SIMECA: «No es un triunfo, es un paso adelante para seguir dando la pelea».
Después de la reunión del sindicato independiente de mensajeros y cadetes (SIMECA) con autoridades oficiales, éstas se comprometieron a aceitar los mecanismos para discutir el petitorio en los ámbitos correspondientes: el ministerio de trabajo y el de salud. Para eso están previstas nuevas reuniones el próximo viernes.
«Por suerte, el tiempo acompaña», decían los motoqueros en referencia a la marcha del miércoles pasado bajo la lluvia, mirando el cielo perfectamente azul. Reunidos a los pies del Obelisco, marcharon desde ese punto hasta la Plaza de Mayo, a través de Diagonal Norte. Casi un centenar de motos y bicicletas rodearon la pirámide con banderas en rojo y negro.
Cerca de las 19.30 horas una comisión de seis delegados ingresó a la Casa Rosada para reunirse con el segundo de la secretaria de la presidencia, Juan Carlos Bontempo. El petitorio que se puso en discusión consta de ocho puntos:
Reconocimiento de SIMECA, como sindicato.
Blanqueo de la situación laboral
Aumento de salarios
Reconocimiento de la insalubridad del rubro
Régimen de VIH
Desprocesamiento de los mensajeros procesados y de todos los perseguidos políticos y gremiales
Libertad a todos los presos por causas políticas
Mientras se desarrolló el encuentro en Balcarce 50, en la Plaza de Mayo las motos giraron mostrando toda la potencia de los motores y las bocinas. «Los agencieros son una banda de delincuentes que ganan mucho y pagan poco» cantaban los motoqueros en alusión a los empleadores que les imponen el régimen de desprotección total a la que están sometidos.
Trabajo en negro, accidentes y muertes, tuvieron sus representación. Las madres de Jorge y Cristian, dos mensajeros que murieron, mientras trabajaban, en accidentes de tránsito, apoyaron la movilización y los reclamos. Nicolás de veinte años, sentado en la moto de un amigo participa, un poco desde lejos, ya que un bota de yeso le impidia moverse sin muletas. Desde que comenzó a trabajar, hace cuatro años atrás no varió su situación de empleado en negro. Sufrió un accidente de tránsito en camino al trabajo, una cadena de carnicerías, donde hace los repartos. «Nadie me va a pagar el tiempo que este parado, el tratamiento de la fractura puede llevar varios meses y mientras tanto todo lo debo pagar yo, lo único que salvé fueron los arreglos de la moto.» Las situaciones descriptas se deben multiplicar por cientos.
Tras una hora de discusión el gobierno se comprometió a mediar en una reunión, el próximo viernes 22 en el ministerio de trabajo para gestionar el reconocimiento del sindicato y alentar las inspecciones de la cartera laboral para frenar las contrataciones de empleados en negro. Los proyectos de regularización de la actividad que lleva adelante el sindicato serán confrontados con la cámara que reúne a los empleadores. Otro de los reclamos refería a la situación de los trabajadores portadores del virus del sida y el acceso a los tratamientos. También prometieron un encuentro con algún representante del ministerio de salud para el mismo día viernes.
Gastón, resumió las conclusiones del primer encuentro con el gobierno: «Que quede bien claro que esto no es un triunfo, el verdadero triunfo será que salgan todos los compañeros a la calle y se sepa lo que pasa dentro de las agencias, que hagamos presión para obtener alguna respuesta favorable a nuestros reclamos. Sin presión no vamos a conseguir nada y sin mantenernos unidos tampoco».