11/09/2018

Facundo Jones Huala: «El Estado nos considera un enemigo estratégico»

El viernes 30 de agosto, el Enredando las Mañanas tuvo la posibilidad de obtener la única entrevista que Facundo Jones Huala, lonko de la lof en Resistencia de Cushamen y actualmente preso político, ha brindado desde Esquel en el penal, para conocer diferentes cuestiones en torno a su estadía en la prisión, a la posibilidad de extradición a Chile y aspectos puntuales de la lucha por las recuperaciones de territorios que data desde hace siglos. Por RNMA.


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Enredando Las Mañanas: Buenos día Facundo

Facundo Jones Huala: Buenos días a todos, un saludo cordial desde aquí, el penal de la unidad 14, en Esquel. A todos los amigos, los hermanos de los pueblos Mapuche y otros pueblos indígenas, como a la gente solidaria.

ELM: Bueno Facundo, lo primordial, es saber cómo te encontrás, ¿cómo estás?

FJH: Bueno, nuevamente aquí entre rejas. Luego de las arbitrarias decisiones político-judiciales, tanto del magistrado (Gustavo) Villanueva y (Guido) Otranto, en conjunto, que ordenaron mi nueva detención, como también del sector desde el poder político y económico de este país, que han decidido nuevamente encerrarme. Más allá de eso, como siempre la moral alta porque sabemos que nuestra lucha es digna y es justa.

ELM: ¿Cómo se llegó a esta situación?

FJH: En este momento, yo tengo un pedido de extradición del Estado chileno y por situaciones de conflictividad territorial en Gulumapu, en lo que es Chile, y entre eso, en ese contexto, se dio una situación que se convirtió en un invento político-judicial para con nosotros, fuimos detenidos en ese caso en Pisu Pisué, junto con una vocera y autoridad tradicional de las comunidades de la zona de Pilmaiken, la machi Millaray Huichalaf, con los que fuimos procesados y bueno, pasó bastante tiempo. Luego yo me voy, vengo para aquí, estuve cerca de un año detenido en Chile, después prisión domiciliaria, luego vuelvo para mi tierra por distintas zonas-comunidades, soy capturado de vuelta. Y luego, Chile pide mi extradición después de un juicio. En ese juicio fui dejado en libertad.

Luego de eso me vuelven a detener el año pasado, este Juez (Gustavo) Villanueva, el 27 de Junio y tuve otro juicio de extradición hace poco, hace un par de meses y tenía que decidir la Corte Suprema que, a diferencia del juicio anterior, que tardó 8 meses o más en decidir, acá tardó muy poco tiempo y decidió nuevamente la extradición como si no hubiese tenido juicio anterior. Algo totalmente irregular, que posiblemente, que si no abre nuevamente, le puede traer sanciones internacionales al Estado argentino porque ninguna persona puede ser sometida al mismo proceso dos veces por lo mismo.

Y además ahora esperando la resolución de cancillería y del presidente; tanto sobre la extradición a Chile, la extradición o la no extradición, o la posibilidad de ser juzgado aquí en Argentina. Y en ese contexto, también, se da -porque en la primera detención soy detenido dentro del proceso de regulación de tierras de Cushamen, de Leleque- y en ese lugar, o en toda esa zona también cumplo un rol político-filosófico, si se quiere, como autoridad tradicional de familias y comunidades de la zona.

Y  por ese motivo también estamos siendo procesados ahora, un juicio por usurpación, y ahí dice acto agravado, además de que a algunas peñi le imputaron tenencia ilegal de armas de guerra. Esas son las imputaciones frente a la recuperación territorial entre un sector del Pueblo Mapuche y la multinacional Benetton.

ELM: ¿Cómo ves el reclamo de tierras por parte de Benetton?

FJH: Nos da muestra del tipo de país en el que se vive y el tipo de Estado que administra los intereses transnacionales. De hecho es una situación vergonzosa para el mismo Estado. Es bien complejo el tema. Benetton es uno de los más ricos del mundo, es el terrateniente más importante del país, una de las multinacionales más fuertes que está en todo este territorio de más de un millón de hectáreas en toda la Patagonia, que le compraron a los ingleses, y, además, en este gobierno se le pretende conceder obra pública a Benetton, ¿no?

