10/07/2019

Del blindaje financiero al blindaje mediático

La muerte del ex presidente Fernando De la Rúa generó sentimientos contrapuestos. Entre el «sentido pésame» expresado en todos los medios hegemónicos y también de parte de políticos de los partidos que gobiernan o han gobernado este país, y los tres días de duelo decretados, en contraposición al repudio de una gran parte de la población trabajadora a lo que fue su gestión entre los años 1999 y 2001. Sus restos fueron velados en el Congreso Nacional, como indica el protocolo. Lo que ningún protocolo indica es el olvido o la manipulación de la historia ejercida desde periódicos o noticieros. Por Ramiro Giganti (ANRed)

«Quien controla el presente controla el pasado y quien controla el pasado controlará el futuro.» George Orwell 1984

Los canales de noticias transmiten el velorio. Un dibujo de la cinta negra acompaña el logo del canal mostrando la adhesión al duelo por su muerte. El presidente Mauricio Macri decreta 3 días de duelo nacional. El decreto obliga a las escuelas a izar la bandera a media asta, aunque al día siguiente habrá directoras y docentes que se niegan a hacerlo. Algo similar ocurre en escuelas que tenían pendiente el acto del 9 de julio, docentes no suspenden el acto por un ex presidente que ahogo sus salarios y que reprimió a sus colegas.

La portada de «el gran diario argentino» parece ser fiel a la historia, es decir a su historia: la historia de las portadas ficticias. «Murió De la Rúa, un presidente devorado por la crisis». La asociación con aquellos tiempos nos lleva al 27 de junio de 2002 cuando la portada del mismo diario afirmaba que «la crisis causó dos nuevas muertes» refiriéndose a los asesinatos de Dario Santillán y Maximiliano Kosteki.

La crisis parece no tener responsables. Como si nadie hubiera disparado las balas de plomo contra Kosteki y Santillán, como si nadie hubiera contraído deuda y tomado las decisiones económicas para ajustar al país y recaer las consecuencias negativas sobre la población trabajadora. «Nadie» anunció con bombos y platillos el blindaje financiero el 18 de diciembre del año 2000, fecha que coincide con la aprobación de la reforma previsional en 2017 con el actual gobierno, y el posterior Megacanje en 2001, que traería como consecuencia las políticas de «déficit cero» que incluían, entre otras medidas de ajuste, un recorte del 13% a las jubilaciones. Curiosamente la foto de portada elegida es la una foto durante su asunción como buscando mantener el «optimismo» durante el día, que además fue foto de portada del diario en aquel momento.

Mientras ingresaban los préstamos que incrementarían la deuda pública argentina de 80.000 a 102.000 millones de dólares, pero sin que un solo peso derrame en la economía local, la población sufriría el ajuste de manera ascendente. Se incrementaron los suicidios y las muertes evitables, el desempleo crecía y el salario bajaba, las instituciones publicas se deterioraban. Los medios hegemónicos lo recuerdan como «un presidente democrático», sin embargo en ningún momento la población fue consultada por el endeudamiento y las consecuencias que este generaría.

Fernando De la Rúa murió a los 81 años en un país cuya expectativa de vida es de 74 años para los hombres. Falleció en el prestigioso Instituto Fleni de salud privada, a cuyos servicios la mayoría argentina no tiene acceso. No hubo políticas de promoción de la salud pública durante sus dos años de gestión. Sin embargo, para»el gran diario argentino» fue un presidente «devorado por la crisis».

El gobierno decretó 3 días de duelo nacional por su muerte una semana después de que al menos 5 personas mueran de frío en la calle por no tener vivienda. Decreta el duelo por la muerte por causas naturales de un presidente que dejó, durante sus dos años de gestión, cifras de desempleo de dos dígitos, mas de 400 casos de gatillo fácil, y que se retiró después de decretar el estado de sitio luego de confiscar los ahorros que gran parte de la población tenía en sus bancos. La consecuencia del estado de sitio que decretó fueron mas de 30 personas asesinadas por la represión durante sus últimas horas de gobierno. Un gobierno que de ninguna manera debe ser olvidado.

Para terminar, resulta pertinente recordar los nombres de gran parte de las victimas por el estado de sitio decretado por el difunto ex presidente y como fueron algunas de esas muertes. Por estas personas no hubo ni honores, ni se decretaron días de duelo nacional.

ACOSTA, Graciela, 35 años. Militante de DD.HH. Estaba con una amiga buscando a sus hijos. Se acercó a un supermercado frente al que unas mil personas reclamaban comida. Recibió dos impactos de bala, disparados rodilla en tierra por un policía al que su amiga vio perfectamente. Provincia: Santa Fe.

ALMIRON, Carlos «Petete”, 24 años. Petete era militante de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) y de la Coord. de Desocupados 29 de Mayo. Recibió un disparo de la policía en el pecho en Av. 9 de Julio y Av. de Mayo cuando encabezaba una columna de manifestantes que intentaba volver a la Plaza de Mayo.

