23/04/2023

Creer que un cielo en un infierno cabe

Foto: Juan Chazo

Truco es una obra de teatro que trabaja con una idea del amor como principio de no entendimiento: el amor como estructura que ya no puede sostener a dos personas, dice su autor, Gonzalo San Millán, y para profundizar, continúa: Truco muestra el absurdo de todo aquello que hacemos y dejamos de hacer cuando la cosa se empieza a pudrir despacito. A esto podría agregarse que la pieza, bajo el infinito paraguas del amor, remite a la dificultad del diálogo, a la incluso a veces imposibilidad de escuchar; como si el amor pusiera al diálogo entre el silencio y la sordera. Pero nada se estaría diciendo del trabajo si no se subrayara el humor con el que encara cada escena. Por Andrés Manrique para ANRed.


Entrevistamos a parte del elenco de Truco, porque la obra deja algunas preguntas siempre antiguas y vigentes. Que todo conflicto se compone siempre de mucho más que de lo que hay a simple vista es lo que de alguna manera velada ponen en escena con el tercero que en Truco hace de voz en off. Y como está en escena, esa voz enreda los hilos, se inmiscuye en las actitudes, comportamientos y decisiones de la pareja con un papel propio que modifica lo que piensan y sienten los personajes. 

Ante esta especie de autoritarismo de la voz del que narra, irrumpe el discurso de Renata Moreno con una potencia de discurso propagandístico, para gritarle a los cuatro vientos que la relación debe terminar porque está terminada. La actriz estalla cada línea como si se tratara de un manifiesto; todo lo cual vuelve risible lo que va diciendo (para nada gracioso) desde el proscenio, o subida a una mesa, como si se tratara del púlpito desde donde vocifera a la multitud. Moreno pareciera haber mezclado con gran eficacia la gestualidad y oralidad de Eva Perón con algunos giros de Cristina Fernández, ambas enormes oradoras.

La obra también cuenta con la actuación de Aimé Lezcano que hace el papel de varón. Su corporalidad habla más que lo que dice; para aplaudir es el modo en que habita el cuerpo del personaje. El tercero es Laureano Lozano. El terreno que le toca es complicado, entre la orientación de su discurso a una especie de interioridad de la típica voz en off, que al mismo tiempo rompe la cuarta pared para poner en evidencia lo que uno y otra piensan, aunque no se lo digan, además de agregar cuestiones que no sabemos si son más representativas de ella, de él o de esa fusión de un tercero/ cuarto que se compone de las proyecciones con las que cada parte alimenta eso que reducimos bajo la definición de pareja. 

“Truco es la necesidad de pertenecer a alguien para pedirle libertad; de jugar al amor libre siendo un dictador”, escribió su autor. 

Foto: Juan Chazo

¿Por qué el rol clásico del varón lo representa una mujer, y viceversa?

Gonzalo San Millán (GSM): No queríamos caer en la dualidad, hombre-mujer, en la pareja estándar o clásica, no queríamos, que se piense, ah, claro, los hombres son así, las mujeres así. Para nosotros el amor tiene conflictos que no comprende de géneros, lo tóxico o los problemas de una pareja no se sostienen en la sexualidad de los que la integran, no importa si son heteros, homos, bisexuales,  pansexuales, amor libre o lo que sea; lo tóxico está en todos lados. No hay fórmula que nos evite el dolor del amor.

¿Qué entiende el personaje de Lila (Renata Moreno) por amor?

GSM: No sabemos.

¿Por qué el personaje que hace de varón (Aimé Lezcano) es tan sumiso?

GSM: No es sumiso, creemos que no quiere problemas, que prefiere vivir así, no desea el conflicto, y Lila le pone de manifiesto que no están bien, que ella está cansada y que él también lo está pero que no quiere verlo, de la misma manera que no quiere escuchar lo que Lila le dice.

¿Cuánto de político tiene el trabajo?

GSM: La política y el amor están de alguna manera relacionados en el sentido que como en un Estado hay división de poderes, en el amor pasa lo mismo. El equilibrio, es decir, la balanza que hace que un estado funcione con poder ejecutivo, judicial y legislativo, es un ideal. Siempre hay un conflicto de intereses, y en el amor pasa lo mismo. De hecho, enamorarse muchas veces puede ser llevándolo a la política como un golpe de estado, aquel momento donde se pierde el derecho, la propiedad, la seguridad.  

