¿Quién se acuerda de los obreros rurales?
La vuelta al campo y su factibilidad, las consecuencias del modelo agroindustrial en nuestro país, La Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) y la nueva etapa del sindicalismo rural. Estos temas son claves para entender la cuestión agraria. Juan Manuel Villulla es investigador del CONICET y autor del libro «Las Cosechas son Ajenas» (Cienflores-2015). Dialogó con ANCAP para poner algo de claridad en medio de tanta vorágine electoralista. Licenciado en Sociología por la Universidad Nacional de La Plata, Doctor en Historia por la Universidad de Buenos Aires, es investigador del CONICET en el CIEA y se desempeña como profesor Adjunto de Historia Económica y Social Argentina en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. Su investigación principal hace foco en la historia social de los obreros agrícolas pampeanos, donde analiza el lugar que ocupan los y las trabajadoras rurales detrás del negocio del agro. Por Federico Paterno / Producción: Eduarda Zåitsev y Federico Paterno.
En primera instancia, Juan Manuel nos cuenta en la entrevista cómo analiza él la posición de la vuelta al campo hoy en nuestro país: “hay gente que sigue en el campo y que no se fue, y trabaja aún la tierra, en relación de dependencia o con proyectos independientes. Dos de cada tres personas que trabajan en el campo lo hacen en relación de dependencia. Son un millón de trabajadores y trabajadoras rurales. Eso en el radar de las organizaciones campesinas o agroecología familiar queda afuera y es importante entender que las clases populares del campo está compuesta por trabajadores y trabajadoras asalariados. Este actor no se fue sino que está ahí, y es el responsable de lo que comemos y exportamos”. En este punto es muy clara su definición para entender el rol que ocupa el trabajador rural en esta propuesta. La ruralidad también, reflexionó, ayuda a descentralizar la actividad económica, y a distribuir en el territorio los frutos del trabajo nacional.
GALLO MENDOZA
Como idea de proceso a tener en cuenta, para que se lleve a cabo esta tarea es que aparece en escena la proposición del ingeniero agrónomo Gallo Mendoza, quien participó del Consejo Tecnológico del Movimiento Peronista a principios de los 70′, y ocupó un rol de asesor de política agropecuaria de Raimundo Ongaro en la CGT de los Argentinos. Su propuesta tenía como un eje central la recuperación de tierras fiscales (10 mil fueron las recuperadas en sus seis meses de gestión en el gobierno de Bidegain) y con un fundamento central de trabajo focalizado en lo cooperativo, y el trabajo asociativo. Con canales directos de comercialización, que evitaban la intermediación y la especulación de precios. Sobre esto, Villulla comentó: “comparto la actualización que está intentando hacer de la reforma agraria, y hay que ver el apoyo político y cultural que tiene eso en el interior. Porque sino el problema no es el proyecto en sí, sino cuál es el sujeto de ese proyecto. El problema es político, al no ver la cuestión de los trabajadores y trabajadoras como un sujeto a interpelar, a ser parte de otra cosa. Queda muy flaco de ver quien puede encarnar eso. Presionaría políticamente para que esto ocurra”.
LA UATRE Y UN GIRO POLÍTICO
El sindicato de trabajadores rurales estuvo por más de 30 años dominado y manejado por la burocracia sindical del “Momo” Benegas y de Ramón Ayala, una vez fallecido Benegas. Al contraer Covid en la pandemia, Ayala murió y su lugar lo ocupó José Boytenco, oriundo de la provincia del Chaco y decidido a terminar con la burocracia dentro del sindicato. En su última elección obtuvo el 97% de los votos de las diferentes seccionales que votaron, a diferencia de otras épocas, donde solo había lista única. La democratización sindical hoy es un hecho. “Desde el 2015 volvió el Renatre con control privado del mismo, con participación empresaria, está esterilizado como un organismo de avance en la fiscalización de la formalización laboral”, reflexionó Villulla. Y advirtió sobre esta cuestión: “un salario de un trabajador rural le salía a un patrón dos tanques de nafta y eso no podía ser. La confrontación de salario contra ganancia no se daba al menos hace 30 años en el agro”. Sobre el rol del nuevo Secretario general de la UATRE, señaló: “es un trabajador chaqueño que viene de experiencias de formalización laboral dentro del gremio y giró el gremio, de tener un apoyo al macrismo, a estar hoy apoyando al Frente de Todos, estar con la CGT y replantear la recomposición salarial de los trabajadores y trabajadoras después de lo que fue la experiencia del macrismo. No sólo aumentos sino recomposición salarial, porque estos trabajadores habían sufrido bajas de salarios. Hubo divisiones internas en el sindicato, porque había un sector con compromisos de vieja data con el empresariado rural de sus provincias o compromisos políticos. El trabajo de Boytenco generó discusiones de grueso calibre. Hace años el gremio no tenía asambleas y hoy las hay. Se abrió una verdadera discusión interna”.
