«La imaginación al poder»
El miércoles 10 de mayo se inauguró en la cúpula del Centro Cultural Kirchner La imaginación política al poder, lanzamiento de una serie de encuentros que se darán a lo largo de quince días dentro del Proyecto Ballena, con el fin de pensar la política por afuera de la caja. Participaron Tristán Bauer, Ministro de Cultura, Martín Bonavetti, Subsecretario de Gestión de Espacios y Proyectos Especiales, Ana Cacopardo, Directora del Proyecto Ballena, y los artistas Roberto Jacoby, Cristina Banegas, Lorena Vega y Rafael Spregelburd, quienes leyeron e interpretaron manifiestos de distintas épocas. Entre el 13 y el 28 de mayo, bajo el lema acuñado por el Mayo francés, más de 100 actividades están pautadas en cinco sedes de la órbita del Ministerio de Cultura de la Nación. El Festival articulará el pensamiento crítico con lenguajes artísticos: debates, entrevistas, homenajes, talleres, cine, música, danza, presentaciones de libros, poesía, teatro, tecnoarte, feria de economía popular y de agroecología. Habrá también un homenaje desde el feminismo a Nora Cortiñas. Actividades que tienen el objetivo de estimular la reflexión colectiva, el diálogo de saberes y la conversación intergeneracional. Enlace a toda la programación al final de la nota. Por Andrés Manrique para ANRed.
Dentro del Centro Cultural Kirchner todo parece perfecto. Pero desde su ojo de vidrio de 500 metros de superficie, escoltados por las dos terrazas con vistas a la Casa Rosada, a las torres de Puerto Madero, al río y sus velas, por un lado; y por otro, hacia las antiguas cúpulas que pinchan el cielo de la ciudad vieja, es fundamental mantener una actitud crítica, abierta. Que el poder no tiña el juicio.
Roberto Jacoby fue el primero en tomar la palabra. El artista y sociólogo, relató el experimento artístico titulado Diarios del odio, que implicó extraer insultos y todo tipo de discursos estigmatizantes en foros de los diarios más importantes del país, entre 2010 y 2014. Sobre la pantalla a sus espaldas, se leyeron las consignas de quienes quieren eliminar al adversario, de quienes se pronuncian a favor del poder por la fuerza, de quienes reclaman represión y mano dura, y de todos aquellos que se lamentan porque las cosas no son como antes. Los discursos que proliferan, se multiplican y viralizan son los más violentos. Negacionismo, xenofobia, racismo y clasismo preparan el trago de radical intolerancia que bebemos a diario a nivel social. La escalada de violencia se desafía siempre para ir por lo peor del ser humano. Jacoby sostuvo que estos discursos se construyen a partir del miedo, a través de relaciones fantasmáticas en relación con las representaciones sociales realizadas sobre la base de la oposición y la diferencia. Y que la degradación sociológica no tarda en convertirse en degradación ontológica. Es decir, la vieja estrategia de oposición que no lleva a ninguna síntesis: nosotros/ ellos, civilización/ barbarie. El otro enemigo que habrá que animalizar para así despejar la conciencia y poder avanzar sin culpa sobre sus derechos o, lisa y llanamente, sobre la vida. El sociólogo se preguntó si las noticias no están, de alguna manera, pensadas para generar esas maquinarias de la violencia que alientan la degradación. Y cerró con un poema.
Luego, tomaron la palabra Martín Bonavetti y Ana Cacopardo. El Subsecretario de Gestión de Espacios y Proyectos Especiales agradeció el inicio que diera la gestión de Ricardo Forster, presente en la sala, y destacó las alianzas entre las cinco sedes. Pensó en la posibilidad de colocar la imaginación en un presente acuciante, y pensó en la cultura “para hacernos preguntas en torno a un porvenir.” La periodista, guionista, presentadora y documentalista, Ana Cacopardo se preguntó sobre los lazos sociales se están rompiendo. Hizo una síntesis de la programación y sostuvo que la política no es sólo programa, sino mística y pasión por los derechos, por la igualdad, y por la participación. Y mencionó, con preocupación, la dificultad de que los saberes de los movimientos sociales accedan a los despachos de funcionarios, para trabar verdadera agenda en la sociedad y la economía; saberes que están poniendo sobre la mesa temas como la soberanía alimentaria, las economías populares, nociones de territorio, artivismos y activismos villeros y/o feministas que vienen a disputar los sentidos contenidos por el mercado. Destacó las conversaciones que se darán en el festival entre Ailton Krenak, autor de La vida no es útil (Ed. Eterna Cadencia) y Gabriela Cabezón Cámara. Y el diálogo pautado entre Rita Segato y Nacho Levy. La presencia del grupo Piel de Lava, y el trabajo que vienen realizando sobre las mujeres de la derecha, en puestos claves del poder.
Tristan Bauer, el Ministro de Cultura tomó la palabra para leer “Una maquinación diabólica: las desapariciones forzadas”, que Julio Cortázar expuso ante las Naciones Unidas, en noviembre de 1983. Y cerró diciendo: “Una vez más nos toca vivir tiempos difíciles en el mundo… un mundo en el que continuamos dañando a la madre tierra, a pesar de las alertas, un mundo de injusticia, de violencia y guerra. Con este encuentro, procuramos lo contrario, buscamos contribuir a una cultura de la vida y al fortalecimiento de la democracia.”
Rafael Spregelburd, antes de leer el potente Manifiesto Liminar de la Reforma Universitaria de 1918, dijo algo que quedó sobrevolando la sala: “Habría que preguntarse si existe imaginación que no sea política. Imaginar es un acto político.” Y después leyó, con cierta cuota de interpretación, el incendiario manifiesto donde el calor de las palabras y la fuerza de la convicción sonaron en su voz con un valor renovado, calando el aire con la idea del “derecho sagrado a la insurrección”.
Luego, Cristina Banegas leyó La voz de la Mujer Anarquista, que definió como testimonio protofeminista. Y, al final, Lorena Vega interpretó con potencia el discurso que brindó Eva Perón cuando anunció el voto femenino. Y así se dio por terminada la inauguración de la cuarta edición del Festival.
Habrá lugar para actividades artísticas como Habitación Macbeth, la obra de teatro de Pompeyo Audivert; conciertos como el que recrea el disco De Ushuaia a la Quiaca, de León Gieco; la inauguración de muestras fotográficas, y un homenaje desde el feminismo a Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo, así como actividades pensadas para la infancia.
El sábado 13 de mayo, se pondrá en marcha el Festival con una actividad que tiene como protagonista al ex vicepresidente de la República Plurinacional de Bolivia, Alvaro García Linera en diálogo con el periodista Pedro Brieger, sobre su último libro La comunidad ilusoria.
La programación es ambiciosa, variada, llamativa. Mantener el contacto estrecho con la temperatura de la calle que cada vez se pone más fría y que desde la cúpula está nueve pisos más abajo, es tarea indispensable de las políticas públicas que se pretendan inclusivas. La cúpula de cristal refirió durante años a la alienación de artistas, pensadores o intelectuales que tomaban distancia de su presente. Esperamos que este Festival sirva para poner en agenda pública la suerte de las grandes mayorías desplazadas, fuera de toda posibilidad, para restituir los lazos sociales indispensables para una convivencia pacífica.