Pero lo más grave de esto, es que incluso ahora hace poco hubo un accidente tremendo en Génova, responsabilidad de Benetton, que es la que había construido aquel puente donde murieron más de 30 personas y que a eso se le ha dado obra pública en este país. Pero, además de eso, digo, tiene que ver con un conflicto histórico que nosotros estamos teniendo; primero, con los ingleses, porque esas estancias pertenecían a la Compañía de Tierras del Sud Argentino, en manos de capitales ingleses, y luego eso fue concedido a la multinacional Benetton.

Es algo totalmente irregular porque, además, ya desde los ingleses, se había cometido una estafa, digamos, no sólo a nosotros, sino al mismo Estado, que seguramente hasta era consciente de esa estafa, que cambiaron los dibujos de los planos, y se encontraron los cuadros o las mesuras originales en los dibujos, de donde eran las tierras originales. Nosotros los cuadros que estamos reclamando en este momento, donde se han dado diversos conflictos, donde incluso desaparecieron al compañero Santiago Maldonado, en esa zona, son los cuadros originales de parte de los cuadros de 200 bloques que se le cedieron al ñizol lonko Ñancuche Nahuelquir luego de la Conquista del Desierto para la colonia indígena Cushamen.

ELM: ¿Cuál es la situación legal real de la tierra, considerando la prórroga de la ley 26.160 hoy?

FJH: La verdad que, si bien la ley fue algo positivo para algunas comunidades, no lo fue para todas. De hecho, para nosotros y muchas comunidades no hubo década ganada. Y este conflicto comienza en la misma etapa kirchnerista, ¿no? Estalla, en aquel momento, todavía estaba Cristina en el poder. Fue mucho antes de las elecciones, donde fuimos tiroteados por la policía y no se contempló la Ley.

Más allá de que nosotros como colectivo, como conjunto, digamos, de peñi y lamien organizados, le solicitábamos la intervención de instituciones del Estado con peso político para darle una solución política a esta demanda, a este conflicto, pero realmente no ha habido voluntad política de darle una solución real a esto y avanzar incluso más allá de esta ley, que además es un bache, una cuestión bastante superficial porque frena desalojos por 4 años para poder realizar relevamientos, pero realmente no se hacen o se hacen mal porque no contemplan realmente la territorialidad conjunta o completa desde la visión de los pueblos indígenas, de los pueblos originarios, y mucho menos del Pueblo Mapuche en particular. Lo que esto es, lamentablemente, traer más conflictos a futuro. Y en la etapa del Gobierno que estamos ahora, de este Gobierno ultra-derecha neoliberal es mucho más fuerte esta represión.

Nosotros estamos esperando alguna solución política que tenga peso real. Si bien la 26.160 nos ha dado oxígeno en algunas zonas, es un oxígeno limitado porque incluso en esas zonas donde tenía vigencia, donde se podía echar mano de este decreto de ley, en esas zonas también ha habido represión y aún la hay.

ELM: ¿Cómo ves que impacta tu detención en el ánimo de la sociedad mapuche?

FJH: La verdad es que mi visión sobre eso es bastante limitada porque no tengo un acceso total a esa información desde acá. Lo que me dicen, me cuentan, es que ha tenido bastante repercusión y ha pasado por distintos estados de ánimo. De repente desde un trauma bastante complejo derivado de las situaciones de terrorismo de Estado que involucran las muertes del peñi Rafael y del compañero Santiago, en algún momento generó un estado de shock bastante complejo en algunas zonas, la terapia del shock digamos. Y que la gente de a poco ha venido saliendo de eso y ha vuelto a movilizarse. Sé que ha habido reacciones bastante  inmediatas en la última detención y que la gente, dentro de todo, no ha perdido, no ha bajado la moral porque siempre nosotros hemos estado acostumbrados a los palos. Así que no es tan difícil reponerse.

Lamentablemente, estamos acostumbrados a la violencia del Estado, a la violencia de los grupos para-policiales, a la violencia de los terratenientes, de las transnacionales. Entonces, ha habido un proceso, nuevamente, de levantamiento paulatino desde la primera prisión hasta ahora, que ha tenido sus altos y sus bajos pero que en estos momentos se encuentra bastante fortalecida en términos político-filosóficos. Si uno lo mira en el conjunto del Pueblo Mapuche se ve bastante bien, pero en términos por ahí más específicos, o a nivel más micro, quizás haya otras cosas que ir superando. Pero sé que también tengo bastante apoyo de mi gente, de mi familia, de las comunidades, de distintas comunidades. En realidad, son la excepción los que están en contra de este proceso, de este movimiento, de esta lucha. Y también, sé que de llegar del otro lado hay mucho apoyo de autoridades tradicionales, de organizaciones, comunidades. Así que, si es que me extraditan, es decir, en ese sentido, hemos logrado trascender con la lucha del Pueblo Mapuche y eso, creo que es una de las cosas más importantes, el no decaer en la moral, y sabemos que eso afecta positivamente en nuestra gente. Si nosotros que estamos, o la gente que podamos estar detenidas, o golpeadas, o perseguidas, nos mantenemos firmes, yo sé que eso también puede trasmitirle esa misma energía al resto de la gente que está en libertad.

