13/04/2019

Ronda 34º de Madres Víctimas de Trata

Foto: Laura Reyes

Como todos los meses desde hace más de dos años y medio, Madres Víctimas de Trata (MVT) realizó ayer una ronda alrededor de la emblemática Pirámide de Mayo junto al colectivo artístico a Las Mariposas A.U.Ge. El objetivo principal es visibilizar y concientizar acerca de la desaparición de mujeres, niñas, niños, trans y travestis por redes de trata con fines de explotación sexual. Por Laura Reyes para ANRed.

Foto: Laura Reyes

Madres Victimas de Trata (MVT) es una organización sin fines de lucro que, además, se define como autónoma y autogestionada. Está  formada por madres, familiares y amigos de mujeres, niñas, niños, trans y travestis desaparecidas para ser prostituidas. Según su página oficial en Facebook, el propósito principal de MVT es encontrarse “con otras madres y familias que están con el mismo dolor y la misma búsqueda para luchar juntas, salir de la soledad del problema personal y pensar alternativas, caminos a seguir y acciones a realizar”.

Desde su formación en 2015, abordan el tema de la trata de personas de una manera integral: se encargan de difundir la problemática pero también brindan contención y acompañamiento de las víctimas de trata y sus familiares, además de investigar y hacer seguimientos de las causas judiciales. “Logramos que el delito de trata sea de lesa humanidad. Le pedimos al Estado que haya un banco de huellas dactilares para los entierros NN, que haya abogados querellantes, y ayuda económica para las madres que buscan a sus hijas. Porque cuando una busca a su hija pierde el trabajo, pierde todo, hasta vende las cosas personales. Y el Estado ni siquiera te pone un abogado ni te alcanza un bolsón de comida”, explicó Margarita Meira en conversación con ANRed.

Foto: Laura Reyes

Margarita es la fundadora de Madres Víctimas de Trata. El año pasado recibió el Premio Internacional “La Donna dell´Anno” (Mujer del Año) en Italia en reconocimiento a su lucha contra la trata de personas. Emprendió este camino en 1991 a partir de la desaparición de su hija Susana Bekter de 17 años, quién fue hallada muerta un año más tarde. Sobre su historia, Margartita relata “El juez decía que ella estaba con un supuesto novio, que estaba bien. Es el sicario del poder, es el que secuestra las pibas y las estrega al poder para que las usen para trata de personas. Al año me entero de casualidad de que Susy estaba fallecida, cuando yo estaba embarazada de mi último hijo. Esto fue en Shampoo y Cocodrilo, que era en ese entonces del exjefe de la SIDE, socio de Mauricio Macri”.

La de ayer fue su ronda número 34 en la Plaza de Mayo, otro esfuerzo en la búsqueda por hacer visible un problema que es deliberadamente abandonado en la oscuridad por los medios de comunicación hegemónicos. “Tenemos que hacer esto en Plaza de Mayo para ver si el turista internacional y la población entera se dan cuenta qué es la trata. Estamos acá visibilizando porque no tenemos prensa en la Argentina, la única prensa es la comunitaria. Yo recibí un premio internacional en Italia y acá no tenemos prensa. La justicia y los funcionarios son cómplices”, comenta Margarita.

Foto: Laura Reyes

La ronda es puesta en movimiento cada mes por integrantes del Colectivo Artístico Las Mariposas A.U.Ge. (siglas de Acción Urbana de Género), quienes acompañan la lucha de MVT desde la acción performática. Se trata de artistas con atuendos de un rojo furioso y máscaras brillantes, que llevan en sus pechos carteles con las caras y los nombres de mujeres desaparecidas en democracia. Se mueven al compás de los sonidos emanados de diferentes instrumentos de percusión que ambientan toda la escena. Esta ronda contó también con la presencia del artista Julio César Creativo, quien representó el flagelo de la trata de personas para explotación sexual en una escultura cruda e impactante.

Arte, charlas, folletos, pines y pañuelos: todo en la ronda estaba destinado a dejar en claro qué es la trata y por qué MVT lucha, y nos invita a luchar, contra ella. En palabras de Margarita, “la trata no es solamente que nuestras hijas están desaparecidas, es que las violan más de treinta hombres por día en un prostíbulo. Las queman, las drogan, las alcoholizan. Esto es lo que nosotras queremos visibilizar, que la trata es eso. Los prostíbulos son centros clandestinos de violaciones y torturas seguidas de muerte.”

Por eso, la trigésimo cuarta ronda de Madres Víctimas de Trata marcó su final al grito de “no están perdidas, son desaparecidas para ser prostituidas”. Entre abrazos y palabras de apoyo terminó una jornada que logró su cometido de visibilización y puso de relieve una realidad que muchos desconocen o se niegan a ver, proponiendo un momento de reflexión a todas aquellas personas que se acercaron al lugar.

Foto: Laura Reyes

Foto: Laura Reyes

Foto: Laura Reyes

Foto: Laura Reyes

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