Además, siguiendo la línea del poder, podemos agregar que en toda pareja la lucha eterna está en el poder que cada cual tiene sobre el otro. Entendiendo poder no como sumisión, sino como aceptación. Por ejemplo, ella sabe matemáticas y es la que saca las cuentas en la pareja, él sabe de mecánica y arregla cosas. El otro no se mete ahí porque sabe que pierde.  Ahora, si hablamos de política como elemento partidario, creo que es una obra anarquista. Es decir, necesita la plena libertad y voluntad, nadie que obligue. Y esa libertad debe estar controlada por los integrantes de la pareja, que muchas veces no piensan igual.   

¿El texto ya traía humor o lo fueron descubriendo en los ensayos?

GSM: El humor venía en el texto, pero se potenció con los cuerpos en el ensayo. La idea era hacer un homenaje a lo tóxico sin caer en los lugares más oscuros, sino en aquellos que son absurdos, tontos, y por momentos fantasiosos. Como tratar de volver a sentir lo que pasó en una cena cuando nos conocimos, y en un intento arrebatado de arreglar algo vamos al mismo lugar que cenamos, pedimos lo mismo, y la pasamos mal. Y la pasamos mal porque entre el momento en que nos conocimos y este pasaron siete años; es un plan sostenido en la fantasía, y hasta absurdo, pero en la necesidad de volver a entendernos o salvar la pareja hacemos estupideces y creemos en pasos mágicos.

¿Cómo la trabajaron?

GSM: Ensayamos, bailamos, buscamos puntos en común de cada uno con sus ex parejas, las historias que se contaban de ex parejas, que eran graciosas pero tristes, ridículas pero lógicas. Recreábamos esas situaciones y tratamos de ir a fondo. También en la obra nos burlamos de nosotros mismos.

¿Por qué introducen el soneto de Lope de Vega?

GSM: Se introduce a Lope de Vega, primero por ser de los escritores que más me gustan, y segundo por ser uno de los grandes temas del autor español, el amor. Y “Esto es amor”, el poema nos parecía intenso y certero. Si bien es un autor de alguna manera olvidado por el tiempo, también muy a la sombra de Cervantes, en su poema hay una actualidad que nos hace dar cuenta de que por más avance en cuanto a tecnología, ciencia o medicina, hay lago intrínseco, los sentimientos que no varían con el tiempo: los celos, la envidia, la ira, la desconfianza. Que el amor sigue destrozando gente.    

¿En el amor como en el Truco, el juego de cartas, también el que mejor miente es el que gana?

GSM: De eso no me cabe ninguna duda, escuché algo muy interesante de Derrida. Dice algo así, que voy a citar como pueda: la mentira y la verdad no son opuestas, lo opuesto de la verdad, no es la mentira, es la falsedad; la mentira es de otro orden, porque quien miente sabe la verdad. Y la pareja que mejor miente es la que gana en el juego y en el amor; es necesario mentirse para seguir, es necesario saber que el otro miente, y acompañarlo en la mentira, pero que no se entienda la mentira como infidelidad o engaño, sino como la estructura, como todo lo que necesito creer del otro aunque sepa que no es verdad. Porque empieza lo tóxico justamente cuando dejo de creer en mis mentiras, a lo Nietzsche con su Dios ha muerto. Entendiendo Dios como Amor. El otro deja de ocupar ese lugar supremo, el lugar de idilio, y siguiendo con Nietzsche, nosotros hemos matado a Dios, hemos dejado de creer. Y dejo de creer justamente cuando me doy cuenta que el otro es más humano que yo.  

¿Nos convidarían algún pasaje de la obra que les cope?

GSM: Augusto- Para mí  el amor es, viste cuando sós chico, que tenés siete u ocho años y te caes de la bicicleta, o de una hamaca, o estás jugando a las escondidas y corrés desesperado y te pisás el cordón de la zapatilla, y te caés, y te lastimás y te sale sangre, y viene tu mamá o tu papá o alguien y te dice, uy, hay que llevarlo al hospital, y vos crees que te morís ahí mismo, y llegás al hospital y el médico dice que hay que ponerle puntos, y vos sufrís y te cosen y gritás como nunca en la vida y llorás fuerte, y después pasan unos años, y en un grupo de amigos, donde todos tienen doce o trece años, preguntan ¿alguien tiene una cicatriz? Y vos te levantás el buzo y mostrás la cicatriz del codo, orgullosa, feliz, y sabés que de eso no te vas a olvidar nunca más en la vida, bueno, para mí el amor es eso, una cicatriz que te hacés sin querer, corriendo, hamacándote.

