25/07/2023

España y Argentina, elecciones, crisis climática y después

La crisis climática es quizá el mayor desafío que enfrenta nuestra especie a nivel global, sin embargo su centralidad en las agendas políticas sigue estando en disputa, hasta que su peso se hace inocultable. Las etapas del proceso electoral del Estado Español estuvieron atravesadas objetivamente por la contundencia de la crisis climática en todo el hemisferio norte. De Europa surgieron referentes centrales del movimiento juvenil por la justicia climática, pero también movimientos reaccionarios que sostienen discursos negacionistas del mismo. Mientras en el cono sur Uruguay se seca, la Argentina se interna en el proceso electoral jaqueada por la profundidad de la crisis social y económica. Entramos a este proceso en shock: por la disparada inflacionaria, demandas urgentes sin atender y la sensación de que todo puede ser peor. Aquí las opciones políticas mayoritarias acuerdan en señalar (con matices) el camino de profundizar un patrón exportador de materias primas propio del mal-desarrollo que nos trajo aquí. ¿Qué hacer? Por Facundo Cuesta (Huerquen).


Movilización en Buenos Aires – abril 2022

España

El 28 de mayo pasado se realizaron elecciones autonómicas y municipales en el Estado Español, en ellas las fuerzas de la derecha política como el Partido Popular (PP) y Vox avanzaron de forma contundente, y el campo progresista a cargo del gobierno retrocedió perdiendo en muchos de sus bastiones históricos. Ante ese escenario el gobierno que encabeza Pedro Sánchez (PSOE) adelantó las elecciones para evitar que el desfasaje que instaló el resultado electoral terminara de dinamitar su gestión de gobierno. Estos nuevos comicios se realizarían este 23 de julio pasado, con el PP como gran favorito y, en una democracia parlamentaria, con la posibilidad cierta de formar gobierno junto al ultraderechista Vox.

Mientras, el verano europeo llegaba y olas de calor abrasadoras causaron todo tipo de desastres, y jaquearon la vida cotidiana de millones en el hemisferio norte (Europa, pero también Estados Unidos, México o China). El 3 de julio el mundo registró el día más caluroso de su historia, cuando la temperatura mundial promedio alcanzó los 17,23°c; y alertas por temperaturas extremas en 13 de las 17 comunidades autónomas españolas. La constatación de la dimensión brutal de la crisis climática fue evidente para millones, mucho más allá de quienes están convencidxs y protagonizan la enorme movilización por justicia climática en todo el mundo. Sin embargo la agenda de las derechas españolas, triunfantes electoralmente en mayo, es agresivamente reaccionaria en cuanto a los derechos de migrantes, diversidades, mujeres, trabajadores, y también en cuestiones ambientales. Al punto que importantes referentes de Vox y el Partido Popular son abiertamente negacionistas del cambio climático.

En las elecciones de este domingo 23 de julio los progresismos en el Estado Español vivieron una enorme remontada: si bien el PP fue el partido más votado no realizó la elección descollante que se vaticinaba, y Vox retrocedió perdiendo 19 escaños; el PSOE de Sánchez atenuó su retroceso y se recompuso el bloque de izquierda de SUMAR encabezado por la actual vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. En este escenario, la posibilidad de conformación de un gobierno “de derechas” se esfuma y se abre la posibilidad de una reválida del bloque “progresista” en el Estado Español, junto al nacionalismo catalán y vasco. Este cambio seguramente obedece a un abanico de cuestiones pero no es descabellado preguntarse ¿cuánto tendrá que ver aquí el registro contundente de la crisis climática? ¿Cuánto de “voto castigo” hubo a los negacionismos (sobre todo Vox)? ¿Cuánto de acompañamiento a las formaciones que ponen las cuestiones ambientales en el centro de su agenda como SUMAR?

Yolanda Díaz, a la cabeza de la formación de izquierda Sumar

Argentina

En Argentina estamos en pleno modo electoral, y la crisis climática está afuera del trazo grueso del debate mientras, como decíamos, es el desafío más importante q enfrenta nuestra especie. Pocos sectores del centro a la izquierda asumen realmente esa agenda, y sus expresiones en distintos espacios, están lejos de disputar instancias decisivas (salvo excepciones locales como mencionaremos).

Como planteamos al principio, el pueblo argentino llega a estas elecciones en estado de shock: por la disparada inflacionaria que pulveriza ingresos y salarios, mientras sectores concentrados y formadores de precios maximizan ganancias, empujando a millones a la pobreza y la indigencia; con niveles de ocupación importantes pero con predominio de la informalidad y magras remuneraciones; con una crisis habitacional dramática: mientras los alquileres se disparan y no existe el crédito hipotecario, los desarrolladores inmobiliarios corren a transformar montañas de pesos en unidades cuyo destino no es necesariamente su ocupación sino hacerse de activos dolarizados. Sin acceso a la tierra para producir y vivir.

