El partido antiderecho
(Matias Baglietto)
El viernes por la tarde, Cynthia Hotton acompañada por Amalia Granata, Mariano Obarrio y Juan José Gómez Centurión, entre otros, realizaron el lanzamiento del partido político «Valores para mi País». El partido tiene como única plataforma, la defensa del aborto clandestino enmascarada en el slogam «Salvemos las dos vidas». El conservadurismo fundamentalista que busca darse legitimidad utilizando la estructura partidaria, tiene un solo objetivo: trancar la historia, en un momento bisagra para el movimiento feminista argentino. Por ANRed
El viernes en la Federación de Box, la militante evangélica y exdiputada nacional por Cambiemos Cynthia Hotton acompañada por Amalia Granata, candidata por el partido “Somos Vida”, Mariano Obarrio y Juan José Gómez Centurión, entre otros, realizaron el lanzamiento del partido político «Valores para mi País».
En un modesto acto, Hotton dió un discurso y expresó que “’Valores para mi País’ es un espacio político con historia y presencia territorial. Este acto es un reencuentro con la gente que hace años nos acompaña y con otros sectores políticos con quienes compartimos los mismos valores».
El espacio busca representar a las personas que al calor del debate parlamentario por la ley de Interrupción voluntaria del embarazo (IVE) en el 2018, se movilizaron en contra de la legalización del aborto. La plataforma del partido aún no presenta propuestas, sino que el objetivo de su creación es el rechazo al derecho al aborto legal seguro y gratuito.
Nada llamativo por cierto, que mientras millones de personas se movilizan para exigir la legalización y despenalización del aborto voluntario surjan este tipo de propuestas que buscan trancar la historia, intentando vincular a la política sus posturas consevadoras y fundamentalistas, en un contexto bisagra para movimiento feminista, que va tranformando conciencias.
Estos intentos de capturar militantes utilizando recursos que provienen de instituciones religiosas y tambien del estado, apuestan con toda sus fuerzas domesticar el creciemiento de la politicidad del movimiento feminista. La lucha por el derecho al aborto legal seguro y gratuito, es una lucha que se fue cocinando a fuego lento y que hoy irrumpe como tema en la agenda nacional de manera abrupta, pero subrepticiamente viene acompañada de años de militancia, argumentación y politicidad en clave feminista.
Las mujeres y feminidades disidentes, han sabido tejer sus redes para luchar por sus derechos por fuera del estado patriarcal. Autogestionadas, con muchas discusiones dadas y experiencias acumuladas, lograron poner al congreso a discutir sobre un derecho humano escencial como es decidir sobre los cuerpos.
La aparición del pañuelo celeste, la consigna «salvemos las dos vidas», la formación de partidos políticos responden a una autoridad que vió amenazado algo fundamental en su poder, como dice Rita Segato «no tienen historicidad, alguien los puso ahí y son nuestros antagonistas de proyecto histórico que nos están diciendo que es fundamental mantener el patriarcado en su lugar. Porque si lo sacamos de ahí, algo se mueve. Un algo que es tan fundacional que va a resquebrajar todo el edificio, todos los poderes.»
Siempre hemos creído que el fundamentalismo pertenecía a otras tierras al medio oriente, sin embargo esta aquí en América latina sobre todo, intentando contener un proceso de transformación de la conciencia humana que está en manos de las mujeres y disidencias que no va a ser fácil frenar.