Congreso: el Frente de Izquierda propone declarar la nulidad «absoluta e insanable» del DNU 70/2023
El Frente de Izquierda presentó un proyecto de ley para declarar de nulidad «absoluta e insanable” al mega DNU 70/2023, que emitió el gobierno nacional en diciembre pasado. El proyecto, que sigue sumando firmas en apoyo, apunta a que se retrotraigan todos los efectos de la medida impuesta por el Ejecutivo, sin contar siquiera con las facultades para hacerlo. Por Sol Bajar (La izquierda Diario).
El bloque del Frente de Izquierda Unidad presentó este martes un proyecto de ley que propone a la Cámara baja declarar la «nulidad absoluta e insanable” del mega DNU 70/2023, que emitió el gobierno de Javier Milei en diciembre pasado, bajo el título de «Bases para la reconstrucción de la economía argentina».
Contrariando numerosas definiciones de carácter constitucional (como la que establece que el Poder Ejecutivo no tiene la potestad de legislar, como sí la tiene el Congreso), el mega DNU elimina y limita derechos y garantías individuales y colectivas que protegen a amplios sectores de la sociedad, en una enorme multiplicidad de temas.
Según detalla el texto presentado, que puede leerse completo más abajo, con 366 artículos, la medida del gobierno nacional modifica y deroga (en algunos casos total y en otros parcialmente) al menos 74 leyes de forma permanente, cuando uno de los requisitos excluyentes para medidas de este tipo es justamente que se trate de «una decisión de tipo coyuntural destinada a paliar una supuesta situación excepcional». Como señalan desde el Frente de Izquierda, aún cuando no se esté de acuerdo con este tipo de medidas -como es el caso del FITU-, es innegable que el decreto del gobierno no cumple con ninguno de los preceptos establecidos por las leyes.
Sin justificativo
“Con el Congreso funcionando y no habiendo podido demostrar ni el carácter excepcional ni la necesidad y urgencia de las medidas que plantea, no hay justificativo para que este mega decreto esté vigente ni para que se imponga esta modificación estructural, de decenas de leyes y cientos de artículos, que incluyen hasta la legalización de la reventa de entradas en espectáculos deportivos”, señaló al respecto Myriam Bregman.
Nicolás del Caño explica en este sentido que “hoy el decreto 70/2023 está vigente y ya tiene graves consecuencias sobre el acceso a la salud, la educación, la vivienda, el trabajo, los territorios y la economía, entre otras diversas cuestiones que afectan la vida de millones de personas. Es un verdadero plan de guerra contra los sectores populares”, dijo, y recordó que “hechos completamente repudiables, como el intento de vaciar la agencia de noticias Télam y dejar a cientos de familias en la calle, también se amparan en este mega DNU».
“No se puede seguir dilatando el tiempo para reunir a las dos Cámaras y rechazarlo en la Comisión Bicameral y en el recinto, pero además, es tan grande el efecto dañino que tiene este DNU que el remedio que corresponde, es su declaración de nulidad. No alcanza con que se rechace en ambas Cámaras. Es necesario que además se declare, y de inmediato, la nulidad del decreto y de todas sus medidas. Eso es lo que seguimos exigiendo en Diputados, ahora con la presentación de este proyecto de ley», agregaron los diputados Castillo y Vilca.
Cómo sigue el debate en el Congreso
Recordemos que la Comisión Bicameral de trámite legislativo, que preside el cuestionado senador de La Libertad Avanza, Juan Carlos Pagotto -quien fue abogado defensor de represores de la última dictadura-, comenzará a tratar desde este jueves, entre otras cosas, el mencionado DNU.
Para ello, según trascendió este martes, el oficialismo convocó al jefe de Gabinete, Nicolás Posse; al ministro de Economía, Luis Caputo; al secretario de Transformación del Estado y Función Pública, Armando Giubert; al secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Fernando Vilella; al secretario de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Omar Yasin; al ministro de Salud, Mario Russo; y al director de la ANSeS, Mariano de los Heros Battini para que asistan a fundamentar la necesidad y la urgencia de este decreto. Un hecho que, según la normativa vigente, debería haber ocurrido 10 días después de emitido el DNU. Como sucedió durante las sesiones extraordinarias con la convocatoria del oficialismo a tratar la Ley Ómnibus, no está confirmado que los ministros que mayor responsabilidad tienen en la redacción de la medida, como Posse y Caputo, vayan a participar.
Según el reglamento de la Cámara, compete a la Comisión expedirse -únicamente- sobre la validez o invalidez del decreto en cuestión, pero esta Comisión no puede incidir sobre la cuestión de fondo del texto ni, por tanto, introducir enmiendas ni sugerencias. En el mismo sentido, una vez que su decisión ingrese a cada Cámara, los Diputados y Senadores tendrán la posibilidad de aprobar o rechazar el DNU, sin posibilidad tampoco de realizar agregados, suspensiones o cualquier otro tipo de cambio. Además, la aceptación o el rechazo del decreto debe contar con el voto de la mayoría absoluta de los miembros presentes.
Si ambas cámaras rechazan el DNU, este pierde validez de forma permanente. De todos modos, en el período que comprende la promulgación del decreto hasta el final de su tratamiento en el Congreso, el decreto mantiene su vigencia como una ley más. El proyecto de la izquierda plantea por ello que no alcanza con el pronunciamiento de la Comisión Bicameral ni de las Cámaras de Diputados y Senadores en rechazo, sino que “hay que determinar su nulidad absoluta para que se retrotraigan todos sus efectos. No puede quedar nada en pie”.
El protocolo de Bullrich, el mega DNU, la fracasada Ley Ómnibus que el gobierno busca llevar fraccionada, en partes, nuevamente al Congreso y todo el plan de ajuste que profundizan el gobierno nacional y los gobiernos provinciales, al servicio de los grandes grupos económicos y el FMI, sólo pueden caer con la fuerza organizada desde abajo y la movilización en las calles, arrancando a las conducciones sindicales el llamado a un verdadero plan de lucha, unificando esa fuerza con las asambleas barriales que se ponen en pie, y con todos los sectores que se ponen de pie en defensa de sus derechos. Las bancas del Frente de Izquierda están al servicio de fortalecer, dentro y fuera del parlamento, esa perspectiva.
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