Obreros de Zanon: Ingresaron a la casa de otro ceramista, encerraron a su mujer y sus dos hijos y le destrozaron la vivienda
Nuevamente fue atacada otra familia ceramista. Esta vez interceptaron a su esposa mientras estaba ingresando a su vivienda. La agarraron de los pelos y junto a sus hijos de dos y ocho años la encerraron en una habitación al tiempo que la amenazaron de que si salía de allí, la iban a matar.
Cerca del mediodía del viernes pasado, dos personas atacaron a la esposa de Gustavo Franco, obrero de Zanon, mientras ingresaba a su hogar con sus dos hijos. Al momento que Julieta Casavalle, esposa del ceramista estaba entrando a su casa la sorprendieron por la espalda, le agarraron los cabellos y la empujaron adentro de la vivienda junto a sus dos pequeños de dos y ocho años.
Los sujetos ingresaron a la casa ubicada en el centro de Neuquén Capital al momento que Casavalle regresaba a su hogar luego de haber estado en la casa de una compañera de escuela de su hija.
Seguidamente la encerraron en una de las habitaciones al tiempo que le advirtieron: «si salís sos boleta». Luego trabaron la puerta de la habitación con la heladera y permanecieron aproximadamente por media hora, lapsus en el que le destrozaron la casa.
Bienes como el televisor, la computadora, el equipo de música, y mobiliario quedaron dados vuelta, inclusive algunos objetos hechos trizas. Sin embargo no se robaron ningún objeto.
Al advertir que los dos hombres se habían retirado de la vivienda, llamó por teléfono a su marido quien se encontraba desempeñando su tarea en el laboratorio de la fábrica. Inmediatamente Gustavo Franco se dirigió a su hogar junto a grupo de ceramistas y en simultáneo notificaron a la policía de los sucesos acaecidos.
En principio intervino en los peritajes, personal uniformado de la Metropolitana, pero al no corresponderle esa jurisdicción, la investigación prontamente fue traspasada a la Comisaría Primera.
En medio de un ataque de nervios Julieta Casavalle decidió irse junto a sus dos hijos a la casa de una amiga, por lo que los policías no la encontraron allí cuando arribaron a la vivienda.
Más tarde Leopoldo Denaday, abogado del Centro de Profesionales para los Derechos Humanos (CEPRODH), acompañó a la joven de 25 años a asentar la denuncia, la cual quedó certificada en la Fiscalía de turno a cargo de María Gagliano.
Durante los próximos días la familia permanecerá en casa de una amiga.