José Boytenco.
En diálogo con Ámbito Financiero, Boytenco sentenció hace pocos días: “en el gremio tenemos registrado un promedio anual que va de 300 mil a 350 mil trabajadores. Calculamos que existen más de 1.200.000 en la actividad, que levantan la riqueza del país pero que no están registrados en el sistema de seguridad social, es decir, que un 70% de los trabajadores rurales está en la informalidad, la mayoría en el NOA y NEA”.
EL MODELO DE HOY Y LA CONTAMINACIÓN PARA MAÑANA
Este modelo borra del mapa de nuestro país diversas formas de producción y transforma biodiversidades. Un modelo creado para poder expandir ganancias millonarias que jamás llegan a los bolsillos de los obreros rurales. Este mismo modelo, cabe destacar, es el responsable de un casi 40 % de emisión de gases de efecto invernadero. Su principal objetivo está claro y se cumple, construir un factor de gran beneficio económico a los dueños de la tierra. Un dato no menor para tener en cuenta a la hora de pensar por qué no se profundiza con el cambio de políticas de producción y mercado interno es que el 62 % de las divisas que entran en Argentina provienen de la soja y sus derivados. Esto quiere decir que es la primer fuente de dólares de los gobiernos de turno. “Hay una cuestión distributiva de los salarios de los principales referentes del agro actual. Los nuevos productores de este sistema son los asalariados, los que trabajan con las manos arriba del caballo, del tractor. Hay que atender la situación de los principales productores directos. Otro tema tiene que ver con la cuestión de que no da el lugar a producciones de pequeña escala, que estarían en condiciones accediendo a tierras o financiamiento, lo que disminuye el transporte de la larga distancia y ensaya experiencias agroecologías de otro tipo”, explicó el investigador del CONICET.
Otro punto de inflexión que leé Villulla a tener presente es: “solo la tierra no alcanza, eso hay que actualizarlo un poco en la agenda. Los conflictos socio ambientales no involucran solo sectores del agro, sino que a población que no trabaja pero vive cercana a áreas rurales, que es víctima de un modelo sin saberlo y si se manifiesta. Es complicado organizar transformaciones pese a que se avanzó mucho con estas cosas en algunos lugares”.
Juan Manuel Villulla.
QUE NOS DEJA ESTE GOBIERNO EN EL ÁMBITO RURAL
En este caso, Juan Manuel toma noción de lo positivo y lo negativo que tuvo esta gestión de Alberto Fernández, con sus buenas y sus tibias decisiones en algunos aspectos: “se debería haber ido a fondo en muchos frentes. Como tono general, el gobierno de Fernández tuvo expectativas que dio lugar a organizaciones campesinas, a la agroecología, estaba previsto dar un lugar a los trabajadores rurales y no se concretó, hubo gestos y medidas, pero en líneas generales fue un gobierno que frenó una ofensiva deliberada de Macri contra el campesinado y los trabajadores rurales. Veníamos de una fuerte ofensiva y pasamos a una situación de cierto empate, donde se avanzó también muy poco en transformaciones positivas para cambiar la situación. Y ahí esta lo de VicentÍn, que hubiese sido una herramienta novedosa para la exportación de granos en el mercado interno y externo. Y la agroecología es otra deuda”.
En otro punto, explicó lo que ve sobre las organizaciones rurales en la actualidad y su nivel de fragmentación hoy: “el balance general de la cuestión agraria es una cuestión de empate entre el 2015 y 2019; ahora nos frustró un poco pero no fue algo en contra de las organizaciones populares del campo. Hoy se vive un período de mucha fragmentación en las organizaciones del campo, de discusiones programáticas. Se gastó mucho esfuerzo en sacar al macrismo, y ahora parece que no hay tanta iniciativa para empujar. Lo que si cambió, y para bien, es el gremio de los trabajadores rurales”.
La vida en la ruralidad puede ser un objetivo actual de cientos de familias y se puede observar en diferentes cinturones agroecológicos de la provincia de Buenos Aires. Como bien advierte el entrevistado, debemos reflexionar sobre el sujeto político para esta transformación y cambio de paradigma. Hoy es necesario que un gobierno decida ponerse el traje de obrero rural e ir a fondo con las transformaciones postergadas hace décadas y que aún esperan.
Fuente: https://noticiasancap.org/2023/10/30/quien-se-acuerda-de-los-obreros-rurales/