26/12/2008

Fue clausurado el prostíbulo que escrachó La Alameda

clausurado_001.jpg En la noche del martes 23 la justicia federal, juzgado de Romilda Servini de Cubria, clausuró el prostíbulo Quatro Cat’s (Rivadavia 3007). Colocaron una faja de clausura en la puerta y un policía de consigna. Sin embargo siguen impunes aún los locales «Leblon» y «Star», que con fachada de hoteles son en realidad albergues transitorios donde se concreta la explotación sexual. Estos locales habilitados falsamente como hoteles no fueron inspeccionados por la Agencia de Gubernamental de Control, dependiente del Gobierno de la Ciudad y a cargo del ex juez Federico Young.


Según informa La Alameda, «fuentes vecinales nos informaron que los colchones filmados y fotografiados antes del escrache fueron retirados de Quatro Cat’s. Estos colchones demuestran claramente que en el local vivían las mujeres al igual que sucede en los talleres clandestinos, donde el ámbito laboral y domicilio se torna uno solo».

La modalidad de estos lugares es simular ser un bar. Sin embargo en su interior los clientes pagan por un servicio sexual que realizan en algún hotel lindante, que simula ser un albergue transitorio o un hotel de pasajeros. Las denuncias hablan que allí se ejercería una trata de personas con reducción a la servidumbre, conocido como «trabajo esclavo».
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«Quatro Cat’s», el Hotel «Leblon» y un segundo hotel de pasajeros, «Star», ubicado en Ecuador 12, fueron denunciados penalmente a través de las pruebas presentadas por La Alameda.
La propiedad de los negocios es atribuida a los empresarios Rafael Levy y Raúl Vengrover, los mismos dueños del edificio donde funcionó el boliche República Cromañón. Se imputan los delitos de trata de persona, reducción a la servidumbre, y la prohibición de casa de prostitución.

Durante el escrache realizado el día lunes 22-12, tres proxenetas fueron corridos por la avenida Rivadavia. Los reconocieron porque, según informó La Alameda, «uno de ellos aparece subiendo a una camioneta último modelo Hyundai, vidrios polarizados, en la puerta de Quatro Cat’s. El proxeneta intentó escaparse en ella y no pudo. Por lo que la dejo encendida y con dos adolescentes en su interior. Militantes de La Alameda junto a periodistas se quedaron esperando el retorno pero el sujeto no regresó».

El 30 de diciembre será la marcha por el cuarto aniversario de las cientos de muertes en Cromañón. Seguramente los locales de Rafael Levy, sobre Ecuador y Rivadavia, sean nuevamente escrachados con consignas en aerosol y carteles que muestren a la sociedad la cara del responsable máximo del boliche República Cromañón.

ANTECEDENTES DEL CASO. Material gentileza de Lucas Schaerer

La podrida manzana Cromañón

Un prostíbulo ubicado en la misma manzana que el boliche Republica Cromañón fue investigado por La Alameda con cámara oculta. La Defensora del Pueblo porteña Alicia Pierini radicó la denuncia penal. La propiedad del local se le atribuye al dueño del boliche incendiado, Rafael Levy. Por Lucas Schaerer

«Es el lugar más tranquilo del barrio», aseveró el entonces titular de la seccional 8ª, René Zabala, ante la denuncia de un grupo ciudadanos por el prostíbulo «Quatro Cat’s», ubicado en la misma manzana de Republica Cromañón, y que quienes los investigaron señalan como propiedad de Rafael Levy, dueño del boliche incendiado en el que fallecieron 194 personas.

Rivadavia casi esquina Ecuador. Un local con vidrios polarizados y sin publicidad a la vista. Las tarjetitas que reparte un hombre obeso sentado en Rivadavia al 3007 da cuenta de su actividad «Música, tragos y algo más»¦» (impreso en el comercio de Ecuador 341). Adentro mujeres inmigrantes. Se la puede llevar cualquiera para asuntos sexuales pagando 41 pesos. El Hotel «Leblon», lindante a «Quatro Cat’s», es donde se concreta la cadena de explotación sexual de mujeres vulnerables. Esta operatoria fue filmada por los integrantes de La Alameda, que vienen denunciando el negocio de la explotación sexual en distintos barrios porteños, como Flores, Monserrat y Constitución.

«Quatro Cat’s», el Hotel «Leblon» y un segundo hotel de pasajeros, «Star», ubicado en Ecuador 12, tras la cámara oculta dada a conocer este lunes, fueron hace instantes denunciados penalmente, con las pruebas recolectadas por La Alameda.

Quien radica la presentación judicial es la defensora del Pueblo de la Ciudad, Alicia Pierini. La causa fue radicada en el juzgado Federal Nº 1, a cargo de María Romilda Servini de Cubría. Los delitos que se imputan son trata de persona (por la nueva ley 26.364, artículo 145 bis), reducción a la servidumbre (por el artículo 140 del Código Penal) y la prohibición de casa de prostitución, mediante la histórica y olvidada ley 12.331, artículos 15 y 17 que aplican multas y en caso de reincidencia, prisión.

La propiedad de los negocios es atribuida a los empresarios Rafael Levy y Raúl Vengrover, los mismos dueños del edificio donde funcionó el boliche República Cromañón.