¿El otro es tóxico, o lo que proyectamos/ pretendemos/ traemos del amor convierte al otro en obstáculo y, por eso, lo consideramos veneno?

Aimé Lascano (AL): El vínculo sostenido desde lo tóxico necesita de ambas partes para nutrir la dinámica: «sos el veneno que necesito para seguir abriendo esa herida que me identifica y que cerrarla implicaría dejar de ser yo». 

¿No creés que lo tóxico define más el miedo al amor que el amor en sí? 

AL: El amor no es tóxico, la toxicidad es una excusa para tocar fondo, conocerse y cambiar, en el mejor de los casos. Cuando eso no pasa, es que ganó el miedo. 

¿Por qué predomina hoy el costado de toxicidad del amor más que su poder? 

AL: Porque en una sociedad que encontró en lo «ideal» ese amor romántico del altar y para toda la vida, de la familia perfecta con perro y casa con aroma a café de hogar que, dicho sea de paso, es una ficción difícil de sostener, es necesario nombrar lo crudo, lo molesto, los contratiempos, desencuentros, lo que no garpa. Mostrar, sacar los trapitos al sol para volver a nombrar el poder del amor de pareja desde un lugar más honesto, desde un lugar de transformación. 

¿Es posible el amor sin juego? 

Laureano Lozano (LL): el amor siempre es posible. Es como esas recetas que necesitan algunos ingredientes básicos, pero a las que nunca le puede faltar la intención, las ganas de hacer algo por el otro, por uno. Y para jugar siempre hace falta más de uno, un par de reglas, de normas, y nada más: lanzarse y esperar que nadie gane y nadie pierda. 

¿Existe el amor o es más una fórmula hecha por lo que cada quien deposita ahí? 

LL: Hay componentes que hacen pensar al amor como algo armado, algo estructurado. Pero somos de las personas que creen en una prehistoria del amor, algo que pudo haber existido como el fuego; algo ubicado entre la naturaleza y los dioses. Algo que necesito del deseo humano para poder existir.

¿Qué estabilidad le exigimos al amor?

RENATA: Lila le exige al amor una tranquilidad, tipo placebo, para dormir tranquila a la noche y despertarse normal a la mañana. Y está bien. Exige que el amor sean varias vueltas al mambo para dar saltos y después, mareada, no saber dónde está el piso y dónde el techo. El amor es un lugar para perderse y no encontrar la llave, algo así dice Twiggy en la canción que bailamos en escena. Quiere que el amor sea de muchas formas, formas enclenques y rotas; circulares y amorfas. Lila no es estable y tiene todo mezclado. No le pide estabilidad al amor, no el personaje. Al contrario, le pide caos.  

FICHA TÉCNICO ARTÍSTICA

Texto: Gonzalo San Millan

Actúan: Aimé LezcanoLaureano LozanoRenata Moreno

Vestuario: Laureano Lozano

Iluminación: Laureano LozanoGonzalo San Millan

Fotografía: Juan Chazo

Diseño gráfico: Juan Chazo 

Dirección: Gonzalo San Millan

En Animal Teatro, Castro 561 (CABA) 

Domingos a las 20:00 – Del 02/04/2023 al 30/04/2023

Duración: 55 minutos.

Clasificaciones: Teatro, Presencial, Adultos



0 comentarios

1000/1000
Los comentarios publicados y las posibles consecuencias derivadas son de exclusiva responsabilidad de sus autores. Está prohibido la publicación de comentarios discriminatorios, difamatorios, calumniosos, injuriosos o amenazantes. Está prohibida la publicación de datos personales o de contacto propios o de terceros, con o sin autorización. Está prohibida la utilización de los comentarios con fines de promoción comercial o la realización de cualquier acto lucrativo a través de los mismos. Sin perjuicio de lo indicado ANRed se reserva el derecho a publicar o remover los comentarios más allá de lo establecido por estas condiciones sin que se pueda considerar un aval de lo publicado o un acto de censura. Enviar un comentario implica la aceptación de estas condiciones.
Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Ir arriba