ELM: Chile es un país donde se ha aplicado arbitrariamente la ley antiterrorista. ¿En relación a esto, la Argentina va en ese camino?

FJH: Sí. Igual es bien compleja la ley antiterrorista porque fue uno de los motivos por los cuales ellos ahora me dijeron «a la extradición no». La ley, los conflictos políticos, no son extraditables y ahí se entra en la contradicción, ellos dicen «no son extraditables los conflictos políticos» pero sí el terrorismo y los delitos comunes. Ahora, resulta que ellos dicen que al no haberse aplicado la ley antiterrorista en el caso Pisu pisué no hay un conflicto político, aunque si hubiesen hubiese aplicado la ley antiterrorista ellos dirían «no, es terrorismo, así que es extraditable igual». Y hace años que, en algunos casos específicos, se ha utilizado o amedrentado tanto con la ley antiterrorista o la de seguridad interior del Estado, en Chile. También ha habido muchos casos en los que se ha aplicado legislación común para poder decir «no, como no hay ley antiterrorista, son delitos comunes», aunque todos sabemos que están enmarcados dentro del contexto del conflicto socio-político histórico entre la Nación Mapuche y el Estado chileno, y en este caso, aquí, el Estado argentino.

Evidentemente que Argentina va por el mismo camino. Siendo que tiene una serie de causas enmarcadas dentro del conflicto mapuche en los juzgados provinciales, si se quiere, y otra en los  juzgados federales. Y aunque esas causas estén conexas a la hora de tratarlas, desde la conveniencia de los fiscales, de los jueces y del poder político, las tratan como causas políticas sediciosas -incluso como han llegado a decir algunos jueces de tribunales superiores- como también dicen «no, son delitos comunes, son delincuentes comunes, son hechos aislados».

Entonces, depende de la necesidad de ellos de utilizar la legislación de una manera u otra en tal momento y no darle una solución, o un marco específico político. Echan mano a esas distintas estrategias jurídicas. Y el montaje político judicial es igual. Ese es el lamentable camino que está tomando el Estado argentino, que ya ha tomado el Estado chileno, que lleva muchos muertos el Estado chileno y el latifundio, y las transnacionales, varios muertos llevan. Y muchos, cantidad, de hermanos y hermanas, de peñi y lamien, que han pasado por las distintas cárceles chilenas como prisioneros políticos, tanto por ley antiterrorista o ley de seguridad interior del Estado, y también, otros enmarcados dentro de supuestos procesos de delitos comunes, como fue el caso nuestro. Si bien en un primer momento quisieron aplicar la ley antiterrorista, recuerdo que eso fue desestimado y el caso fue tratado dentro de la legislación común, pero con querella del gobierno local, la querella era la gobernación del Ranko, siendo que las gobernaciones sólo se querellan en cuestiones políticas o graves, digamos, puede ser política, o narcotráfico, o terrorismo. Como no era ni terrorismo ni narcotráfico, entonces uno puede darse cuenta del nivel de conflictividad política que se está tratando en la zona. Sobre todo que en aquella zona se está resistiendo a la instalación de Centrales Hidroeléctricas dentro de un espacio sagrado. Y bueno, es por eso que se ha tratado el tema como se ha tratado en ese lugar.

ELM: ¿Cómo ves el tema de la fuerza política impuesta por el poder de las fuerzas armadas, con el decreto de Macri, que habla desde el lugar del enemigo interno?

FJH: Y bueno, esto tiene que ver con un plan mucho más complejo. Evidentemente que están jugando -y hasta la misma Bullrich dijo que se iban a utilizar las fuerzas armadas directamente en el conflicto mapuche- lo que no quiere decir que no lo usen, o incluso ya no lo hayan usado antes en otros sentidos, desde sectores de inteligencia del ejército a la posibilidad de grupos paramilitares.

