Caminata por la Memoria en Berazategui

El viernes 22 de marzo, el Encuentro por la Memoria, la Verdad y la Justicia de Berazategui convocó a una caminata por la memoria que unió diferentes puntos emblemáticos de la ciudad recordando  en cada sitio a las y los desaparecidos de la zona. Participaron en la misma familiares de las personas desaparecidas, docentes y estudiantes, entre otros. Por Laura Reyes para ANRed.

Recorrido:

* Sindicato docente SUTEBA: Los y las presentes homenajearon a nueve docentes del distrito desaparecidos durante la última dictadura cívico militar: Adriana Barcia, Mario Alberto DiSpalatro, Diana Iris García, Jorge Guidi, Elsa Noemí López Mateos, María Cristina Moralejo, Blanca Ortiz de Murúa, Mónica Quinteros y Lucía Swica.

*Escultura para Miguel Sánchez: Se trata de una escultura de José Lo Russo en honor al joven atleta y poeta desaparecido Miguel Sánchez, en la calle 148 y 15A. Ahí se le rindió homenaje recordando su vida y sus ideales y colocando flores al pie de la obra.

* Casa de Diana Iris García: Diana Iris García era graduada en Psicología en la Universidad Nacional de La Plata. Era militante peronista montonera y fue secuestrada-desaparecida el 15 de octubre de 1976 a los 30 años. Su hermana, Célica García, le dedicó unas emotivas palabras frente a la casa donde Diana vivió.

* Fábrica Rigolleau: Allí se pusieron flores y velas sobre las baldosas que llevan los nombres de los trabajadores desaparecidos de la fábrica: Manuel Coley Robles, Horacio Gushiken, LuisAlberto Angellini y Alfredo Valcarce Soto.

Reproducimos las palabras de apertura de la caminata por la memoria, a cargo de Ernesto Zeitlin, del Encuentro por la Memoria, la Verdad y la Justicia de Berazategui:

Palabras justas

“Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. El Terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad”.

Así nos convocaba Rodolfo Walsh desde la clandestinidad, allá por 1977, en plena dictadura.

Cuando hace 18 años nos propusimos construir un listado de desaparecidos y asesinados lo hicimos bajo la consigna de “…aquellos que vivían, trabajaban, estudiaban o militaban…” aquí en Berazategui, tal vez no nos dimos cuenta que el tema de la Memoria no es un fácil. Nos costó muchísimo esfuerzo y tiempo visibilizar que en nuestro distrito habían pasado muchas cosas. Que, hasta la fecha, más de 100 compañeros fueran desaparecidos o asesinados.

Como en todo el país, en el distrito, el porcentaje más importante de desaparecidos y/o asesinados fueron los trabajadores, pero los desaparecidos docentes de Berazategui (que también eran trabajadores) superan la media nacional alcanzando el 7%, y sumados a los estudiantes secundarios y universitarios superan el 30% del total de desaparecidos de Berazategui.

No fue casual en una ciudad que, en aquel momento, fue ocupando un lugar importante en la provincia a partir de la instalación de industrias con relevancia productiva y simbólica en la región, como Rigolleau, Ducilo, Sniafa, Peugeot, Alpargatas, Coca Cola, entre otras que fueron constituyendo una importante cantidad de clase obrera quienes conformaron sus familias, en base al ideario del ascenso social que, entre otras cosas, comprendía el ingreso de sus hijos a una carrera universitaria, a pesar que la gobernadora diga lo contrario. Por eso iniciamos aquí esta caminata, porque seguramente en cada paso le estaremos haciendo caso a Rodolfo, porque estamos, entre todos, rompiendo el aislamiento, porque entre todos podemos romper la incomunicación a la que nos someten los medios y porque queremos sentir la satisfacción moral de un acto de libertad.

Nos costó muchos años llegar a visibilizar el rostro de casi el 90% de nuestros compañeros desaparecidos que iluminan nuestra bandera. Nos costó mucho esfuerzo ir sembrando las marcas urbanas que señalizan el horror para que nunca más vuelva a suceder.

Marcas urbanas que comenzamos a instalar por el 2007, la primera con la imposición simbólica del nombre de don Rodolfo Pereyra a la calle 151 y, el mismo año con la inauguración de un mural y la imposición del nombre a un aula de la escuela primaria 29 en homenaje a Blanquita Ortiz de Murua, ese año a instancias del SUTEBA y en homenaje a Blanco, San Martín y Estigarría, alumnos del Politécnico y a Lucía Swica, docente de la institución, se inaugura la Pérgola de las sombras en dicha escuela.

En 2010 se inaugura una marca largamente postergada, llevada a cabo por el Encuentro por la Memoria: la señalización del Centro Clandestino de Detención conocido como el Castillo de Plátanos. Y seguimos colocando marcas urbanas en los domicilios donde vivieron Ernesto Rivera, en Barrio Marítimo, en la casa de Diana Iris García, en el centro de la ciudad, volvimos hace poco a Bº Marítimo a la casa donde vivió Alejandro Estigarría, colocamos y recolocamos las señales que nos indicaban la existencia del CCD El Castillo, que manos anónimas habían “desaparecido” y señalizamos y reseñalizamos la vereda de la fábrica más importante de nuestro distrito, la Rigolleau, por la que todavía, nuestros compañeros desaparecidos siguen caminando, como dijo nuestra compañera Alcira, esposa de uno de ellos.

Falta más, mucho más. Faltan nuevas baldosas en la vereda de Rigolleau, faltan baldosas en la vereda de Ducilo, Zucamor, faltan baldosas en los domicilios de cada uno de los compañeros que vivían en nuestro distrito. Faltan marcas urbanas en las escuelas por las que transitaron cada uno de nuestros compañeros y compañeras… Pero entre todos vamos a señalizar cada uno de esos lugares para que Nunca Más haya un golpe de Estado.