A metros de Cromañón, y a casi cuatro años del incendio, una cámara oculta permitió detectar que por consumidor de sexo las mujeres cobran doce pesos -por el que el cliente pagó un mínimo de 100 pesos-, que no tienen dónde vivir y no saben cómo hacer para huir de esa situación.

La denuncia toma mayor revuelo ya que se produce cuando están a punto de cumplirse cuatro años de la tragedia y porque según la denuncia de los vecinos de Once en una fiscalía contravencional, ambos locales estaban funcionando esa misma noche del incendio y lo siguieron haciendo en forma interrumpida hasta hoy, tras haber pasado la gestión del destituido Aníbal Ibarra, su sucesor Jorge Telerman y el electo Mauricio Macri.

LA MANZANA PODRIDA

NOTICIAS URBANAS, en una investigación exclusiva, dio cuenta, hace dos semanas, cómo en esa misma manzana plagada de irregularidades se sumaba otra: en un sótano ubicado debajo del hotel Central Park del que dependía Cromañón, funcionó hasta cinco meses después de la tragedia un taller clandestino de costura. Allí también trabajaban inmigrantes, y la empresa que los empleo es Logical S.A. propiedad legalmente de Eduardo Levy, hermano de Rafael. Este último fue procesado por el juez Alberto Baños por el delito de «estrago doloso seguido de muerte», el mismo que se le imputa a Omar Chabán, pero en julio la Sala V de la Cámara de Apelaciones lo sobreseyó.

El fallo fue apelado y es ahora la Sala III de la Cámara de Casación la que debe resolver sobre la responsabilidad del empresario por la muerte de 194 personas. En tanto que Raúl Vengrover, socio de Levy cuando construyó los locales hoy sede de ilícitos, fue indagado en otra causa por irregularidades en la habilitación del boliche Latino 11, ubicado en Ecuador 50, junto a un cine porno. Vengrover espera conocer su situación penal.

El abogado José Iglesias, padre de uno de los chicos fallecidos en Cromañón y querellante en el juicio oral, expresó a NOTICIAS URBANAS que enterado de la denuncia de La Alameda estarán en el escrache al prostíbulo y el Hotel Leblon. El repudio preparado por la ONG de costureros y el MTE, que también se sumarán vecinos de Balvanera, está previsto para las 19 de este lunes 22.

Iglesias agregó que «tanto el Hotel Leblon, ubicado en Rivadavia 3009, como el local Quatro Cat’s, al 3007 de la misma avenida, forman parte de un edificio que pertenece a Raúl Vengrover, socio de Rafael Levy en las sociedades off shore que, según la Inspección General de Justicia (IGJ), son las propietarias de varias construcciones en esa manzana, entre ellas, el local donde funcionaba Cromañón». La vinculación de los empresarios con esas propiedades está plasmada en la resolución 431 de la IGJ, del 13 de abril de 2005.

LA FEDERAL EN EL MEDIO

«El negocio de la prostitución y de la trata en esa zona es una fenomenal caja de la Comisaría 7ª», sostiene el abogado Iglesias, algo que es notorio para los transeúntes habituales de la plaza Miserere y comprobado por La Alameda: un patrullero en la puerta del prostíbulo a la espera de una gaseosa que compra el custodio de «Quatro Cat’s» y una trafic de la Federal custodiando una 4×4 estacionada frente al prostíbulo.

NU estuvo en la mañana de este lunes en las inmediaciones de los locales denunciados. Casi frente al Hotel Leblon en la vereda había cuatro colchones arrojados como desperdicio. Los vecinos del barrio afirmaron a este cronista que fueron sacados de la casa de explotación sexual. Cerca de las 11, los colchones fueron compactados por un camión de la basura y trasladadas algún basural. A los minutos de desaparecida la prueba, dos patrulleros de la seccional 8ª se estacionaron en Rivadavia observando cómo el local denunciado era reabierto con total tranquilidad, sin que les afectara la tapa del diario Página/12.

La jurisdicción de la Policía Federal en la manzana de la impunidad se reparte en tres comisarías. La séptima cubre Bartolomé Mitre y Ecuador, después de la línea municipal para adentro de los locales o domicilios en las calles Rivadavia y Jean Jaures. Mientras que la comisaría 8ª le corresponde de la vereda de Rivadavia para el sur, y la seccional 9ª de la vereda de Jean Jaures para el lado de Caballito o sentido oeste de la Ciudad.

Los tres funcionarios policiales implicados y juzgados por las muertes del boliche Cromañón son de la comisaría 7ª: Carlos Rubén Díaz, ex subcomisario, coautor del delito de cohecho pasivo y coautor del delito de estrago doloso seguido de muerte en concurso con el de cohecho activo; Miguel Ángel Belay, ex comisario, coautor del delito de cohecho pasivo, y Gabriel Ismael Sevald, ex comisario.

Todos estos jefes policiales fueron acusados de cobrar coimas para permitir el ingreso de más público que el autorizado al boliche que se incendió en diciembre de 2004. Pese a tal acusación la seccional tuvo una semana entera tras el incendio a cargo de la seguridad del boliche, con el fin de que no se alteraran pruebas algunas. Luego fueron removidos por la División Infantería, quienes jamás advirtieron el taller-depósito textil en las catacumbas del boliche propiedad del turbio Rafael Levy.



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