Pero, evidentemente que la estrategia de ellos de militarizar algunas zonas, de poner el ejército en la frontera para que la gendarmería haga lo que está haciendo y, de hecho, aquí nosotros tenemos algo aquí que es bien específico que es lo que la borracha de la Bullrich le dio a llamar El Comando Unificado Sur, para luchar contra el Pueblo Mapuche. Y como también esto tiene una situación mucho más compleja, que es la instalación de Bases Militares estadounidenses, sé que hay algunas instaladas allá por el norte del país y que una de las otras bases estratégicas, estaría justamente en la zona de Vaca Muerta.

Entonces, es mucho más grave. Tenemos una invasión militar del imperialismo y, lamentablemente, digo, nosotros los mapuche somos de los pocos pueblos que está tratando de mantener una resistencia concreta y férrea a todos estos avances. Más allá de la simple protesta verbal, digamos, tratando de sostener nuestro territorio. Pero yo creo que es grave que toda la sociedad no se movilice contra estos grandes atropellos. Sobre todo las políticas neoliberales que están habiendo.

Evidentemente que este es un gobierno neoliberal al servicio completo del imperialismo. Y que es grave que los mapuche no estemos, seguramente, a la altura de las circunstancias para poder enfrentar a un enemigo tan grande, sino que toda la sociedad tampoco se ponga a movilizarse en torno a eso. El estado no es que busca un chivo expiatorio, sino que realmente nos considera un enemigo estratégico, porque las comunidades nuestras están sentadas, justamente, donde muchos de ellos tienen esos recursos que quieren saquear, explotar y enriquecerse con eso. Y además, de que el Pueblo Mapuche ha sido un pueblo que históricamente, con muy pocos recursos, en inferioridad de condiciones, ha ofrecido una resistencia tremenda, estratégica y que ha sido inspiración para muchos procesos históricos. No debemos olvidar que el mismo San Martín, no sólo que pidió permiso a algunas comunidades mapuche para poder pasar la frontera y ayuda, sino que también perteneció a una logia, que se llamaba Logia  Lautaro. Lautaro fue una de nuestros grandes héroes que desde la lucha mapuche frente a la corona española. Y que el Pueblo Mapuche, a la vez, fue capaz, en esa inferioridad de condiciones, de establecer fronteras con el imperialismo español, con la corona española, y bueno, luego le costó mucho a los estados criollos poder derrotarnos. Y esa es la historia del Pueblo Mapuche.

Yo creo que tiene que ver mucho con eso, con lo que representa históricamente, simbólicamente, el potencial cultural, político, filosófico, y si se quiere hasta militar que guarda el Pueblo Mapuche en su memoria colectiva, en su dinámica, en su idiosincrasia si se quiere. Creo yo que tiene mucho que ver con eso, el Pueblo Mapuche nunca ha sido un pueblo que se ha dejado doblegar fácilmente. Y como nuestro gran guerrero Galvarino Kallfürüngi que le cortaban las manos y se hacía atar lanzas y cuchillos para pelear frente a los españoles. Digamos, como que esa es la actitud del mapuche frente a la opresión. No dejar de luchar, hasta el último aliento.

ELM: Los Martínez de Hoz fueron uno de los grandes beneficiarios de la conquista del desierto, con ventas que realizó la familia Bullrich, ¿vos creés que hay una Oligarquía, que viene desde ese entonces y se basa en ese genocidio?

FJH: Sí, evidentemente sí, son los que son parte del gobierno, el mismo Marcos Peña, Marcos Peña Braun, pertenece a la familia dueña de La Anónima, responsable de ese gran genocidio, no solamente con nosotros, los que pagaban un patacón por oreja de mapuche, de tehuelche y que fueron los responsables del exterminio de onas y de selk’nam en el sur. Pero digo, todas esas familias, son parte de la Sociedad Rural, son los jefes de la Sociedad Rural. De hecho, que haya ministro de la Sociedad Rural es lo que nos habla del tipo de gobierno que tenemos, tenemos por un lado ministro de la Sociedad Rural y otro que hicieron la mímica de que lo corrían, que fue Aranguren de Shell, diferente, de una multinacional. Ese es el tipo de gobierno que tenemos.

Y es lo que decía un revolucionario latinoamericano, el Che, que decía que las burguesías nacionales sólo son furgón de cola del imperialismo y es realmente lo que sucede en este país. Siendo un país que incluso, por más derecha que gobierne o por más crisis económica que hubiera es un país que no tendría por qué tener la crisis que está teniendo en estos momentos y   se tiene, digamos, también el potencial para dar soluciones políticas independientes del tipo de poder político que está en el poder. Pero evidentemente que este tipo de oligarquías tan retrógradas en muchos sentidos, este tipo de derecha que gobierna este país ha fundido el mismo país y que, evidentemente, si no es capaz de dar soluciones a su misma gente, mucho menos lo va a hacer con nosotros los pueblos originarios, que nos consideran enemigos desde siempre.

