«El eterno retorno de las Mariposas»*
El 25 de noviembre de 1960, Patria, Minerva y María Teresa Mirabal fueron asesinadas en República Dominicana por ser
militantes opositoras a la dictadura de Leónidas Trujillo. Esta fecha recuerda la vida y lucha de estas mujeres que padecieron persecusión y encarcelamiento, lo cual nunca hizo mermar sus actividades políticas. Desde el colectivo Mujeres con voz sus integrantes comparten este material que reflexiona acerca de la violencia de género hoy en día.
25 de Noviembre Día de la No Violencia Contra La Mujer
En 1981, durante el Primer Encuentro Feminista de Soto Blanco (Colombia, Bogotá) se logró conmemorar el 25 de Noviembre en recuerdo a las hermanas Mirabal: Minerva, Patria y María Teresa. Estas tres mujeres, tenaces opositoras del régimen de Rafael Trujillo, quien tiranizó a República Dominicana por más de treinta años, fueron brutalmente asesinadas en 1960 junto al chofer que conducía el automóvil en el que viajaban. Una vez más, las mujeres lucharon en el escenario social y político de sus países siendo víctimas de su compromiso y coherencia.
Años más tarde, La Conferencia Mundial de las Naciones Unidas en 1993 reconoce por primera vez que la violencia contra las mujeres constituye una grave violación a los derechos humanos y también hizo explícito e incluyó los derechos sexuales y reproductivos.
La violencia de género (física, sexual y psicológica) es producto de una sociedad donde las estructuras de poder injustas y opresoras actúan sobre las mujeres desvalorizándolas. Sus raíces, ancestrales, se encuentran en íntima relación con la instauración del patriarcado, a tal punto que expresiones como la siguiente: «el oficio más antiguo del mundo»¦» delimitan un campo ideológico fuertemente arraigado en el imaginario colectivo e impiden una reflexión crítica y profunda que posibilite develar los dispositivos de poder en que se encuentran las mujeres, centro de un esquema de dominación/sumisión.
La prostitución y la trata constituyen una práctica organizada y se convierten en una forma de «esclavitud contemporánea» poniendo en evidencia la desigualdad entre los sexos y llevadas a cabo por redes ilegales que arrojan más de cuarenta millones de dólares de ganancia en el mundo por año.
La Unidad para la Investigación Contra la Integridad Sexual, Trata de Personas y Prostitución reveló, que en nuestro país durante 2007, apenas uno de cada diez casos de violación y abuso termina en condena quedando la mayoría impunes.
La guerra de Irak convirtió a mujeres y niñ@s en botín de guerra y en la ex Yugoslavia las violaciones sistemáticas fueron la afirmación del dominio sobre el pueblo sometido. En todas las guerras el mancillamiento del cuerpo de la mujer se ha convertido en un arma de guerra más y constituye un acto de poder sobre los varones del pueblo atacado.
Los feminicidios que se registran en el mundo son cada vez más numerosos. Un ejemplo paradigmático es Ciudad Juárez, México, donde desde 1993 fueron denunciados más de 400 asesinatos.
Nuestro país no escapa al conjunto, la desaparición de mujeres jóvenes y adolescentes va en aumento y su accionar nos recuerda a los nefastos «Falcon» de la última dictadura militar, estando en su mayoría relacionada con la trata de personas y siendo el poder feudal, de las provincias donde se registran, el primer cómplice.
Los diarios no dejan de alertar que cada día más mujeres aparecen violadas, la justicia dilata y los hospitales niegan la interrupción de embarazos a pesar de estar amparados, muchos de ellos, en el artículo Nº 86 de Código Penal. Por supuesto, en este tema, la iglesia cumple un factor de presión importantísimo.
Las políticas neoliberales de la década del los ’90 afectaron a los sectores más vulnerables de la población, consecuentemente, a las mujeres, el mercado laboral sumó mujeres en trabajos poco calificados y mal pagos.
La actual crisis financiera empeora las cosas, La Organización Internacional del trabajo (OIT) informó que la desocupación incrementaría en alrededor de veinte millones de personas, l@s trabajadr@s pobres aumentarían en cuarenta millones en 20008 y 2009. Norma Sanchís de la Red Internacional de Género y Comercio afirma que esta crisis financiera impactará negativamente en las mujeres, debido a que «por su condición social están más expuestas al desempleo y el trabajo en negro». También agregó que «la presente crisis económica generará mayor transferencia desde el Estado hacia el hogar en el cuidado de l@s hij@s, ancian@sy enferm@s, con lo cual la nueva recesión económica menoscaba aún más la condición social de las mujeres.»
Paralelamente, el hambre y la desnutrición están haciendo estragos a nivel mundial entre niñ@s y mujeres (feminicidio de la pobreza) y son las protagonistas más destacadas de esta realidad. Los embarazos, la lactancia y los efectos de ser madres multíparas, entre las más pobres, deterioran sus organismos sumados a una dieta deficitaria.
La violencia de género en cualquiera de las formas que ella adopte constituye hoy una aberrante violación a los DERECHOS HUMANOS y es un deber de tod@s denunciarla.
Se convierte en una punta de lanza más que reclama la redistribución del poder y la riqueza conjuntamente con la implementación de políticas de género concretas.
* Nombre con el que se las conocía en su país y el cual persiste a lo largo del tiempo.
Nora Tristán.