ÁLVAREZ Villalba, Ricardo, 23 años. Asesinado en Rosario, Santa Fe.

ARAPI, Ramón Alberto, 22 años. Estaba con amigos tomando tereré en el Barrio Nuevo de Corrientes. Entró al barrio una camioneta Ford F-100 bordó sin leyendas identificatorias y sin patente, con cinco hombres, cuatro con el uniforme de combate azul-celeste de la policía de Corrientes. Arapi trató de esconderse, pero dos de los policías lo corrieron y alcanzaron. Uno lo golpeó y le pegó un tiro que entró por el pecho y salió por la espalda.

AREDES, Rubén, 24 años. Fue asesinado por la Policía Federal mientras participaba en un corte de calles en Ciudad Oculta, Ciudad de Buenos Aires. Recibió cuatro balas de plomo por la espalda.

AVACA, Elvira, 46 años. Recibió un escopetazo frente a un supermercado frente al que pasaba con su hija en Cipolletti, Río Negro. Recibió el disparo en la zona lumbar. El calibre de la bala es policial.

ÁVILA, Diego, 24 años. Asesinado en Villa Fiorito, Buenos Aires.

BENEDETTO, Gustavo Ariel, 30 años. Se encontraba en la esquina entre la Avenida de Mayo y Chacabuco, Ciudad de Buenos Airs, donde se estaba llevando a cabo una manifestación. Recibió un balazo en la cabeza que le provocó la muerte, disparado desde el interior del Banco HSBC, donde prestaba servicios como custodio privado el ex militar Varando, represor de La Tablada.

CAMPOS, Walter, 17 años. Estaba esperando cajas de comida junto a cientos de personas frente a un supermercado en Rosario, Santa Fe, cuando un tirador de elite de las TOE (Tropas de Operaciones Especiales) le disparó a la cabeza.

CÁRDENAS, Jorge, 52 años. Fue herido la noche del 19 en las escalinatas del Congreso de la Nación, y falleció varios meses después.

DELGADO, Juan, 28 años. Estaba con otras personas reclamando alimentos frente a un supermercado en Rosario, Santa Fe. Llegó un camión que aparentaba traer comida. Cuando los manifestantes se agolparon alrededor, de atrás aparecieron seis móviles policiales que dispararon contra la gente. Delgado fue herido con balas de goma cuando huía de la represión. Un policía lo tumbó de un cachiporrazo en las piernas, lo apuntó con su Itaka, pero se había quedado sin carga, por lo que sacó la pistola y le disparó a menos de un metro de distancia.

ENRIQUEZ, Víctor Ariel, 21 años. Asesinado en Almirante Brown, Buenos Aires.

FERNÁNDEZ, Luis Alberto, 27 años. Vendía sandías frente a un supermercado en la provincia de Tucumán. Durante la represión a manifestantes, un gendarme le disparó a poca distancia en la cabeza. Murió dos días después.

FERREIRA, Sergio Miguel, 20 años. Baleado durante la pueblada del 19 y 20 de diciembre de 2001. Murió un año después a raíz de una complicación hepática desencadenada por el balazo en el hígado recibido cuando la policía cordobesa reprimió duramente un saqueo a un supermercado del barrio Villa El Libertador.

FLORES, Julio Hernán, 15 años. Asesinado en Merlo, Buenos Aires.

GARCIA, Yanina, 18 años. Recibió un disparo en el abdomen cuando, desesperada por los ruidos de las balas, salió a la vereda a buscar a su pequeña hija, en Rosario, Santa Fe.

GRAMAJO, Roberto Agustín, 19 años. Un grupo de jóvenes estaba siendo perseguido por la Policía, que les disparaba balas de goma, en Almirante Brown, Buenos Aires. A la corrida se tuvieron que sumar todos los que estaban en la calle, ya que la Policía disparaba a mansalva. Un vecino pudo observar que en una obra en construcción que está ubicada en diagonal a su ventana había dos policías escondidos en las columnas. Uno de los policías disparó con balas de goma para lograr la retirada de los jóvenes, mientras que el otro policía se quedó escondido en la tercera columna de la obra en construcción y sacó el arma reglamentaria y efectuó tres o cuatro disparos. Uno de los disparos atravesó la cabeza de Roberto, que iba de su casa a la de su tío.

GUIAS, Pablo Marcelo, 23 años. Asesinado en San Francisco Solano, Buenos Aires.

ITURAIN, Romina, 15 años. Asesinada durante la pueblada del 19 y 20 de diciembre, mientras estaba en su casa, donde ingresó una bala policial disparada contra quienes protestaban frente a un supermercado en Paraná, Entre Ríos.

LAMAGNA, Diego, 26 años. Murió después de haber sido herido en el pecho con un perdigón de plomo. Según testigos, le dispararon policías de civil desde un auto particular en la Ciudad de Buenos Aires.

LEGEMBRE, Cristian, 20 años. Asesinado en Castelar, Buenos Aires.