Hay una cuestión obviamente que racial, colonial, histórica. Este es un conflicto político histórico entre la Nación Mapuche y esta oligarquía terrateniente, ahora las transnacionales. Pero que su representante más directo se encuentra ahí, en esa oligarquía terrateniente criolla, que en su gran mayoría ha sido parte del poder político durante estos 130 años, en las distintas provincias y a nivel nacional, ellos siempre han estado en algún sector del poder: Martínez de Hoz en la dictadura, la familia Bullrich siempre ha tenido algún lugar de poder, todos ellos, que nunca dejaron de ser gobierno, incluso por más progres que hayan estado en el poder, ellos siempre tuvieron alguna cuotita, ahí, de poder, en algún sector de esta sociedad dominante.

ELM: Con respecto a tu situación, ¿cuáles son los pasos a seguir?

FJH: Ahora hay que esperar la firma o no de Macri, la aprobación o no del juicio en Argentina. Hay que ver todo eso, si se moviliza o no la gente. La salida dirá o no, de la gente tanto a nivel nacional como internacional, de pronunciamiento, quizás, ojalá, de organismos internacionales. Eso es lo que hay que esperar y depende mucho de esto, de la conciencia de la gente y también de la situación socio-política del país.

Se está viviendo una crisis bastante compleja, que evidentemente hace vadear todas las posibilidades de hace un mes atrás a ahora. No es la misma la realidad de hace una semana atrás que la de hoy, que seguramente la de mañana o la del lunes y que supera y es transversal a todos los procesos políticos y pueblos en Argentina, pueblos que habitamos lo que es hoy Argentina. Entonces, en ese sentido me parece que esa variante está presente incluso en mi caso. No hay que dejar de ver que mientras había algún tipo de conmoción, entre los bolsos y otras situaciones que se están dando en la prensa, la Corte Suprema se pronunció y me dio la extradición. La Corte Suprema, por más que de la justicia se diga que no tiene influencia política sabemos todos que la Corte Suprema es lo más político que hay y que esos señores que están ahí, salvo honrosas excepciones que han estado en algún momento en esos lugares, la gran mayoría son una manga de corruptos y larvas que viven a costa de todos nosotros y, también, son parte de esa burguesía dominante e inútil que no produce nada más que presos. Que además, que ellos viven a costa de las prisiones, del servicio penitenciario, de la delincuencia organizada por ellos mismos. Porque si no hubiera cierto tipo de delincuencia ellos no tendrían trabajo. Todas esas larvas han decidido, políticamente, la extradición diciendo que no hay aquí delito, ni conflicto político por lo cual yo no debería ser extraditado. Entonces, ahí tenemos bien claro que todo depende de la situación socio-política del país y de cual sea el horizonte conjunto de aquí a un tiempo. Y también, evidentemente, de cómo el Pueblo Mapuche sea capaz de sobreponerse o de mantenerse ante esta crisis nacional. Y con sus conflictos específicos en cada zona. Porque nosotros, además de que tenemos un conflicto histórico, tenemos conflictos específicos en cada territorio, en cada comunidad, en cada familia. Esas son un poco las variables que puede llegar a haber en las decisiones o en lo que acontezca de acá a un tiempo.

ELM: Un gusto haber tenido esta entrevista, es algo muy importante. Para tener en cuenta también a los compañeros que ya no están, como Santiago y Rafael.

FJH: Sin lugar a dudas, hay que mantener viva la memoria y el ejemplo, tanto del peñi Rafael Nahuel Weichafae, como del compañero Santiago Maldonado. No hay que olvidar, también, que en estos momentos, uno de mis hermanos, Horacio Jones Huala y el peñi Lautaro González Kurubinca, están siendo perseguidos por el mismo juez Villanueva y parte de la justicia argentina, por intentar salvar la vida del peñi Rafa en esa masacre que intentaron realizar los albatros, por órdenes tanto de Villanueva como  de elementos del Ministerio de Seguridad de la Nación, donde murió el peñi Rafa. Justamente, el día en que estaban enterrando a Santiago. Eso no tiene que dejar de entenderse dentro de un plan sistemático de terrorismo de Estado contra el Pueblo Mapuche, como ejemplo para el resto de la sociedad, o de la gente que quiera levantar su proceso de lucha también. No hay que olvidar ese ejemplo y seguir ese camino que ellos marcaron porque la idea de asustar y del terrorismo de Estado, es eso, es asustar, generar miedo, temor en la población y que la gente no se movilice. Entonces, lo que nosotros menos podemos hacer es darles el gusto y dejar de movilizar y dejar de luchar.

