Bachilleratos Populares movilizaron para exigir reunión con Oporto
Aunque el año pasado lograron el reconocimiento oficial, aún no son reconocidos económicamente por la Provincia, por lo que reclaman el otorgamiento de subvención estatal. En los 17 bachilleratos populares hay 1200 estudiantes y 250 docentes, que trabajan sin percibir salario.
El miércoles al mediodía los Bachilleratos Populares de Jóvenes y Adultos de Capital Federal y Provincia de Buenos Aires se movilizaron al Dirección General de Cultura y Educación para exigir una reunión con el titular del organismo, Mario Oporto.
Lo que reclaman es que la Provincia destine fondos para el sostenimiento de los bachilleratos que, a pesar de que el año pasado fueron reconocidos oficialmente, aún hoy no reciben ningún aporte por parte del Gobierno así como tampoco becas para los estudiantes.
Ezequiel Alfieris, de la Cooperativa de Investigadores y Educadores Populares y del Bachillerato Popular Madedera Córdoba, lo explicaba de esta manera: «La oficialización es el reconocimiento oficial para emitir títulos oficiales. Pero lo que estamos peleando ahora es el reconocimiento económico. Porque todos los compañeros docentes estamos trabajando sin todavía cobrar un salario, nuestra pelea es justamente no solo el reconocimiento sino también el reconocimiento económico.»
Y agregó además «Nos reivindicamos trabajadores de la educación con lo cual lo que estamos pidiendo justamente es salario para todos nosotros. Este es hoy el reclamo sumado a las becas para los estudiantes, que también es otro punto fuerte, que en Provincia no hay».
La medida de movilizar a la Dirección se decidió ante la negativa de Oporto a recibirlos desde que asumió su gestión. «Lo que hicimos fue un pedido formal de audiencia que no hubo respuesta, hicimos varios llamados por teléfono pero tampoco hubo respuesta. Entonces decidimos venir acá para que nos atienda», explicó Ezequiel.
Los bachilleratos populares están hoy reconocidos como cualquier bachillerato público o privado, pero sin embargo la Provincia sostiene económicamente a éstos últimos, mientras que a los populares no les llega absolutamente ningún aporte.
Hoy existen 17 bachilleratos populares, con alrededor de 250 docentes y más de 1200 estudiantes; con la posibilidad de que se abran 10 bachilleratos más el año que viene.
De dónde surgen y cómo funcionan
Los Bachilleratos Populares nacieron después del 2001 como experiencias de educación popular vinculadas a fábricas recuperadas por sus trabajadores y a organizaciones territoriales.
Cuenta Ezequiel que «el primer Bachillerato que surge es el Bachillerato Popular IMPA, en la fábrica recuperada IMPA, ahí en Almagro», con la idea de «articular la educación de jóvenes y adultos con los fundamentos teóricos y políticos de la educación popular».
«Hicimos una cooperativa de Educadores y abrimos el primer bachillerato. Y empezamos a articular con otras organizaciones sociales que también planteaban el tema educativo como algo fundamental a la hora de la transformación de la realidad y la posibilidad de un cambio de esta sociedad», agregó.
Con la vinculación de estas experiencias, se siguieron abriendo espacios, como el «Simón Rodríguez que queda en Las Tunas, Maderera Córdoba’ en Capital en 2005, el bachillerato 19 de Diciembre en el 2006, el bachillerato Chilavert en el 2007, el de Las Dos Palmeras también en 2007, y el último ahora que abrimos fue el Paulo Freire en el 2008″.
Además, conformaron una Coordinadora de Bachilleratos Populares, principalmente para articular reivindicaciones políticas y económicas comunes. «Conformamos una coordinadora de Bachilleratos Populares, que está no sólo la Cooperativa de Educadores e Investigadores Populares sino también está el movimiento Teresa Rodríguez, el Frente Popular Daría Santillán, Movimiento de Ocupantes e Inquilinos, Comisión de Derechos Humanos de Villa 21 y 24, y varias organizaciones del Conurbano bonaerense y la Provincia de Buenos Aires».
Verónica, del Bachillerato Popular Maderera Córdoba y del Bachillerato Popular Las Dos Palmeras, comentó también sobre los inicios de estos espacios: «En capital empiezan a ser parte de las fábricas recuperadas justamente para ser un apoyo educativo para los trabajadores de la fábrica y después se abren para los adolescentes y adultos del barrio. Ahora hay muchos bachilleratos que están empezando a surgir donde está la necesidad de que halla una educación para adolescentes y adultos sin la necesidad de que halla una fábrica recuperada».
«El sostén económico se basa en la autogestión y el trabajo colectivo»
Fundamentalmente se sostienen a través de aportes y donaciones que consiguen en los barrios o en las fábricas a dónde se ubican. «Algunas veces hemos recibido o hemos participado de alguna beca que hemos ganado, por ejemplo en Maderera Córdoba pudieron hacerse algunas reformas muy necesarias, generar aulas que no había. Pero mayormente igual se abastecen todos los bachilleratos de donaciones que consiguen todos los compañeros en los barrios en los que están o de asambleas de los barrios, como puede ser material de lectura o pupitres que es lo que más necesitamos».
En lo referido a lo educativo, Ezequiel resaltó: «Para nosotros la educación y la escuela no son neutrales: la escuela es eminentemente política. Justamente lo que tratamos de hacer es corrernos de esa neutralidad, ser explícitos en ese punto y justamente darle un contenido político a esa educación, para transformar esta sociedad, que nos parece injusta, y de una manera colectiva. Y no trabajando de una manera asimétrica, si no de una forma de construcción colectiva con los estudiantes».
Y para remarcar el crecimiento de estas experiencias agregó: «La particularidad que tiene es que estamos todavía sin cobrar pero que cada vez se suman más bachilleratos, más organizaciones toman el problema educativo y el problema de jóvenes y adultos haciéndose cargo las organizaciones sociales de una problemática de la que el estado no puede dar cuenta».