Un escenario con demandas urgentes y con la sensación de que todo puede ser peor…

Frente a esta crisis, la enorme mayoría de las opciones político-electorales (todas las que tienen “chances” de gobernar) se aferran al relato extractivista como salvavidas, y este se transforma en un consenso tácito: Se acaba de inaugurar el primer tramo del Gasoducto Pte. Néstor Kirchner para consumir (y a futuro exportar) el gas y petróleo de Vaca Muerta, “el segundo yacimiento de hidrocarburos no convencionales del mundo”; se plantea maximizar la extracción del litio, y ampliar los emprendimientos mineros en la cordillera. También profundizar el modelo de agronegocios. Tanto para hidrocarburos como agronegocios se plantean además leyes de fomento con incentivos que embolsarán grandes corporaciones a cambio de “garantizar inversiones”. Con relación a Vaca Muerta incluso se plantea la necesidad de avanzar con rapidez ya que prevén que el mundo abandonará los combustibles fósiles por la crisis climática: “quememos todo ahora y rápido”… sin dudas un rumbo al abismo.

Las propuestas de mal-desarrollo se instalan casi sin debate frente a una sociedad en shock, y el planteo estratégico de transición hacia escenarios de más justicia social y ambiental parece ser fagocitados por el cortoplacismo y la simplificación.

Aun así “lo ambiental” gana terreno en las preocupaciones sociales, y esta agenda, aunque sea marginada de las principales plataformas, no es marginal. Por oportunismo o convencimiento, no son pocos los sectores que toman el guante, “porque garpa” o porque es parte de sus convencimiento y práctica concreta: Este capital simbólico también está en disputa en la Argentina.

El ministro de Economía y precandidato a presidente por Unión por la Patria, Sergio Massa; el precandidato a vice por el mismo espacio, Agustín Rossi; el presidente Alberto Fernández; la vicepresidenta Cristina Fernández; y el gobernador bonaerense Axel Kicillof, en la inauguración del primer tramo del Gasoducto Néstor Kirchner el sábado 8 de julio de 2023. Foto : Twitter / @alferdez.

¿Qué hacer?, esa pregunta que vuelve…

En este escenario ¿quiénes proponen Buen Vivir hoy en el país? Sin dudas un abanico amplio y variopinto de actores políticos, territoriales y sociales, entre quienes hoy predomina la dispersión, que tienen distintas dinámicas de acción y que asumen distintas actitudes frente al escenario electoral.

A nivel individual, con las imágenes del fuego, las inundaciones, o las sequías muchas veces no sabemos para dónde correr; “¿qué hacemos?” es la pregunta que se nos instala casi siempre con una cuota de impotencia y desesperación, ya que no está claro qué puerta patear. Esa angustia puede llevarnos al desánimo total o al cinismo, pero también puede transformarse en motor potente para articular la información (que por mementos nos ahoga) con la disponibilidad (racional, física y emocional) para la acción; y no son pocas las experiencias donde eso se transforma en herramientas y construcciones potentes para decir(nos) “es por acá”.

Muchos de estos caminos también son parte de plataformas electorales: las distintas expresiones de la izquierda partidaria se han incorporado progresivamente a los procesos de denuncia del extractivismo, y son parte del amplio movimiento de defensa de los territorios frente a él. También sectores del peronismo y la izquierda popular que levantan la agenda de “tierra, techo y trabajo”, incorporando a la denuncia del extractivismo una enorme cantidad de experiencias concretas, asociativas y productivas, entre los sectores más postergados de nuestras sociedades que no pueden ser ninguneadas. A nivel electoral, en muchas localidades y municipios, hay propuestas interesantes abriéndose camino y, sin ir más lejos, una de ellas hoy está disputando la intendencia de la tercera ciudad del país (Rosario) y con posibilidades de ganar.

Juan Monteverde disputará la intendencia de Rosario.

Nuestro país y continente están repletos de experiencias concretas y exitosas que abordan concreta y virtuosamente cuestiones como la alimentación, el hábitat y la vivienda, los cuidados o la generación y uso de la energía. Urge articularlas. La dispersión y el ensimismamiento, por sectarismos, mezquindades o incluso egos (lo personal es político) lo dificultan, pero estas perspectivas necesitan ser parte de la discusión del tiempo por venir, también en el terreno electoral. Aun así, la urgencia de avanzar por este camino es capaz de ir aglutinando esta multiplicidad con todas sus diferencias y matices.

Hacerse cargo de la problemática ambiental, y la crisis climática en particular, implica un reseteo social enorme. Implica, no sólo el replanteo de estructuras productivas enteras, sino poner en debate el metabolismo de nuestras sociedades, donde absolutamente todos y todas deberemos cambiar nuestra forma de estar en el mundo. Políticamente, implica también asumir el riesgo en que estamos, y salir de zonas de confort.

A los planteos maniqueos y simplistas, reaccionarios y excluyentes, es necesario oponerles una narrativa de justicia social y ambiental acompañada de experiencias y propuestas concretas. Quizá mientras el Estado Español ardía, algo de todo esto se puso en juego a la hora de votar: ¿tiene esta experiencia ibérica, algo que decirnos en la Argentina?

Argentina, 24 de julio de 2023

Nodo Agroecológico Territorial, sur de Santa Fe Etiquetas: , ,



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