Represión en IMPA. Luis Caro se mete con el MNER, divide a los trabajadores de IMPA y pretende quedarse con la fábrica
Tras la brutal represión que sufrieron anteayer por la noche los trabajadores de la Industria Metalúrgica Plástica Argentina (IMPA), hoy continúa la resistencia en los alrededores de la fábrica, pues la zona se encuentra vallada por personal policial.
A partir de la crisis política que se gestó dentro de IMPA, cerca de 25 trabajadores que se alinearon con Luis Caro, tomaron, anteayer, la fábrica oponiénose a que el resto de sus compañeros junto a Eduardo Múrua ingresasen a la planta. A raíz de este suceso, un abogado del MNFRT radicó la denuncia en el Juzgado 30, secretaría 164 y seguidamente se presentó la policía con la orden de desalojar IMPA.
La presencia policial terminó de desatar trompadas entre los mismos trabajadores y desenlazó una feroz represión contra los trabajadores que se encontraban afuera de la planta. Cinco de ellos fueron detenidos y ayer los liberaron. Entre los apresados hubo un trabajador de Chilavert y un docente del Bachillerato para adultos que se dicta en el Centro Cultural de IMPA.
El 14 de abril, tras la ausencia de Eduardo Murúa, presidente del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (MNER), y trabajador de IMPA, quien se encontraba en Venezuela, Caro se presenta en la fábrica con el argumento que tenía dinero del gobierno para entregarle a los trabajadores. Asimismo fue acogido por un grupo de trabajadores.
«Nosotros, los que ahora estamos en la calle al aire libre, viendo nuestra fábrica ocupada, y a la Federal protegiendo lo nuestro, y al juez que cambia lo dispuesto en la medida, después de que nos vamos del despacho, simplemente pateamos y puteamos. Casi nos agarramos entre nosotros; casi nos la agarramos con las vallas metálicas y enfrente un ejército armado de más de cien uniformados y dispuestos,palo y escudo.», escribió el MNER en un comunicado de prensa.
Sin ir más lejos desde la conformación del MNER Luis Caro tuvo participación activa como abogado hasta que su candidatura como intendente de Avellaneda por la lista de Aldo Rico generó su expulsión del MNER. De esta manera Caro organiza su propio movimiento (MNFRT) diferenciándose de la línea política del MNER.
Eduardo Murúa, presidente del Movimiento Nacional del Empresas Recuperadas, alertó sobre la situación que hoy vive IMPA ya que es una clara «jugada del gobierno nacional» y que forma parte de «un proyecto más amplio, porque cada vez que hay una cooperativa los para-policiales se meten en el medio».
En un documento difundido por IMPA, se hace hincapié en que el Gobierno de Kirchner despertó expectativas en el campo popular y en los sectores que mantenían la lucha. Expectativas que no han sido acompañados por prácticas concretas pero que alcanzaron para generar la división de los sectores organizados, con el consecuente debilitamiento o inmovilidad de algunos sectores que han sido aprovechados por grupos del gobierno para avalar las políticas implementadas en este tiempo.
El documento continúa afirmando que, en base a esa estrategia, irrumpe en el escenario de IMPA «un personaje instrumentado por algún sector del Gobierno: Luis Caro», actual presidente del Movimiento Nacional de Fábricas Recuperadas por los trabajadores (MNFRT), quien entró a IMPA manifestando «vengo con la ayuda del Gobierno Nacional».
Estas palabras, más el incentivo material hacia algunos asociados, generó una división interna en IMPA. Para Eduardo Murúa el objetivo es claro: «Quieren comprar a los trabajadores».
Eduardo Murúa recuerda que el 11 de diciembre de 2001, antes de las jornadas históricas del 19 y 20, los trabajadores de empresas recuperadas manifestaron en el Congreso y fueron reprimidos, pero afirma con satisfacción que «Siempre cobramos nosotros, pero ellos (el gobierno de turno) se van a ir antes que nosotros».
Estos días los trabajadores de IMPA están convocando a asambleas abiertas a todas las organizaciones sociales, políticas, estudiantiles y de derechos humanos para explicar lo que sucede y concordar una estrategia a seguir.