14/09/2023

Masacre de Senzabello: años de impunidad y encubrimiento local (I)

Imagen: Agencia La Barriada.

El sábado 11 de febrero del 2017, en la parada de colectivos de Avenida Senzabello y esquina Los Andes, se produce uno de los más violentos crímenes de la historia de nuestra ciudad. Cuatro jóvenes, todas ellas menores de edad, regresaban del boliche Santa Diabla. Fueron ferozmente baleadas por un individuo que disparó 20 tiros con una enorme precisión. Como resultado de la terrible balacera resultaron asesinadas Sabrina Barrientos (16 años) y Denise Juárez (17 años) y quedaron gravemente heridas Némesis Núñez y Magalí Pineda, ambas de 16 años. Desde que los acontecimientos se sucedieron estuvo claro que no se trató de un intento de robo ni de una agresión sexual o de una situación vinculada a un hecho de violencia de género. Estábamos, sin dudas, ante un crimen de características mafiosas. Presentamos la siguiente trilogía para dar a conocer uno de los casos más aberrantes ocurridos en Florencio Varela y que continua sin esclarecerse, pues “esconde la mugre judicial que lo rodea” debajo de una alfombra de inoperancia e injusticia. Por Agencia La Barriada.


“Un plan criminal y la investigación QUÉ NO FUE”

El sábado 11 de febrero del 2017, aproximadamente a las 6, en la parada de colectivos de Avenida Senzabello y esquina Los Andes se produce uno de los más violentos crímenes de la historia de nuestra ciudad.

Cuatro jóvenes, todas ellas menores de edad, regresaban del boliche Santa Diabla. Caminaban por Avenida Senzabello mientras ya se asomaba una calurosa mañana, típica de verano.

Al llegar a la intersección de la calle Los Andes y dicha avenida, un lugar céntrico y concurrido, fueron ferozmente baleadas por un individuo que disparó 20 tiros con una enorme precisión. Como resultado de la terrible balacera resultaron asesinadas Sabrina Barrientos (16 años) y Denise Juárez (17 años) y quedaron gravemente heridas Némesis Núñez y Magalí Pineda, ambas de 16 años.

Desde que los acontecimientos se sucedieron estuvo claro que no se trató de un intento de robo ni de una agresión sexual o de una situación vinculada a un hecho de violencia de género. Estábamos, sin dudas, ante un crimen de características mafiosas.

El tirador experimentado disparó impactando 9 veces en el cuerpo de Sabrina Barrientos, 6 en el cuerpo de Denise Juárez, 2 en el cuerpo de Magalí Pineda y otros 3 en el cuerpo de Némesis Núñez, huyendo luego hacia Diagonal Granaderos y Monteagudo, a escasos metros de la Jefatura de Distrito de la Policía Bonaerense.

A partir de allí, el Fiscal designado a cargo de la investigación es el Titular de la UFI 5, Hernán Bustos Rivas, quien a los pocos días es desplazado de la causa porque “no cumplía con la cuota alimentaria de sus hijos menores” y su ex pareja le había realizado una protesta en la puerta de las fiscalías.

Entonces, llegó el turno de Gisella Olszaniecki (Titular de la UFI 3) quien al poco tiempo fue designada a cargo del Juzgado Correccional N° 1 de Varela.

Finalmente, el caso quedó a cargo de Mariana Dongiovanni, Titular de la UFI 2. Así fue que una causa de tal gravedad pasó, en pocos meses, de fiscal en fiscal. Era obvio que ¡esto no podía terminar bien!.

Al momento de los hechos se encontraba como Jefe Distrital el Comisario Inspector Roberto Mongelós que, anteriormente, se encontraba a cargo de la Comisaría 1ra. de nuestra localidad .

Según fuentes judiciales las tres responsables de las fiscalías intervinientes tienen en común un estrecho vínculo con el miembro de la Corte Suprema de la Provincia de Buenos Aires: Luis Esteban Genoud.

El mismo Jefe Distrital Mongelós, según sus propias palabras y algunas fotos que circulan, compartía una estrecha relación con Genoud (lo cual confirma la enorme influencia de este oscuro personaje en la justicia y la policía local).

Como relatábamos, las chicas volvían caminando del Boliche Santa Diabla, ubicado sobre Avenida Calchaquí en jurisdicción de Florencio Varela. Queda demostrado, así, que el ingreso de menores y la venta de alcohol era la práctica habitual del lugar. El propietario de ese local bailable era Damián Faldetta (hijo de Héctor Faldetta, responsable del Complejo  Naturaleza Viva y con estrechos vínculos con el poder político).

Es vital entender, además, como la tarea policial a cargo de la DDI de Quilmes y el ya nombrado Jefe Distrital Roberto Mongelós se dirigió a personajes polémicos pero que no eran los responsables de la masacre y eso fue convalidado por las fiscalías intervinientes siguiendo un libreto bastante conocido cuando se quiere encubrir: “agarremos perejiles mientras la noticia este en los medios y cuando deje de estarlo los largamos”. Por ello, en esta causa hubo tres detenidos que la policía afirmaba que eran responsables o estaban  ligados a lo ocurrido. Tal fue el caso de Luis Esteban Weigand, un vigilador muy conocido del Bingo sito en la peatonal Monteagudo, que tenía por entonces 36 años. Este hombre, según la tarea investigativa, aparecía (en redes sociales) relacionado a algunas de las víctimas y se le podrían llegar a adjudicar otras conductas penales pero no el doble homicidio, ya que, quedó demostrado que no tenía restos de pólvora en sus manos y tampoco había tenido vínculo telefónico con las chicas asesinadas esa noche. Nada lo unía al crimen por lo cual, con buen criterio, Diego Agüero (Titular del Juzgado de Garantías 6) le otorgó la libertad y la fiscal Dongiovanni ni siquiera apeló.

El otro detenido, luego del allanamiento a su casa particular, fue Maximiliano Mansilla quien fue apresado por tener una pistola 9 mm con pedido de secuestro en la ciudad de La Plata pero que nada tenía que ver con la masacre de aquella madrugada de febrero.

Por último, el tercer involucrado (a quién sometieron a una rueda de reconocimiento) fue Adrián Abraham, de 51 años, que “regenteaba” un lavadero de autos donde se harían fiestas sexuales y se vendería drogas.

Las averiguaciones de la DDI de Quilmes, más el accionar del sagaz Jefe Distrital de Varela Roberto Mongelós, apuntaron a “plantar perejiles”. Mientras tanto, la fiscal Mariana Dongiovanni “compraba” esas pesquisas que lo único que lograban era poner a resguardo al autor material y a los verdaderos autores intelectuales de la masacre.

Fuente: https://agencialabarriada.org/masacre-de-senzabello-anos-de-impunidad-y-encubrimiento-local-1ra-parte



0 comentarios

1000/1000
Los comentarios publicados y las posibles consecuencias derivadas son de exclusiva responsabilidad de sus autores. Está prohibido la publicación de comentarios discriminatorios, difamatorios, calumniosos, injuriosos o amenazantes. Está prohibida la publicación de datos personales o de contacto propios o de terceros, con o sin autorización. Está prohibida la utilización de los comentarios con fines de promoción comercial o la realización de cualquier acto lucrativo a través de los mismos. Sin perjuicio de lo indicado ANRed se reserva el derecho a publicar o remover los comentarios más allá de lo establecido por estas condiciones sin que se pueda considerar un aval de lo publicado o un acto de censura. Enviar un comentario implica la aceptación de estas condiciones.
Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Ir arriba