LEPRATTI, Claudio «Pocho”, 35 años. Militante comunitario. Estaba en la terraza de la escuela en la que colaboraba (era profesor de filosofía, y ayudaba como cocinero) cuando el móvil n° 2270 del Comando de Arroyo Seco se dirigía a reprimir un corte de calles de los vecinos del barrio. Los policías detuvieron el móvil y empezaron a disparar. Pocho gritaba que no lo hicieran porque había muchos chicos. Velásquez, el efectivo condenado a 14 años de prisión, dijo en la reconstrucción que disparó sin apuntar y que no sabía si tenía balas de goma o de plomo. El proyectil que lo mató ingresó por la garganta. Fue en Rosario, Santa Fe.

MÁRQUEZ, Alberto, 57 años. Durante la manifestación en la Ciudad de Buenos Aires, de una camioneta salieron civiles y uniformados que empezaron a disparar indiscriminadamente. Alberto Márquez recibió dos balazos en el tórax a consecuencia de los cuales murió. Uno de los autores es el comisario Oliverio, jefe de asuntos internos de la PFA, quien está detenido.

MORENO, David Ernesto, 13 años. Salió corriendo cuando la policía empezó a disparar contra los vecinos que se agolpaban frente a un supermercado en la provincia de Córdoba. La autopsia determinó que David fue herido con cinco proyectiles, algunos de goma y otros de plomo. De la nuca le extrajeron una posta de plomo que pertenecería a un cartucho disparado por una escopeta calibre 12/70 de la Policía. Los impactos en su cuerpo y en los de los otros heridos fueron por la espalda, por lo que se descarta que hayan sido lesionados por otras armas que las que disparaban los uniformados.

PACINI, Miguel, 15 años. Asesinado en la provincia de Santa Fe, recibió varios disparos en el cuello.

PANIAGUA, Rosa Eloísa, 13 años. Había ido con su familia a buscar comida en un supermercado en Paraná, Entre Ríos, porque el comisario del barrio había hecho correr la voz de que entregarían mercadería. Al llegar los esperaban policías y gendarmes. La bala entró por la parte superior de la cabeza y salió por la boca.

PEDERNERA, Sergio, 16 años. Baleado durante la pueblada del 19 y 20 de diciembre en la provincia de Córdoba. El menor se encontraba en la calle buscando comida para su familia en el marco de los reclamos masivos que se realizaron en supermercados, cuando recibió una bala policial en el tórax que le produjo una paraplejia. Un año después falleció en el hospital.

PEREYRA, Rubén, 20 años. Baleado por la policía cuando regresaba a su casilla llevando al hombro una caja con alimentos entregados en un supermercado. En Rosario, Santa Fe.

RAMIREZ, Damián Vicente, 14 años. Asesinado de un balazo en el cuello en la esquina de Maciel y Cristianía, Gregorio de Laferrere, Buenos Aires.

RIOS, Sandra. Asesinada durante la pueblada del 19 y 20 de diciembre. Sin datos.

RIVA, Gastón Marcelo, 30 años. Circulaba en moto por la Avenida de Mayo en la Ciudad de Buenos Aires, cuando recibió un disparo en el pecho proveniente de alguna de las armas de un grupo de cuatro policías que estaban disparando.

RODRIGUEZ, José Daniel. Asesinado en Paraná, Entre Ríos.

ROSALES, Mariela, 28 años. Asesinada en Lomas de Zamora, Buenos Aires.

SALAS, Ariel Maximiliano, 30 años. Asesinado en la esquina de Maciel y Cristianía, Gregorio de Laferrere, Buenos Aires.

SPINELLI, Carlos Manuel, 25 años. Fusilado desde un Gol blanco durante la rebelión popular del 19 y 20 de diciembre. Sucedió en Pablo Nogués, Buenos Aires.

TORRES, Juan Alberto, 21 años. Sufrió una herida de arma de fuego en la zona abdominal. En Corrientes.

VEGA, José, 19 años. Asesinado en Moreno, Buenos Aires.

VILLALBA, Ricardo, 16 años. En Rosario, Santa Fe, recibió un tiro en un ojo cuando vecinos manifestaban pidiendo alimentos frente a un autoservicio. Murió el 23 de diciembre.



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  1. Del blindaje financiero al blindaje mediático – Red de Comunicación Popular – Agencia de Noticias · 2019-07-11 10:28:58
    […] La muerte del ex presidente Fernando De la Rúa generó sentimientos contrapuestos. Entre el «sentido pésame» expresado en todos los medios hegemónicos y también de parte de políticos de los partidos que gobiernan o han gobernado este país, y los tres días de duelo decretados, en contraposición al repudio de una gran parte de la población trabajadora a lo que fue su gestión entre los años 1999 y 2001. Sus restos fueron velados en el Congreso Nacional, como indica el protocolo. Lo que ningún protocolo indica es el olvido o la manipulación de la historia ejercida desde periódicos o noticieros. Por Ramiro Giganti (ANRed) […]

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