29/11/2023

No te vayas con amor o sin él

La obra teatral escrita por Norman Briski, «No te vayas con amor o sin él» expone la asimetría del vínculo entre una señora con discapacidad y su cuidadora. A la vez muestra cómo salir de este ciclo de opresión puede convertirse en opresión misma. Conversamos con Daniela Rizzo quien reinterpreta la obra a través de la dirección general y cuenta sobre el desafío de hacer teatro en los tiempos que corren, que giran y atraviesan esta puesta en escena imperdible. Por Manuela Wilhelm (ANRed)

¿Hay alternativa de quiebre en un circuito cerrado? No te vayas con amor o sin él trabaja la vinculación entre la Señora de la casa, con una discapacidad física, y su cuidadora y mucama quien sueña con liberarse de ella (Señorita). Ellas van alternando el poder a través de una lucha cotidiana de dominador y dominado que deviene en una simbiosis. Lo hacen desde la propia carencia, pero sin embargo, se necesitan para seguir funcionando. Cuando en un intento de emancipación, la Señorita decide irse del lado de la Señora, deja como reemplazo a su hermana.

Esta obra de Norman Briski muestra el callejón (¿sin salida?) de los vínculos humanos en la dinámica amo-esclavo, (única posibilidad en la sociedad de jerarquía vertical, o de clases). Es decir que, dentro de este espectro, la liberación del esclavo sería convertirse en amo y, entonces al amo no le quedaría otra alternativa que ser esclavo. Ambos son codependientes del otro. Dice su autor: “Esta obra lo que tiene como novedad es que cuando el esclavo toma el poder, es decir se emancipa, quiere ser amo.  Entonces se desarrolla la circularidad que da a entender que la lucha de clase no tendría solución»

Conversamos con la directora, Daniela Rizzo, quien reinterpreta a través de la dirección y puesta en escena esta obra que vuelve a los escenarios de la mano de Romina Seguí y Julieta Beaufays en actuación.

ANRed: En  la obra teatral No te vayas sin amor o con él: ¿Qué papel cumple el amor o la carencia de amor?

Daniela Rizzo: En principio el amor, el tema de amor o carencia de amor, bueno habría que definir la palabra, pero en este caso lo que se pone manifiesto en este amor es la cuestión de la asimetría, de los vínculos, la obra denuncia la asimetría, que la asimetría de los vínculos justamente lleva a estas vinculaciones asimétricas y de poder, en donde pareciera que no hay salida, o sea que son circulares y son circulares porque la única forma posible de salirse del rol de oprimido es volverse opresor, esto es lo que se juega en la obra, el tronco de la obra.

Ya has trabajado con Norman Briski en Potestad, y ha sido como un maestro. ¿Cómo es trabajar con él, qué te pasó dirigiendo No te vayas con amor o sin él?

Daniela Rizzo: Yo creo que influyó más haber trabajado con él en la decisión de tomar el desafío o el riesgo de dirigir esta obra porque al haber trabajado con él descubrí todas las afinidades que tenía y todas las distancias. Pero en lo más profundo, sí, había mucha afinidad en el objeto en sí del teatro, de que siga existiendo el teatro en el rol que ocupa, y también hay muchas similitudes en las poéticas de dirección y de actuación. A pesar de que yo no quería quedar pegada a su versión, o sea, yo tenía ganas de explorar ahí y darle una impronta propia. De hecho él ya había puesto dos veces esta obra y preferí tampoco no verla en vídeo para que no me condicionara. 

Claro que tomaba en cuenta sus comentarios acerca del material pero sí quise aventurarme en un viaje propio y además también con la libertad y la tranquilidad de que él es un tipo muy plástico, muy abierto y muy curioso también al igual que yo. Entonces como es muy abierto a nivel estético, también hizo que me terminara de seducir del todo llevarlo a escena.

ANRed: ¿Qué desafíos encontraste dirigiendo No te vayas con amor o sin él? Ya que dialoga con discusiones siempre presentes en la coyuntura como es la dialéctica amo y esclavo.

