14/06/2019

En la lucha de los trabajadores de Mercedes Benz participaron sus familias, vecinos y militantes

En la lucha de los trabajadores de Mercedes Benz participaron sus familias, vecinos y militantes. Lo dijo Maria Lujan Ramos, compañera del obrero Esteban Reimer, detenido desaparecido, después de participar en una entrevista con directivos de la empresa, el 4 de enero de 1977. La presencia de las mujeres en la resistencia obrera a la ofensiva del Ejército de aniquilar a quienes en el corazón del sistema capitalista bregaron por sus derechos laborales y políticos, fue un potente gesto político de una lucha colectiva. Por Lucho Soria para ANRed


María Lujan Ramos se ubicó frente al tribunal y recordó cada minuto del andar desde antes y después del secuestro de su compañero Esteban Reimer, 28 años, en el hogar una madrugada del 4 de enero de 1977. Un grupo de tareas, seguramente del Ejército y de la Policía, no uniformados, movilizados en dos autos.

En tanto otro grupo secuestraban a Hugo Ventura, integrante de la comisión interna de Mercedes Benz, que junto a Reimer, y demás integrantes mantuvieron una reunión en la sede la empresa en la Avenida Libertador en Capital Federal. Mas que obvio que las direcciones de ambos estaban en sus legajos y que el Ejército accedió a las mismas.

Maria precisa las gestiones para ubicar a su compañero en comisaríaas, cuarteles y la empresa, obteniendo evasivas respuestas. Y que el otro día fue a la parada de los colectivos para informarles de la detención de su esposo, lo que generó repudio  y creció la resistencia a ingresar a la fábrica.

Una acción colectiva

Con relación a la lucha de los trabajadores de Mercedes Benz precisa que ella participaba de las asambleas al igual que otras compañeras, dado que no eran ajenas a los reclamos. No se puede soslayar que por ejemplo en Cañuelas el respaldo a las huelgas hubo cierre de negocios, fondos de huelgas, recolección de alimentos de los vecinos. Una solidaridad de los trabajadores de las fabricas de zona norte y oeste.

Detalló, al igual que otros testigos, los reclamos de los trabajadores que se incrementaron después que la comisión interna, bautizada de los 9, fue reconocida por la empresa y el rechazo del Smata. En otro tramo Maria dijo su pertenencia orgánica a la Juventud Trabajadora Peronista(JTP), de Montoneros.

Reiteró finalmente el pedido de Justicia y la sala se cubrió de aplausos y de interminables abrazos con los presentes, entre ellos integrantes de la Intersindical de DH, conformada por las CTA y la Corriente Federal de los Trabajadores (CGT), familiares, y ex trabajadores de Mercedes Benz y Ford.

Inmediatamente  Victoria Basualdo aportó el trabajo de investigación sobre la complicidad empresarial en la represión fabril, y entre otras definiciones dijo que a partir de 1976, la fábrica dejó de ser un ámbito de trabajo a un escenario de represión. Es decir zona liberada para los grupos de tareas y entregó al Tribunal los dos tomos de la Responsabilidad Empresarial en Delitos de Lesa Humanidad.

Y tras un breve cuarto intermedio se escuchó el relato de José Barreiro Bueno, integrante de la Comisión de los Nueve. Trabajador desde 1970 a hasta fines de 1977, cuando renunció, tras un par de allanamientos en su domicilio. De que el se habia mudado pero que nos aviso a personal de la empresa, lo que evito su detención. Y recordó que en varias oportunidades el gerente Tasselkraut les dijo «quédense tranquilos muchachos ya les va a llegar».

Y a pesar de las amenazas dijo que el y otros compañeros recorrieron cuarteles y sedes policiales preguntando por los detenidos desaparecidos de la fábrica. Y entre sonrisas acotó » y el Ejercito me andaba buscando».

Finalmente el último testimonio correspondió a Marcelo Barab, quien trabajo entre 1977 y 1981. Narró entre otras historias de la lucha que luego de los secuestros de siete compañeros, impulsaron una asamblea. Y la respuesta fue que recibieron disparos de parte de militares que estaban dentro de la fábrica desde unos Unimog: «Dispararon al piso para amedentrar, sino nos hubiera matados a todos». Y que la resistencia obrera no cedio y en los años siguientes los reclamos continuaron con paros parciales. Berab cerró su testimonio afirmando que era militante de la Agrupación 1 de Mayo, identificada ahora con la Corriente Clasista y Combativa (CCC).

Para el final de esta crónica elegimos una imagen de Maria y Esteban para la portada. Cuando la vida era fiesta de amor militante.



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