRACIA EN LOS ULTIMOS 6 MESES PARA LOS ESTATALES

Diciembre 2008: Una bonificación de $300 en negro por única vez

Febrero 2009: acuerdo con los docentes del Frente Gremial Docente (ATEP- APEM- AMET) de «aumento» salarial de $100 al básico. $70 pesos a partir de marzo y $30 a partir de julio. Con esto el básico pasa de $650 a $750.

Enero 2009: el gobierno anuncia un anticipo de $500 a cuenta de futuros aumentos para «ayudar a comprar útiles escolares» (Alperovich- Primera Fuente 07/02)

Febrero 2009: «Préstamo» de $500 a devolver en 3 cuotas con $10 mas IVA de interés a través del Banco del Tucumán-Macro (de Jorge Brito)

Junio 2009: 15,56 % sobre el básico y $150 no remunerativos, no bonificables.

Como ejemplo, para categoría 15 municipal que tiene un básico de $254, se aumenta $39,37 al básico más los $150 en negro.

Por Aportaherramientas

Boletín tucumano de trabajadores

Contactos: 0381 – 155897042

0381 – 154158387

aportaherramientas@gmail.com


Foto: El ministro de Gobierno Edmundo Jiménez firma el acuerdo con los sindicatos



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