Daniela Rizzo: Bueno, un poco te lo decía, lo que me atrajo fue la apertura, la plasticidad poética que tiene el material, que te da muchas posibilidades a nivel escénico, y también el tema. Me pareció interesante interpelarnos todos, nosotros también, porque nosotros cuando estamos en ese proceso creativo también nos interpela. Y volviendo a lo anterior de las posibilidades poéticas, me parece fundamental explorarlas y cada vez más en los contextos sociales que tienden al individualismo y a la deshumanización y al clasismo cada vez más fuerte. De hecho en este material además de una cuestión asimétrica también hay una cuestión de clase, que por supuesto la cuestión de clase en sí misma es asimétrica, y tiene que ver con la condición humana. Me parece que el teatro tiene ese rol que cumplir, lo colectivo del teatro, que confronta al individualismo, que es una cuestión a nivel mundial.

En estas coyuntura de Argentina y a nivel mundial, además, en donde pareciera que todo lo que estaba como sobreentendido, lo que ya habíamos establecido como lo correcto o lo incorrecto, lo moral o inmoral, también se pone en duda. Y el clasismo parece que está recrudeciendo con las derechas, ¿no?, que vienen resurgiendo ya hace años en el mundo y, bueno, justamente acá en Argentina, en este momento, me parece que está bueno que estén estos materiales que denuncien.

ANRed: ¿Podés produndizar sobre qué rol creés que tiene el teatro o debería lograr?

Daniela Rizzo; El rol que ocupa lo teatral, me refiero a la capacidad que tiene el teatro de volverse un hecho colectivo, en este momento en donde el individualismo parece ser un valor. El teatro es colectivo porque además se completa con el espectador y también en la capacidad de la dimensión simbólica del ser humano, por eso me parece tan fundamental la mirada poética en el teatro. Además la producción teatral siempre es colectiva, es imposible generar un hecho teatral individualmente siempre necesitas un otro aunque sea un unipersonal.

ANRed: Tanto vos como la dos actrices, Romina Seguí y Julieta Beaufays tienen una formación sólida en diferentes estilos de danza, ¿ Eso cómo juega en la obra?

Daniela Rizzo: Yo creo que todos los recursos que uno pueda tener a mano para darle más potencia a lo que uno quiere contar y poder conmover a la audiencia o poder llegar, poder generar un puente, los quiero usar. No es que quiero potenciar la danza o el cuerpo en sí mismo, sino que quiero utilizar los recursos de la danza, de la música, de la rítmica, del teatro también. Todo lo que yo pueda tener en mi caja de herramientas y en la caja de herramientas de las actrices, en este caso, son válidas para ponerlas ahí a jugar a favor nuestro, ¿no? Entonces, me parece que parto más desde ese lugar. Es el tipo de teatro que a mí me gusta también como espectadora y lo que quiero hacer y donde me siento cómoda es donde todos los intérpretes manejamos o tenemos ese entrenamiento y esa cuestión de habernos nutrido también con todas las artes posibles. Ahí es donde está quizá mi fascinación con el teatro oriental porque el teatro oriental hace eso justamente, o sea, no… el teatro oriental antiguo no se divide en actuación, danza, poesía, sino que es todo en función de lo escénico.

ANRed: Trabajaste el terreno de la investigación en artes escénicas, especializándote en el Teatro Noh japonés, ¿Podés contar un poco sobre eso?

Daniela Rizzo: El teatro Noh es una disciplina teatral japonesa, medieval, codificada, que tiene justamente movimiento, o sea, danza, canto, instrumentos, los músicos están en escena, máscaras, con una estética que no es realista. Donde conviven en escena los vivos con los muertos, los vivos con las entidades, los espíritus, y sí, y muchos de esos mecanismos, de esos dispositivos, en este caso los puse en juego, y los pongo en juego también para mí como actriz, para la escena. En el caso de Potestad también, pero la intención de Norman (Briski) es que fueran visibles en sí mismos, o sea, fue una transpolación. En el caso de No te vayas, están, pero están como un recurso más para el trabajo actoral, y para la potencia de la escena, y para el ritmo de la obra.

No te vayas con amor o sin él: función especial viernes 1/12 a las 21.30hs en Escenario 40: Calle 40 Nro. 1180 – La Plata Entradas por Alternativa Teatral 

Ficha técnica

Elenco: Romina Seguí, Julieta Beaufays

Música original y diseño sonoro: Pablo Bronzini

Vestuario y escenografía: Marisa Di Seri

Diseño de iluminación: Miguel Solowej

Fotografía: Ezequiel Cabrera y Pablo Bronzini

Diseño gráfico: Camila Cortinas

Realización de video: Pablo Bronzini

Asistencia de dirección: Daniel Ibarra

Producción ejecutiva: Elena Avena

Dirección general y puesta en escena: Daniela Rizzo

Autor  Norman Briski

 

 



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