Metalsa: los trabajadores autopartistas resisten

La empresa autopartista Metalsa despide trabajadores por goteo y persigue a los activistas sindicales. Los operarios denuncian despidos semanales y manifiestan que «echan a los que se rompen» por las condiciones de trabajo y los altos ritmos de producción. El próximo viernes realizarán un acto en la puerta de la planta de Pacheco. Por ANRed.

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La empresa autopartista Metalsa, de capitales mexicanos, produce chasis para empresas de la talla de Ford, Volkswagen y Toyota. La compañía posee una planta en el Talar de Pacheco que opera con mil operarios que rotan constantemente. Los trabajadores denuncian que los directivos despiden entre 4 y 5 trabajadores por semana; a la vez que persiguen al activismo sindical y que despiden a quienes, luego de perder la salud en la línea de producción, ya no les rinden como ellos quisieran.

Desde ANRed conversamos con Ignacio Serrano, un ex delegado, despedido y reincorporado, quien hoy junto a sus compañeros mantiene la lucha contra el ajuste y los despidos. «En 2013, con nuestra agrupación, Trabajadores de Metalsa en Lucha, logramos meter dos delegados en el sector RPU. Dimos la lucha contra el banco de horas y a partir de ahí la empresa nos empieza a discriminar y perseguir. Un delegado se va, quedó yo, y la empresa me desconoce a través de una maniobra fraudulenta; la UOM consciente, me revoca de delegado y al tiempo me echan».

El caso de Serrano no es el único. Los directivos de Metalsa se encargaron de perseguir y despedir a varios activistas, cómo a Charly Lescano, Guille Palomo, Juan «el Mono» Moreno y «Rolo» Alvarenga, quienes cometieron el «error» de postularse sin estar alineados con el gremio. El gremio es la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y, pese a las trabas de su dirección, los trabajadores manifiestan que: «Entre 2014 y 2015 hubo varios activistas despedidos. Hicimos varios cortes sin el apoyo del gremio, obviamente, y conseguimos la reinstalación por vía judicial de 4 compañeros».

Luego de ser reincorporado, Serrano cuenta que, a él y a sus compañeros, los mantienen aislados en una jaula, alejados del resto de los trabajadores, a la que ellos decidieron bautizar como Guantánamo. «Desde hace un año y medio estamos prestos dentro de la empresa: estamos en un sector aparte del resto de los compañeros y sin tareas. Solamente a efectos de que no podamos realizar activismo sindical, relacionarnos con el resto de los compañeros y mucho menos postularnos a elecciones».

Serrano denuncia que los directivos operan con una lógica antisindical: «cómo este año hay elecciones están despidiendo al activismo». Lejos de bajar los brazos, los compañeros de la lista Azul le exigen a la UOM que les permita postular a los trabajadores reincorporados y manifiestan que: «Los compañeros adentro están amenazados permanente, les dicen que no hablen con los zurdos porque los van a echar a todos y que piensen en su familia. Pero a su vez siguen echando por goteo, así que no sirve de nada quedarse callado y con miedo».

Pese al estado de terror que imponen los directivos de Metalsa, los trabajadores continúan en lucha. Reclaman democracia sindical y que se les permita postularse a elecciones; a la vez que exigen ser reubicados en sus puestos de producción. El próximo viernes, 29 de marzo, desde las 4:30 horas, realizarán un acto en la puerta de la fábrica. Buscan, así, romper con el bloqueo patronal y demostrarle a sus compañeros del turno mañana que, pese a la empresa, la lista Azul continúa defendiendo el derecho de todos los trabajadores.