Yo creo que los mapuche tenemos que reproducir decenas, miles de Rafas, y que la sociedad argentina solidaria, también, ir marcando su propio rumbo, la sociedad latinoamericana, los pueblos del mundo que debían tener miles de Santiago Maldonado capaces de dar una mano a sus hermanos, a los que él entiende como hermanos oprimidos y encararnos en esta lucha que nosotros hemos caracterizado desde el Pueblo Mapuche como  una lucha anticapitalista, anti oligárquica, antiimperialista, anticolonial.

Me parece que tiene que ver con eso, una lucha de liberación nacional, en el caso del Pueblo Mapuche, pero que los demás pueblos también deben encarar su propio proceso de combatividad, de confrontación a este enemigo y de construcción de un mundo diferente. En el caso del Pueblo Mapuche nos encontramos reconstruyendo nuestro mundo, reconstruyendo nuestras comunidades, revalorizando nuestras autoridades ancestrales, tradicionales, en cada zona, en cada territorio. Y ese es el poder político que nosotros estamos reconstruyendo. Un poder político que siempre hemos mantenido de una u otra manera, con mayores o menores niveles de efectividad o de sostenimiento debido al colonialismo y a la represión y a la opresión. Pero que se encuentra fortaleciendo.

Ese es el proyecto político que tanto teme el Gobierno y que de alguna manera se encarnó en los procesos de autodefensa, donde cayeron tanto el compañero Santiago como el peñi Rafita y no hay que olvidar eso jamás. Creo que hay que levantar bien alto el ejemplo de ellos, sobre todo, a la juventud mapuche nosotros llamamos a levantar y a adoptar la actitud de Rafa frente a la vida, la actitud de Rafa en el proceso de recuperación territorial, recuperar nuestras tierras, defenderla y lograr expulsar a las transnacionales y al colonialismo winka de nuestro territorio para poder vivir libres y sanamente, como vivimos durante miles de años en el territorio ancestral mapuche. Y también, por el otro lado, invitar a los demás pueblos originarios; tehuelches, aquí en esta zona, allí en el norte, aymara, distintos pueblos que haya, guaraní… de distintos pueblos originarios que hay llamarlos también a este proceso de reconstrucción, de revalidación, de reivindicación de nuestro pueblo, de nuestra cultura, de nuestra visión del mundo, y que en esos procesos nosotros podemos tener un proyecto político de liberación independiente, pero que puede convivir con otros tipos de procesos, también, de emancipación del ser humano. Porque en el fondo esto se trata del cese de la explotación del ser humano para algunos pocos hombres retrógrados que pretenden seguir enriqueciéndose a costa de nuestro sudor y nuestra sangre. Así que, eso sería un poco el llamado a tomar conciencia humanista del mundo en el que vivimos, de la opresión y luchar contra ella. Luchar contra la opresión con todo lo que tengamos a mano, con todo lo que tengamos a disposición. Porque la  lucha contra la opresión, es la lucha por la liberación del ser humano.

ELM: Muchas gracias Facundo, sabemos que esta es de las únicas entrevistas que estás dando desde donde estás.

FJH: Muchas gracias. Si me extraditan, voy a ponerme a completa e inmediata disposición de las organizaciones políticas, como dicen ellos, radicalizadas, del Pueblo Mapuche en el Wallmapu, hacemos la prisión con dignidad porque es el miedo que ellos le tienen a nuestra conciencia, a nuestro pensamiento, a nuestro pueblo. No me importa si me tienen detenido o no, siempre voy a seguir invitando a nuestra gente a levantarse y a pensar. Porque en realidad, esa es la lucha desde el pensamiento y desde la acción, pero sobre todo tiene que ver, como lo dijo la ministra en algún momento, una cuestión ideológica. Sí, es ideológica, porque los indios, los oprimidos, los pobres sabemos pensar, y como sabemos pensar, y nos gusta hacer lo que pensamos, no nos gusta que nadie nos venga decir lo que tenemos que hacer. Eso, si no sabe la señora, eso es independencia política, lo que le está faltando al propio país que ellos han construido, un país que es totalmente colonizado.

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